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Red Internacional
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Vaca Muerta. Neuquén: Pereyra dio luz verde a los 2.000 despidos en el petróleo

El líder del Sindicato de Petroleros Privados acordó en el Ministerio de Trabajo dar vía libre a miles de despidos en el sector.

Miércoles 25 de enero de 2017

El jefe del Sindicato de Petroleros Privados de Neuquén, Río Negro y La Pampa firmó la eliminación de centenares de puestos de trabajo y consumó una brutal entrega de los derechos de los trabajadores petroleros de la región. Fue en el marco del vencimiento de la conciliación obligatoria dispuesta hace 90 días, que sin embargo se extenderá 5 días más.

El próximo martes, se conocerá el texto final de la adenda al Convenio Colectivo de Trabajo, un ejemplo de flexibilización laboral para todo el país.

"Retiros voluntarios": despidos masivos

Según reconoció el propio Pereyra, quien además es senador nacional por el partido de gobierno neuquino (MPN): “fue una reunión muy dura, pero muy productiva. Teníamos casi 900 despidos y 355 retiros voluntarios, que suman casi 1.200. El Ministro de trabajo firmó el Programa Nacional de reconversión productiva con bonos de hasta 20 mil pesos y transformamos esto en retiros voluntarios. De este modo, van a cobrar en acuerdos de parte como mínimo el 100% de la indemnización más seis meses del bono y la organización sindical les da la obra social”.

Para el senador fue "productivo" un acuerdo por el cuál quedan (según él) 1.255 familias sin empleo. Sin embargo, la cifra que da Pereyra es falsa. Hay que sumar los recientes despidos en Halliburton y Schulmberger (que el sindicalista justificó porque los trabajadores tomaron medidas "por fuera del sindicato"), los cientos de despidos de las distintas contratistas de YPF S.A., los de SP, Petrogas, SAI, Quintana, Petroneu, Huincan SRL, DLS, HP, Tronador, Skaneau, y muchas otras que vienen despidiendo o obligando a los trabajadores a aceptar "retiros voluntarios" desde comienzos del 2016. La cifra es superior a los 2.000 si contamos a los trabajadores que se desempeñan en empresas de servicios por fuera del convenio petrolero y ni siquiera están sindicalizados.

Se trata de un ataque brutal, que termina con el mito de la Vaca Muerta creadora de un boom de empleos y se transforma en testigo para la precarización de los convenios colectivos de trabajo.

Del terror a la desocupación, a la flexibilización laboral

El cálculo de las empresas (entre ellas algunas de las firmas más grandes del mundo), el gobierno nacional de Cambiemos, el provincial del MPN, y el sindicato, es que el terror a la desocupación operará para que el acuerdo flexibilizador en danza pase sin resistencia.

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El claro chantaje es que el próximo martes 31, cuando venza finalmente la conciliación obligatoria, se dará a conocer la adenda al convenio petrolero que, según Pereyra, regirá en principio para aquellos trabajadores que se desempeñen en el "no convencional" (que se extrae con el método del fracking).

Aún cuando no se conoce el texto definitivo del acuerdo, reivindicado por Macri como un ejemplo a seguir en todo el país, lo que se sabe es que precarizará la actividad y reducirá los "costos laborales". Quien mejor lo explicó fue el CEO de YPF S.A., Miguel Gutiérrez, quien sostuvo días atrás que: "hasta ahora eran impensadas cuestiones como la multifunción de los trabajadores petroleros; la definición de cuáles son las dotaciones para prestar cada tipo de servicio; la posibilidad de hacer montajes nocturnos; la definición de operaciones con viento; el desarrollo de operaciones simultáneas”. Un ataque en regla que, desde el punto de vista de las grandes empresas, aumentará la "productividad" poniendo en riesgo la vida de los trabajadores y que ya quieren replicar en los yacimientos chubutenses de Cerro Dragón.

Con este panorama, suenan a espejitos de colores las promesas de una "reactivación del empleo" en Vaca Muerta, que vendría de la mano del acuerdo. Lo único que está claro es que para firmas como YPF S.A. (y sus accionistas privados), su socia Chevron, Total Austral, Pan American Energy, entre otras productoras, refinadoras, y prestadoras de servicios, el combo multiplicará sus ganancias. Reducción del costo laboral, eliminación de las retenciones a la exportación del crudo, aumento del precio del gas, tarifazos en las naftas, etc.

En todo caso, si algún día llegaran las tan anunciadas inversiones y las empresas volvieran a tomar personal, se beneficiarían de las condiciones de precariedad de los trabajadores.

Fuerte rechazo al acuerdo

Las consecuencias, tanto para la actividad, como para el conjunto de la economía de la región (fuertemente dependiente de la actividad hidrocarburífera), son aún incalculables. Tanto es así que hasta el vicegobernador de la provincia, Rolando Figueroa, salió al cruce del acuerdo, declarando que "se habla de reducir costos en la actividad petrolera y generalmente siempre son hacia el mismo lado, hacia la clase trabajadora”. Demagogia, viniendo de parte del gobierno que impulsa este acuerdo.

Entre los trabajadores petroleros, se extiende la bronca por la entrega. Los primeros días del 2017, por primera vez en mucho tiempo, distintos grupos de despedidos tomaron medidas de lucha a pesar de la inacción del sindicato.

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Al respecto el diputado del PTS - Frente de Izquierda, y obrero de Zanón, Raúl Godoy, sostuvo: "se está desarrollando un ataque a los trabajadores sin precedentes. Son miles de obreros que van a quedar en la calle, y que con la caída de la actividad hoy se preguntan cómo van a sostener a sus familias. Esta historia ya la vivimos. Quieren convencer a los trabajadores de que es un logro cobrar una indemnización, un subsidio, pero cuando se acabe esa plata... ¿de qué van a trabajar?"

A su vez, Godoy apuntó a Pereyra: "los sindicatos deberían defender a los trabajadores, pero Pereyra claramente tiene la camiseta de las patronales, que son las mismas que saquean nuestros recursos naturales, contaminan y atacan al pueblo Mapuche, como en el caso del Lof Campo Maripe en Añelo. Pereyra está avalando el ataque más grande en muchos años, algo que no sólo tendrá consecuencias en la región, sino que incluso, si pasa, será un mensaje que leerán todas las patronales del país. Hoy muchos petroleros lo repudian y quieren salir a enfrentar este acuerdo pero se encuentran amenazados entre las multinacionales, los gobiernos y la burocracia del sindicato que persigue y entrega a cada trabajador que demuestre su voluntad de resistir.

Por último, el diputado relacionó lo que sucede en el petróleo con el contexto de ajuste a nivel nacional: "se trata del ataque más grande, pero no es el único. Ahí están los compañeros de AGR - Clarín resistiendo al cierre de la empresa gráfica, los metalúrgicos de Bangho, entre muchas otras empresas que cerraron o despidieron en masa. Estamos viviendo un verano caliente, con un acuerdo claro entre las patronales y el gobierno de despedir y flexibilizar. La tregua de la CGT ya es escandalosa, deberían convocar un paro nacional y plan de lucha ya. En ese camino estamos desde nuestras agrupaciones clasistas y nuestras bancas del Frente de Izquierda y los Trabajadores, mientras apoyamos y participamos activamente en cada lugar donde los trabajadores resisten".