Newell´s rompió una racha de seis partidos sin ganar, tuvo que trabajarlo durante una hora de partido, pero pudo terminar sin sufrir y hasta floreándose. Maxi por dos y Scocco anotaron para el 3 a 1 final. Y Gustavo Raggio respira.
Mauro Yasprizza @mauroyas
Martes 11 de noviembre de 2014 01:30
Foto: FotoBAIRES
El objetivo primario era ganar y se hizo. Como secundario estaba el hecho de jugar bien, cosa que puede ser un poco más discutida. Newell´s lo empezó ganando, se lo empataron en el arranque del complemento, pero supo reaccionar a tiempo, Figueroa le cambió la cara desde el banco y terminó ganando con total autoridad y así sacarse un peso de encima.
El primer tiempo fue realmente para el bostezo, plagado de imprecisiones de ambos lados y sin un dominio claro. Después de un arranque extremadamente repartido, la Lepra tuvo un cuarto de hora de dominio, aunque solo territorial y de posición, ya que salvo un remate de zurda de Scocco, después no inquietó a Torrico.
San Lorenzo volvió a equiparar las acciones, aunque nuevamente a base de pierna fuerte y fricción, sin juego asociado ni situaciones de gol. Todo hacía parecer que el encuentro se iba al descanso sin gritos, hasta que Tévez, de irregular partido, rompió los moldes, volvió a ser el de las primeras fechas por un rato y le cedió a Maxi el primero de sus tantos y el de la noche.
En el inicio del segundo tiempo el local intentó salir a liquidarlo, pero en solo 6 minutos recibió un nuevo cachetazo. Cuando parecía que la cosa estaba controlada, Catalán lanzó el corner desde la derecha, Más cabeceó en el primer palo, Ustari llegó a tapar, pero no hizo más que habilitar a Cauteruccio, quien con el arco a su disposición sólo tuvo que empujarla sobre la línea para estampar la igualdad.
Ninguno de los dos merecía claramente la victoria, por lo que el empate parecía justo. En consecuencia, para romper dicha paridad, Raggio apostó por Figueroa para tener mayor movilidad en el medio y éste le respondió con creces. En la primera, el Sapo remató apenas por encima del travesaño y en su segunda intervención fue clave para volver a poner el rojinegro arriba.
Figueroa encabezó el ataque, éste enganchó para el lado opuesto de lo que pedía la jugada, pero metió una asistencia exquisita para Maxi que definió con poco ángulo, Torrico dio rebote y el mismo fue capitalizado por Scocco, quien ajustició al uno y puso al rojinegro otra vez arriba.
De allí en adelante, fue todo de Newell´s. Se asentó en el campo, empezó a hacer circular la pelota y logró liquidarlo a diez minutos del final. Figueroa volvió a encabezar un ataque, esta vez decidió mal y le cortaron la posibilidad de definir, pero la pelota le cayó a Bernardi, que jugó de primera para Maxi; “La fiera” volvió a frotar la lámpara, controló y definió contra el palo para gritar con real desahogo por primera vez.
Se sumó de a tres, el entrenador amplió un poco sus espaldas y los hinchas pudieron borrar las últimas imágenes. Seguramente quede mucho por corregir y mejorar, pero para ello ya habrá tiempo. El clásico y los seis sin ganar quedaron atrás y esta victoria debe ser el cimiento de la refundación del equipo.