EMPATE CON QUILMES. Newell’s: un punto que no le suma demasiado

Newell’s sigue sin poder despegar y dar ese salto de calidad que necesita para fortalecer el presente y encarar el futuro cercano con otro semblante, avizorando en el horizonte cercano los cotejos con River y Central. Es que en la tarde de ayer, frente a Quilmes, en el sur del Gran Buenos Aires, se llevó un empate que no le suma demasiado, en un partido que fue emotivo, vibrante y de ida y vuelta en una cancha muy pesada y en la que por momentos se hizo imposible jugar por abajo y con la pelota al pie.

En ese marco, Newell’s apeló a su libreto de siempre, de intentar por abajo en una cancha tortuosa, pero que se las ingenió para tratar de armar algo en ofensiva, ante un equipo cervecero que se acomodó bien a las circunstancias del encuentro y le jugó de igual a igual en gran parte del partido, pese a venir muy golpeado.

La Lepra logró sacar ventaja a través de Maxi Rodríguez, a los 33’, quien aprovechó un error del defensor Carrasco, para mandar el balón al fondo del arco y decretar la apertura para la Lepra, pero no la supo mantener y siete minutos después Gonzalo Klusener hizo un golazo, con una comba al segundo palo.

Newell’s arrancó mejor en el partido y tuvo un par de chances, pero Quilmes de a poco se acomodó mejor en un campo de juego muy pesado.

Primero lo tuvo Maxi Rodríguez, que a los 3’ metió un zurdazo al segundo palo que se fue cerca, aprovechando el campo pesado. Y unos minutos más tarde, el chaqueño Orzán llegó por el segundo palo para peinar un balón, que se fue muy cerca del palo.

Quilmes también se acercó con peligro en un par de situaciones, que pusieron en riesgo el arco defendido por Ustari. Como en un cruce providencial de Ortiz, cuando Nico Cabrera quedaba mano a mano con Cabrera. O a los 30’, cuando el defensor Martínez metió un tiro libre desde lejos, que Ustari sacó con esfuerzo al córner.

El partido era intenso y parejo en una cancha muy difícil, pero surgió una vez más la figura de Maxi Rodríguez para aprovechar un error del defensor Carrasco, que tras bajarla en el área dudó un segundo y la Fiera la tocó al fondo del arco para decretar la apertura para la lepra.

Sin embargo, unos minutos después apareció Klusener para meter el empate para Quilmes (garrafal falla de Ortiz) en un cotejo parejo, intenso y con alternativas cambiantes a lo largo de la etapa.

El complemento fue un calco del primero, con los dos buscando el arco contrario, a su manera, con Newell’s tratando de hacerlo con la pelota al pie y el cervecero más a partir del pelotazo. En ese marco, al minuto lo tuvo Fernández, tras una floja respuesta del Kichu Díaz, pero el zurdazo se fue afuera.

Y más tarde, lo tuvo Casco a los 5’, con un derechazo que Martínez mandó al córner, cuando el bombazo requería red.

El partido era de ida y vuelta y no daba tregua. Y en otra llegada del cervecero, lo volvió a tener Fernández, pero Ustari (la figura leprosa) con el pie evitó la caída del arco rojinegro, a los 18 del complemento.

Un remate de lejos de Maxi pasó cerca del segundo vertical de Dulcich, cuando la suerte del partido ya parecía echada y ninguno lograba imponer su juego ni su supremacía, más allá de que los dos dieron todo y ninguno se guardó nada, en un partido muy vibrante y emocionante, en el que el estado de la cancha también fue determinante para el funcionamiento de los dos equipos.

Así, en una cancha escabrosa, la lepra no logró remontar y no se pudo afirmar para dar el salto de calidad que necesita para revitalizarse y encarar el futuro cercano con otro semblante, especialmente cuando en el confín aparecen nada menos que River y Central.