Nada bueno. Nación envía 4.500 efectivos al conurbano: la “seguridad” un tema de campaña electoral

Según lo trascendido a la prensa -hasta ahora no hay un comunicado oficial-, Alberto Fernández autorizó los operativos de fuerzas federales en el Conurbano que anunció el ministro de Seguridad de la Nación.

Entre los 4.500 efectivos de las Fuerzas de Seguridad habrán gendarmes, prefectos, Policía Federal y PSA. Aníbal Fernández, prepara el desembarco de estás fuerzas en cinco puntos del Conurbano. El gobernador Alex Kicillof salió a su cruce, y cuestionó que el gobierno bonaerense no estaba al tanto de este desembarco y que eso impide coordinar el operativo con la cartera bonaerense, a cargo de Sergio Berni.

Aníbal Fernández no se demoró en responder a este cuestionamiento. Ninguneó al gobernador y sostuvo que elevó los detalles de las reuniones con los secretarios de Seguridad de los distritos del conurbano para coordinar la medida. "Muchachos, si ustedes están viendo otro canal, yo no tengo la culpa. Nosotros trabajamos todos los días de la misma manera", afirmó el funcionario del Gabinete que responde a Alberto Fernández.

El reclamo surge luego de que el funcionario del Ejecutivo diagramara la instalación de bases operativas en el Conurbano sin diagramar esfuerzos con el Ministerio de Seguridad de la provincia. Las cinco bases estarán en La Plata, Avellaneda, La Matanza, Pilar y Tigre y buscan "prevenir" situaciones en materia de seguridad.

En el caso de La Matanza fue el propio Fernando Espinoza, quién realizó las gestiones pertinentes para recuperar la presencia de la Gendarmería Nacional.

Quién también se sumó a esta disputa fue el jefe comunal de Tres de Febrero por Juntos por el Cambio, Diego Valenzuela, a través de sus redes sociales. “El envío de fuerzas federales a los municipios del conurbano es una medida necesaria en el contexto de inseguridad que estamos viviendo. Pero nos parece imprescindible que estén bien coordinadas Nación y Provincia y que los Municipios seamos parte de esa conversación”.
Del mismo espacio político se expresaron los intendentes de La Plata, Julio Garro; y Lanús, Néstor Grindetti, quienes cuestionaron tanto al Gobierno nacional como provincial por la falta de coordinación.

Sobre las disputas entre Nación y Provincia, cabe aclarar que lo que el gobernador cuestiona, no es que se destinen más fuerzas federales para el control social de los sectores que están padeciendo las políticas de ajuste que imponen el gobierno del Frente de Todos que pacta con el FMI, sino haber sido excluidos de la mesa de decisiones dónde quieren incidir. Fue la propia CFK, en aquel acto que realizó en La Plata a fines de septiembre del año pasado, quién reclamó al Gobierno Nacional que envíen más gendarmes al Conurbano.

Recordemos, también, que Kicillof le ordenó a Berni que traslade fuerza represivas a uno de los predios de Guernica, donde decenas de familias se habían trasladado, en plena pandemia, porque no tenían dónde vivir. A pesar de esto el gobernador kirchnerista, no tuvo reparos en dar vía libre para que quienes llevaran adelante el desalojo, lo hicieran con la modalidad que siempre lo hacen: quemar sus viviendas, disparar gases lacrimógenos a familias con niños. No solo los desalojaron del predio donde construyeron sus precarias viviendas, sino que les rompieron sus pocas pertenencias, incluidas los juguetes de los niños.

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Campaña electoral

Bajo la excusa de un aumento del narcotráfico en la Provincia de Buenos Aires, en particular del conurbano, el gobierno nacional repite las mismas medidas que hace una década llevan adelante en la ciudad de Rosario. Ocho desembarcos de fuerzas federales en la provincia de Santa Fe dieron como resultado un incremento del narcocrimen. Tal es la expansión de este negocio criminal, que se conoce los nombres de financistas, empresarios, políticos y funcionarios que son parte del entramado de estas redes criminales. Que se revelen sus nombres significan, por un lado, la expansión de esta alianza entre criminales, funcionarios y empresarios, pero también habla de la impunidad con la que se mueven.

En plena campaña electoral, que se desarrolla en medio de la crisis social y política nacional, tanto oficialistas como opositores -impedidos de realizar propuestas para resolver esta crisis-, acuden a las campañas de "seguridad-inseguridad".

Desde Juntos por el Cambio, Javier Milei hasta el Frente de Todos no quieren cambiar el rumbo del ajuste que se profundiza a medida que avanzan en aplicar los planes del FMI. Por eso el tema de la “inseguridad” garpa. Porque es poner la agenda en otro lado y despolitizar la campaña electoral para hablar de lo que les importa a la mayoría: empleo, inflación, salario, vivienda etc etc.

Como ya hemos explicado en este medio, con mayor cantidad de fuerzas de seguridad en las calles aumenta la inseguridad, porque estás fuerzas no está en las calles para prevenir el delito, sino para regularlo y para organizar el gran delito como la trata de personas, desarmaderos de autos, narcotráfico, secuestro extorsivos.

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