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Red Internacional
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Poesía. Ni un Luciano más

En el marco de los 7 años de la desaparición de Luciano Arruga, joven de la Juventud del PTS de Laferrere escribe el siguiente poema.

Martes 2 de febrero de 2016

Cada vez que una persona se cruza de vereda cuando ve a un pibe con gorrita pienso en Luciano.
Cuando escucho a alguien pedir más mano dura, más yutas en las calles pienso en Luciano.
Cada vez que escucho decir que hay que matarlos a todos esos negros villeros, pienso en Luciano.
En Luciano y en todos los años que le robaron, las sonrisas que le arrancaron, la vida que le arrebataron. Casi todo le arrebataron, todo en un toque. La vida, las ganas, los sueños, los hijos, las alas, el futuro.
Le sacaron mucho. Hasta sus derechos. Todos sus derechos. Sólo por gritarle que NO a la policía. Ese "No" marcó su sentencia de muerte.
Las cosas horribles que le habrán hecho sentir. Las marcas que debió tener sobre el cuerpo antes de cerrar los ojos.
Pienso en Luciano. Pienso en sus gritos de bronca y de dolor.
Pienso en Luciano y en todos los pibes víctimas de gatillo fácil.
Todos los pibes pobres de este conurbano. Que el Estado y sus funcionarios los mantienen desaparecidos.
Luciano es otro pibe más.
Otro pibe más.
Desaparecido, detenido y golpeado. Asesinado por la maldita policía que recurre a pibes como él para servirles el banquete. Encubiertas por este sistema nefasto. Que nos sigue oprimiendo a los vulnerables.
Luciano es uno más de los más de 4000 pibes víctimas de los gatillos del poder. Que siguen naciendo más allá de los márgenes.
Y pienso en Luciano, se me hierve la sangre. Y lloro. Ojalá lo lloremos todos. Todos lo tenemos que llorar. Todos tenemos que gritar su nombre para que lo escuchen. Para que sepan que hay muchos Lucianos.
Acá.
Allá.
En todos lados.
Ahora es bandera.
Esos hijos de mierda no le robaron todo del todo. Sus valores y su orgullo no pudieron sacarle. Luciano no se doblegó ante ustedes. No pudieron.
Luciano los mira desde arriba, pedazo de giles. Desde la altura que le da la lealtad a sus principios.
Y él nos dio todo a nosotros: Una chance más para creer en algo distinto. Porque el fue la prueba de que existe un mundo distinto. Un mundo donde elegimos ser nosotros y no lo que nos presionan que seamos.
Y por esa razón.
Seguimos acá. Luchando.