No son accidentes. Negligencia: las muertes en el Metro se pudieron evitar

Alrededor de las 9:30 de la mañana del sábado 7 de enero se reportó un choque de trenes en la Línea 3 del Metro de la Ciudad de México entre las estaciones Potrero y La Raza; en un primer momento las autoridades capitalinas reportaron un fallecimiento, mientras que con el paso de las horas se llegaron a registrar hasta 106 heridos, que fueron atendidos en diferentes hospitales.

Testimonios de los sobrevivientes denunciaron que las autoridades tardaron hasta una hora en llegar comenzar los rescates, mientras que el lugar fue rápidamente acordonado tanto por la policía de la Ciudad de México así como por la Guardia Nacional. Por otro lado, hasta la 1 de la tarde de aquel día aún no habían sido atendidos la totalidad de los heridos.

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La víctima fatal del choque se trata de Yaretzi Adriana Hernández, de 18 años, que acababa de cursar el primer semestre de la carrera de Artes Visuales en la UNAM. Sus amigos y familiares han denunciado que se minimizó su caso con tal de que no se diera a conocer.

A pesar de que trabajadores y usuarios del Metro denunciaron durante años las fallas que había en el sistema, ni los directivos, ni la autoridades capitalinas dieron respuesta hasta después del choque de la Línea 3; sin embargo, aún no hay un deslinde de responsabilidades más allá del cese de funciones del subdirector de operaciones del Metro, Alberto García Lucio, y la promesa de la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, de una "investigación a fondo" sobre lo ocurrido.

Hagamos colectivamente una línea de tiempo de reportes de fallas de la L3 del @MetroCDMX, muestras de evidencia para investigar posible negligencia de @GobCDMX #EsClaudia.

Peguen aquí abajo tuits de reportes de atrasos, atasques, humo, comportamientos anormales 👇🏽

— Sergio Beltrán-García (@ssbeltran) January 7, 2023

25% menos en presupuesto en cuatro años

Las denuncias de trabajadores del Metro salieron a relucir luego del choque de los trenes, que por años han señalado que los recortes presupuestales de parte del gobierno de Claudia Sheinbaum ha dejado inoperable la red y con el riesgo alto de que se repitan colapsos como el de la Línea 3 o la tragedia de la Línea 12 ocurrida en mayo del 2021.

Los trabajadores del metro llevan meses advirtiendo sobre la falta de mantenimiento, herramientas y refacciones por distintos medios.

Parece que es necesario esperar a que los accidentes pasen para ponerse las pilas @GobCDMX.

La seguridad de las personas debe ser prioridad. pic.twitter.com/U3cBoWpiDO

— María José Martínez P. (@MajoMartinezP_) January 7, 2023

Durante la conferencia de prensa del pasado sábado, la jefa de gobierno negó que haya un recorte presupuestal al metro, pero cifras oficiales de la Cuenta Pública capitalina de 2018 a 2022 demuestran que se ha recortado 3 mil 112 millones 665 mil 183 pesos al presupuesto del Metro. Esto es que en 2018 el Metro contaba con un presupuesto aprobado de 22 mil 882 millones de pesos, monto que durante los siguientes tres años, 2019, 2020 y 2021, disminuyó hasta alcanzar una cifra de 17 mil 102 millones de pesos.

Esto quiere decir que en cuatro años de su administración, se ha reducido poco más del 25% del presupuesto para el sistema de transporte, siendo las principales áreas impactadas, mantenimiento y reparación, así como compra de equipo ferroviario e inversión en infraestructura. Pese a esto, las constantes fallas en el servicio y las denuncias de trabajadores sobre la falta de insumos para realizar su trabajo y adquirir refacciones para los trenes han originado cuestionamientos sobre el destino de los recursos autorizados al Metro.

¡La negligencia y los recortes matan!

De 2020 a la fecha, cuatro incidentes en la red del Metro de la ciudad han dejado víctimas fatales: el choque de dos convoyes en Tacubaya (2020), incendio en el puesto de control (2021), Colapso de la Línea 12 (2021), choque en la Línea 3 (2023). Esto no sólo es producto de los recortes presupuestales en la red, sino también de un manejo negligente por parte de las autoridades.

Es imposible no recordar la tragedia de la Línea 12 ocurrida en mayo del 2021, donde 26 personas fallecieron luego de que se desplomara un convoy en el tramo elevado; en junio de ese año, una empresa noruega contratada por Claudia Sheinbaum presentó un dictamen en el que afirmaba que se trataba de al menos seis “deficiencias”: por el tipo de soldaduras para las trabes que sostenían el tramo elevado colapsado, la calidad de materiales, el uso de diferentes tipos de concreto y la falta de pernos —pieza mecánica que ensambla y monta diversos componentes para formar una estructura—, lo que provocó el colapso.

A casi dos años, no solo no se encuentra en funciones aún la línea, sino que tampoco todos los responsables de la construcción de la Línea 12 que hayan enfrentado cargos, o siquiera fueran investigados, a pesar de que es sabido que quienes estuvieron al frente de la construcción y manejo fueron Marcelo Ebrard, Miguel Ángel Mancera y Claudia Sheinbaum, mismos que se han encargado de encubrir a empresarios que se enriquecieron con obras públicas que representan un riesgo para la vida de miles de millones de personas.

A su vez más las líneas afectadas siguen funcionando con deficiencias, a pesar de que la Línea 1 fue cerrada por remodelación en 2022, las Líneas 2, 3 y 9 (las más saturadas y con mayor uso) continúan operando con fallos y gran riesgo de colapsos, mientras que el resto de la red sigue sin poder abastecer a toda la población del Valle de México. Por su parte, en la mañanera de este lunes, López Obrador afirmó que Sheinbaum "lo está viendo con mucha responsabilidad" y que "se alborotan los zopilotes" al cuestionarlo por el actuar de su compañera de partido, lo cual solamente significa que Sheinbaum cuenta con el respaldo del presidente, lo cual no es menor rumbo a las elecciones de 2024.

Mientras que las empresas responsables de garantizar cada herramienta y tornillo para el funcionamiento del transporte no hacen nada (como fue el caso de Slim con la Línea 12), los y las trabajadoras cargan en sus hombros el evitar que se originen más incidentes. Son pésimas las condiciones en las que éste funciona, y orilla a los y las empleadas a arreglárselas de una manera rudimentaria.

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Esto es la receta perfecta para que se repitan cada vez más estas catástrofes en la red de transporte, mientras que el oportunismo de los partidos opositores al régimen quieren usar estas tragedias para golpetear políticamente al gobierno de la 4T, (como el caso de Sandra Cuevas o la diputada Lía Limón), los mismos portavoces del gobierno capitalino reducen cínicamente el problema a simples "sabotajes a la candidatura de Claudia Sheinbaum", mientras que esta última no solo no ha dado solución a las problemáticas de la red de transporte más importante de la ciudad, sino que ha pactado con empresas que promueven la gentrificación y el despojo en la ciudad, como el acuerdo con AirBnB y el proyecto de desvío de aguas en los barrios y pueblos originarios como se vio en la comunidad de San Gregorio Atlapulco en diciembre pasado.

Asimismo, resulta cínico que se hable de supuestos sabotajes a Sheinbaum siendo que quienes hoy están en el gobierno local y federal (como Ebrard y el propio AMLO) también estuvieron a cargo del gobierno capitalino y no hicieron nada en su momento para mejorar la red del metro. Las décadas de negligencia que tanto denuncian los adherentes de la 4T pesan también sobre su propio gobierno.

Por una verdadera solución a los problemas de transporte

No podemos esperar a que un día decidan garantizar la seguridad de la mayoría de la población de la Ciudad de México que viaja en metro. Es imperdonable que sigan permitiendo este tipo de sucesos donde la clase trabajadora muere sólo para rellenar unos cuantos bolsillos de empresarios o políticos.

No es posible que sigan siendo responsables las empresas que claramente no buscan el bienestar de la población, sino hacer todo lo posible para seguir enriqueciéndose.

Es necesaria una comisión independiente de las autoridades conformada por trabajadores, arquitectos, ingenieros civiles, organizaciones de derechos humanos y otros especialistas que puedan hacer una revisión de las estructuras actuales del metro, previniendo otro desastre.

Son las y los trabajadores del metro, organizados en forma independiente, desde las bases (y sin la burocracia sindical que acepta todo de los gobiernos de turno), junto con los usuarios, quienes deben administrar este transporte sin altos funcionarios.

La única forma de que sea un sistema de transporte seguro es que las y los trabajadores realicen inspecciones periódicas minuciosas de todo el sistema del metro, que definan qué obras de mantenimiento se requieren e impongan la gratuidad de este transporte. Que se financie con impuestos extraordinarios a Carlos Slim y el resto de los grandes magnates, que demuestran que para ellos las vidas de la clase obrera y los sectores populares no importan.

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