En su línea de estigmatizar al pueblo mapuche, ayer el diario La Mañana Neuquén publica un artículo señalando que “ya” son 500 mil las hectáreas en manos de comunidades mapuches en esta provincia. Sin embargo no dice que son más (y mejores) las tierras en manos de un puñado de terratenientes extranjeros.
Miércoles 13 de septiembre de 2017 12:00
El 23 de noviembre se vence el plazo, ya prorrogado dos veces ante el incumplimiento del propio Estado, otorgado por la ley 26.160 de “Emergencia en materia de posesión y propiedad de las tierras”. Dicha ley, sancionada en 2006, establece la emergencia por el término de cuatro años en materia de posesión y propiedad de las tierras ocupadas por las comunidades indígenas originarias, suspendiendo todo proceso tendiente a desocuparlas o desalojarlas y ordenando la realización de un relevamiento técnico, jurídico y catastral de la situación dominial de esas tierras, que debía realizarse en un plazo de tres años. Dado que a fines del año 2009 estos plazos y objetivos no habían sido cumplidos, una nueva ley, la 26.554, prorrogó la suspensión de desalojos y la realización del relevamiento hasta el 23 de noviembre de 2013, destinando 10 millones de pesos adicionales por cada uno de los tres años posteriores a su sanción. En 2013, con la sanción de la ley 26.894, se determina que la norma operará hasta el 23 de noviembre de 2017.
La represión al Pu Lof en Resistencia de Cushamen el 1 de agosto y la desaparición durante la misma, indudablemente en manos de Gendarmería Nacional, de Santiago Maldonado pusieron en el debate político nacional no sólo la continuidad en los métodos utilizados por las fuerzas represivas (y los servicios de inteligencia) desde la dictadura, sino también la situación de los pueblos originarios y el problema de la tierra en nuestro país.
En este contexto, y ante el inminente vencimiento de la Ley 26.160, desde medios como Clarín o La Nación, y La Mañana Neuquén en la Patagonia, lanzaron una campaña de estigmatización de los pueblos originarios en general, y el mapuche en particular, con el fin de defender los intereses de los terratenientes, nacionales y extranjeros, dueños de millones de hectáreas en la Patagonia y el país.
Tierra sagrada
El diario La Mañana Neuquén “denuncia” en nota de tapa de ayer que “los mapuches neuquinos ya tienen 500 mil hectáreas”. Esta campaña tiene el claro objetivo de crear la idea de que los mapuches, que hasta pueden tener derecho a algunas tierras, se “abusan” y serían casi terratenientes. No puede ser más elocuente el ministro de Seguridad y Trabajo, Jorge Lara, quien aseguró que sólo reconocen a las agrupaciones con personería “porque después pasa que debajo de cada baldosa aparece una comunidad”.
Pero vayamos a los números sobre la posesión de la tierra en Neuquén, similares a los del resto del país. Según datos oficiales del Registro Nacional de Tierras del 2010, el 6,4% del territorio de la provincia se encuentra en manos de terratenientes extranjeros. Esto equivale a más de 600 mil hectáreas. Es decir, un pequeño puñado de extranjeros poseen más (y mejores) tierras que 64 comunidades mapuches, constituidas por miles de familias. Según estimaciones de la Confederación Mapuche de Neuquén, aunque una minoría es la que está organizada, un tercio de la población de la provincia es mapuche.
En su libro “Tierras S.A., crónicas de un país rematado”, Andrés Klipphan y Daniel Enz aseguran que la Patagonia “aglutina la mayor cantidad de millonarios extranjeros que se beneficiaron con actitudes flexibles –y muchas veces escandalosas– de distintos gobiernos, tanto nacionales como provinciales, para que adquieran millones de hectáreas y recursos naturales no renovables sin restricciones y a precios módicos. Según el Registro Nacional de Tierras, son alrededor de 20 millones de hectáreas. Antes de la ley 26.737 que limitó la adquisición, se había llegado al colmo de que inversores extranjeros compraran enormes extensiones de tierra al precio de una hamburguesa en McDonald’s, o un par de zapatillas Nike o Adidas”.
Esta concentración de tierra no es exclusividad de terratenientes extranjeros y viene de larga data. Entre 1890 y 1920, se repartieron en lo que hoy es la provincia de Neuquén 3.572.203 hectáreas entre la élite porteña, capitales ingleses que habían financiado al ejército, comerciantes, ganaderos bonaerenses y ganaderos en expansión del sur de Chile. Según el Consejo Zonal Lafkence, entre las familias “ilustres” que recibieron tierras en territorio provincial se encuentran Jorge Newbery con 18.000 has, la familia Zingoni con 250.000 has, la familia Rambeau con 93.642 has, Juan Lagos Marmol con 24.000 has, la familia Camino con 21.000 has y Carlos Miles con 58.000 has. Estas eran tierras de comunidades mapuches que pasaron a manos de privados, a las que hay que sumar hoy el territorio que las petroleras, de la mano del Estado, usurpan y contaminan.
Como denunció el diputado del PTS-Frente de Izquierda de Neuquén Raúl Godoy, “para el gobierno lo único sagrado en la Patagonia son las propiedades de Benetton y Lewis”.
Aparición con vida de Santiago Maldonado. Para el gobierno lo único SAGRADO en la Patagonia son las propiedades de Benetton y Lewis.
— Raúl Godoy (@RaulGodoyPTS) 12 de septiembre de 2017
Alejo Lasa
Dirigente nacional del PTS. Coordinó, junto con Raúl Godoy y Grace López Eguía, el libro ZANON: Fábrica militante sin patrones.