La diputada porteña y dirigente nacional del PTS además denunció las amenazas que sufrieron tanto ella como su compañero Nicolás del Caño.
Sábado 6 de octubre de 2018 17:49
#LaIzquierdaEnArgentinos: la lucha es ahora - Myriam Bregman - 06 octubre 2018 05 07 25 p m - YouTube
La diputada porteña del PTS en el Frente de Izquierda abrió el gran acto que se realizó este sábado en diversos puntos del país y que tuvo su encuentro más importante en el Estadio Cubierto de Argentino Juniors, en la Ciudad de Buenos Aires.
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El discurso completo de Myriam Bregman
Compañeros, compañeras, compañeres, gracias por estar aquí, en este acto anticapitalista, de la izquierda, junto a los y las protagonistas de las grandes luchas de las trabajadoras y los trabajadores, de las mujeres de la juventud.
Ustedes saben que en los últimos días con Nicolás del Caño, con Nico, hemos recibido decenas de amenazas de parte de grupos derechistas. Por eso, por la fuerza de este, con fuerza de estas tribunas, les decimos ¡no nos van a detener!
Pero que nadie se confunda, que nadie piense que esas amenazas salen de la cabecita de algún facho o de algún cabeza de termo. No. El Gobierno es el que crea el clima de estigmatización contra los dirigentes de la izquierda, contra los dirigentes sociales, contra los dirigentes sindicales. Son ellos los responsables de esto.
Patricia Bullrich recorre los canales con este discurso. La propia María Eugenia Vidal llegó a decir que la represión de PepsiCo era responsabilidad nuestra. ¡Eso envalentona a los derechistas! ¡Eso los hace sentir impunes!
Es parte de nuestra tradición la defensa de las libertades democráticas, aún de nuestros adversarios políticos, porque sabemos que todo ataque antidemocrático indefectiblemente se vuelve contra el pueblo trabajador y contra sus organizaciones.
Hoy queremos recordar dos crímenes de Estado, de los cuáles es responsable este gobierno. Quiero gritar bien fuerte con ustedes ¡Santiago Maldonado y Rafael Nahuel Presentes!
El fin de semana pasado estuvimos en Brasil con mi compañera, la diputada nacional Nathalia González Seligra y con Bárbara Brito, nuestra compañera de Pan y Rosas de Chile. Participamos de la movilización contra Bolsonaro. La situación está muy, muy convulsionada. Ese líder de la ultraderecha lidera las encuestas para las elecciones de mañana.
La avanzada contra ese facho es el masivo movimiento de mujeres, es el movimiento LGTB que salió masivamente a la calle. Del otro lado, la cadena O Globo, el Poder Judicial golpista, agencias financieras como Bloomberg y varias iglesias evangélicas le han dado su apoyo a Bolsonaro.
Pero lo que me asombró, y lo quería contar aquí, es cómo prácticamente todos tratan de tapar que son elecciones absolutamente fraudulentas, que se montaron sobre un golpe institucional, con la proscripción del principal líder de oposición, Lula, al que le impiden hacer entrevistas y, ahora, hasta poder votar.
Nuestras compañeras y nuestros compañeros del MRT han denunciado esto. ¿Sabe por qué? Porque también es parte de la tradición de nuestra corriente internacional la defensa irrestricta del derecho del pueblo a votar a quien quiera.
Me gustaría hacer una reflexión. Un partido enorme, como el PT, los poderosos sindicatos ligados a él, no dieron una lucha consecuente contra el golpe que destituyó a Dilma Roussef. Esto, es indudable, envalentonó a la derecha y favoreció el ascenso de Bolsonaro.
La falta de lucha, confiar en las elecciones o en los recursos judiciales presentados ante el mismo Poder Judicial golpista llevaron el país a una situación dramática.
Si gana Bolsonaro, tendremos aquí nomás, del otro lado de la frontera, a un personaje que reivindica la dictadura militar, que reivindica las torturas, que le dijo a una diputada a dicho barbaridades como la que le dijo a una diputada “no te violo porque no te lo merecés”.
Pero aún si ganara el PT, ni siquiera podrá llevar adelante, ante esta situación, las tibias reformas de los gobiernos anteriores. Será un gobierno rehén del capital financiero, del Poder Judicial golpista y de los militares. Esto sucede cuando se quiere reemplazar la lucha de clases en las fábricas, en los colegios y en las calles por una lucha meramente electoral. Y esta es la lección que hoy tenemos que discutir.
Es una gran experiencia la que nos muestra Brasil, porque significa el camino también para pensar a la Argentina. No podemos esperar sentaditos a octubre de 2019 para que venga algún salvador o alguna salvadora, como quiere el kirchnerismo. Lo que no se gane ahora, con la lucha de masas, nos deja en una debilidad tal que será imposible cambiar después con alguna magia electoral. No es magia.
Y a Brasil fuimos con nuestros pañuelos verdes porque allí también una década del gobierno del PT cajoneó el derecho al aborto legal, seguro y gratuito, producto de los acuerdos que también allí hacen con la iglesia evangélica y con la iglesia católica.
Acá en Argentina, la enorme marea verde que hizo temblar la tierra encontró la resistencia de instituciones que ejercen el poder de veto sobre la voluntad de millones.
Nos chocamos con la resistencia del Senado, una institución oligárquica, antidemocrática, que rifó nuestras marchas al grito de Ni una menos, que rifó nuestra pelea por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito. Nos encontramos con la resistencia de las iglesias que utilizaron todos sus recursos para pelear contra nuestros derechos.
Por eso nosotras ¡sí nos enojamos con la Iglesia! Porque se organizaron en contra nuestro, porque se movilizaron como nunca. Nunca lo hicieron, por ejemplo, contra los brutales femicidios.
Y también quedó claro que todos los partidos tienen relaciones con la Iglesia. ¡Por eso salvo la izquierda, nadie puede luchar en forma consecuente por el derecho al aborto, seguro y gratuito y todos los derechos de las mujeres! Y ese es nuestro orgullo.
¡Nosotras, chiques, no guardamos los pañuelos! Los hacemos flamear por América Latina.
Y mientras seguimos luchando por el aborto legal, por la separación de la Iglesia del Estado, nuestra apuesta es que las mujeres pongamos esa fuerza en la lucha por derrotar el ajuste y al FMI. Los sectores que atacan siempre son los que tienen mayoritariamente trabajo femenino como la salud y la educación.
Cuando nos oponemos al ajuste, cuando decimos que queremos derrotar al Gobierno nos dicen antidemocráticos. Antidemocráticos, porque no queremos esperar tranquilitos viendo cómo Macri con el FMI, con la complicidad del peronismo y la burocracia sindical, se llevan puesto al país. Antidemocráticos son ellos. Antidemocráticos son los que avasallan la voluntad popular.
¿O acaso Macri anunció en la campaña que iba a imponer una reforma previsional contra los jubilados y las jubiladas? ¿Acaso dijo que le iba dar el comando de la economía a Lagarde y el Fondo Monetario? ¿Dijo que iba a dolarizar las tarifas?
Frente a este régimen antidemocrático sostenemos la necesidad de pelear por una asamblea constituyente, que sea libre, que sea soberana, que no esté atada a pactos preexistentes, sin atadura ninguna, que permita discutir los grandes problemas del pueblo trabajador, de las mujeres, de la juventud. Sin que nadie pueda vetar lo que allí se discuta.
Ustedes saben que nosotros peleamos por un gobierno de trabajadores y trabajadoras, en ruptura con el capitalismo. Pero hoy, cuando las mayorías populares confían en los mecanismos de la democracia representativa, proponemos y peleamos por esta salida, mucho más democrática, para impedir que un nuevo saqueo arrase el país.
Una constituyente que elija un diputado cada 20 mil, que discuta el no pago de la deuda, que discuta la ruptura con el Fondo Monetario, que discuta un programa para terminar con el saqueo. Que discuta las demandas de las mujeres, el derecho al aborto libre y gratuito, la educación sexual integral con perspectiva de género, la terminante separación de la Iglesia y del Estado y el fin de todos sus privilegios.
Para finalizar, la clase trabajadora tiene cada vez más rostro de mujer y somos las principales afectadas por el ajuste, como decía antes. Por eso nos proponemos que la fuerza que mostró el movimiento de mujeres, la revolución de las hijas, se ponga al frente de la lucha, se ponga al frente de la pelea por recuperar los sindicatos y los centros de estudiantes, se ponga al frente de poner en pie una gran fuerza política para barrer con toda opresión, con toda explotación que nos impone este sistema capitalista y patriarcal. Vamos con las mujeres al frente, especialmente las mujeres trabajadoras, junto con nuestros compañeros varones.
¡Queremos que abracen con nosotras esta gran causa para liberarnos de las cadenas y para tomar el cielo por asalto!
Quiero terminar recordando a Marielle Franco, militante del Partido Socialismo y Libertad, concejal en Río de Janeiro, luchadora por los derechos de las mujeres negras, que venía denunciando la militarización de Río. ¡Marielle Franco Presente!