La nueva Confederación Nacional de Sindicatos de los Trabajadores de México, agremiará en un principio a más de 100 mil trabajadores y 122 sindicatos.
Jueves 29 de septiembre de 2022
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El objetivo de la naciente confederación, mencionó el dirigente, es hacer efectiva la nueva reforma laboral votada en el 2019, mediante un modelo sindical nuevo.
La nueva central se conformará por el Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, el Sindicatos Unidos por Oaxaca y el Sindicato de Trabajadores Administrativos del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos de Chiapas, entre otros.
Además, comprenderá a dos federaciones sindicales de nivel nacional que aglutinan a 20 sindicatos, mencionó Fernando Aguilar Robles, contador del Sindicato Unidos por Oaxaca.
El dirigente Oscar Solórzano no niega sus simpatías con el gobierno de la 4T, además de que declara que trabajarán “en conjunto con la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) y la Secretaría de Educación Pública (SEP)”.
No cabe duda de que el modelo sindical que se ha impuesto desde los distintos gobiernos, durante más de 80 años, ha perjudicado la democracia gremial, y con ello las condiciones laborales, para el conjunto de la clase obrera en el país. Desde la creación de la Confederación de Trabajadores de México, las y los trabajadores han permanecido atados a los designios del Estado y de los patrones. El modelo sindical mexicano ha servido incluso como ejemplo a seguir para los gobiernos de otros países en materia de sujeción a la clase trabajadora.
Gracias a la CTM, a la CROM y demás organizaciones sindicales charras que se unieron en el Congreso del Trabajo, ─mediaciones corporativas que anulan la libertad sindical y política de las y los obreros─, los gobiernos del PRI lograron mantenerse en el poder intermitentemente durante 70 años regresando luego de 12 años de recambio con el PAN. La paz laboral dentro de los centros de trabajo y la política al servicio del régimen, fundamentales para sostener la gobernabilidad de cualquier régimen, ha sido garantizada históricamente por el charrismo sindical, funcionando como policía política dentro de los sindicatos. Aunque no fue sin la resistencia de cientos de luchas, huelgas, paros y movilizaciones a lo largo de las décadas, así como sus respectivas represiones, crímenes y presos políticos para evitar que su unión y propagación.
Ahora, luego de la rebelión obrera que significó el movimiento de trabajadores conocido como “20/32”, surgido en Tamaulipas en 2018, ese corporativismo obrero comienza a ser duramente cuestionado por sectores de trabajadores que se rebelan contra los charros sindicales, atreviéndose a disputarles la dirección de sus sindicatos aprovechando los resquicios legales que la 4T aprovecha para canalizar el descontento obrero a su favor utilizando la "legitimación de los contratos colectivos" nacida de la última reforma laboral y de los deseos de la patronal imperialista impuestos a través del T-MEC.
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En ese contexto es que está surgiendo esta iniciativa de fundar una nueva central de trabajadores, al margen de la CTM. Sin embargo, aunque el cuestionamiento a la central dirigida por Aceves del Olmo es, por demás legítimo, al mismo tiempo, esta nueva central presenta profundas limitaciones si de democracia sindical se trata. ¿Por qué?
Porque la falta de independencia política de la clase trabajadora es la causa de todos los males que enfrenta, pues la degradación de sus condiciones laborales y de vida es la consecuencia de la dependencia de sus organizaciones gremiales al Estado, misma que juega en contra de su autoorganización y fortaleza.
Oscar Solórzano, no sólo muestra abiertamente su interés por trabajar de la mano de la 4T, sino que ha manifestado su simpatía por el partido oficial Morena. En el año 2021 presentó su apoyo a la entonces candidata por ese partido en Naucalpan, Estado de México, Paty Durán.
Para más datos, Solórzano, es secretario general del Sindicato Petromex, agrupación que intentó quitarle la titularidad del Contrato Colectivo de PEMEX al Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, dirigido por el grupo de Romero Deschamps.
Por ello, y para apuntalar la defensa de la clase obrera, es fundamental que las y los trabajadores conquisten su independencia política como clase, tanto de los patrones como de los gobiernos. Para esto, es preciso que la clase asalariada se autoorganice al margen de los partidos del régimen, pues si estos aceptan el tutelaje del gobierno, aún y cuando en el discurso Morena quiera mostrarse como aliado de los de abajo, contradictoriamente dejó claro que gobierna para "ricos y pobres", con la contradicción de que son intereses antagónicos e irreconciliables y al final se decide por uno u otro bando, normalmente en favor de la burguiesía. La nueva central está destinada a recorrer el mismo derrotero que la CTM, y con ella, la clase trabajadora.
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No hay que olvidar que con el mismo discurso nació la CTM bajo el tutelaje de Lázaro Cárdenas, que a la postre se convirtió en la principal herramienta del PRI para someter al proletariado a la dictadura de fábrica.
Por tanto, para luchar por una verdadera democracia obrera y conquistar todas nuestras demandas, es preciso que las y los trabajadores de todos los sectores, mantengamos y defendamos la independencia política del gobierno, los partidos patronales y sus instituciones y que aprovechemos la actual oleada de descontento ante la legitimación de CCT´s, para impulsar la urgente necesidad de recuperar nuestras instituciones sindicales echando a los charros sindicales de nuestras filas estemos en la CTM, la CROC o en los sindicatos jineteados por Solórzano.
Asímismo debemos dar todo nuestro apoyo y dedicar nuestro esfuerzo militante en aquellos centros de trabajo sin contratación colectiva ni organización, impulsando la sindicalización de todo centro de trabajo y, a la luz de la experiencia hidtórica con el charrismo, peleando porque los nuevos sindicatos que construyamos, además de la indispensable independencia de clase se avoquen a apoyar toda lucha de nuestros hermanos de clase hasta extirpar de conjunto el charrismo sindical.