El jefe del ministerio de educación, Cataldo del Partido Comunista, dijo en el programa “Mañana será otro día” que espera que el paro indefinido convocado por el Colegio de profesores no se realice porque “ellos ya entregaron sus propuestas”, que según profesores son insuficientes.
Viernes 25 de agosto de 2023
El jefe del ministerio de educación, Cataldo del Partido Comunista, dijo en el programa “Mañana será otro día” que espera que el paro indefinido convocado por el Colegio de profesores no se realice porque “ellos ya entregaron sus propuestas”, que según profesores son insuficientes.
Ya han pasado más de dos años del gobierno de Boric, y han demostrado que llegaron al poder para negociar todo con la derecha en las altas y elegantes salas del empresariado, y entregar migajas como todo un gobierno de la ex Concertación. Los movimientos sociales que apoyaron a este gobierno han tenido que guardarse en sus casas a esperar que los políticos lleguen a acuerdos, que contente a los empresarios y a la ”clase media” más conservadora y ambiciosa. Esto solo ha beneficiado a la extrema derecha de Kast y sus fanáticos, los “Republicanos”.
Y es que hace años estamos en momentos de crisis, la rebelión popular fue solo una expresión más, de décadas de movilizaciones, con estudiantes, profesores y sectores de izquierda encabezando aquellas protestas y tomas. El gobierno de colación del PC y el FA junto a los neoliberales de siempre de la ex Concertación vino a tratar de darle un respiro a los dueños del país, vendiendo ilusiones a las masas descontentas, sufriendo por la carestía de la vida pero en su mayoría silenciosas aún. Una vez más la respuesta a las y los profesores es de migajas y una promesa para que esperen calladitos sin salir a la calle porque “eso no ayuda” a que la derecha de los votos. Cuento repetido este.
La promesa de que la deuda histórica será pagada en cuotas al profesorado parece “esperanzadora” en un país en que todo se paga en cuotas, pero la verdad es que miles ya se han muerto esperando, y el tiempo no perdona. Pero este es solo un aspecto, ya que las movilizaciones del Colegio de Profesores no solo significa que sostienen el petitorio presentado por la directiva, sino que se movilizan exigiendo que el gobierno cumpla su programa de fortalecer la educación pública, porque vive una crisis sin precedentes, pero el gobierno ya renunció a su programa. Los niveles de violencia, de agobio laboral, de precariedad son síntomas de más de 40 años de neoliberalismo y un Estado que no está hecho para garantizar este derecho. Tras gobiernos y gobiernos, de centro izquierda y derecha, solo se ha aumentado el negocio y la precarización de la educación pública.
Aquel es el motor de las movilizaciones de las y los trabajadores de la educación, donde no hay que olvidar a las más precarizadas, las “tías de INTEGRA”, que llevan más de un año esperando cuestiones “mínimas” y urgentes, pero que el Ministerio de Educación ha ignorado hasta el día de hoy. Piden que se contrate una persona más por recinto, que se igualen (hacia arriba) los sueldos, demostrando la solidaridad de clase al ver cómo sus propias compañeras hacen un trabajo igual o más pesado, igual de necesario, en los jardines y les pagan menos. Y en definitiva, exigen que se les escuche y se les respete cumpliendo los acuerdos.
Las y los estudiantes secundarios que han comenzado nuevas evasiones masivas en el Metro de Santiago demuestran el descontento contra un sistema podrido, que sigue encareciendo la vida de sus familias y “nadie hace nada”. Podríamos afirmar que hace décadas, año tras año, escolares se organizan y manifiestan con distinta intensidad y repercusión mediática. Es expresión de un problema estructural, que se mantiene y ningún gobierno ha solucionado. La precariedad de la educación pública, en su nivel inicial, escolar y superior.
Si se movilizan en los liceos se les persigue con la ley de Piñera “Aula Segura”, por eso ocupan el “espacio público” y qué más público y estratégico que manifestarse en el Metro de Santiago, arteria fundamental de la metrópolis donde se traslada la clase trabajadora, que junto a las micros, otro sector estratégico, son la cara de otro negocio más.
El aumento del Metro y del transporte público está injustificado, ya que es una empresa que anualmente aumenta y aumenta sus ganancias, que dentro de otras cosas le permite sostener a gerentes (nombrados por el gobierno de turno) con sueldos millonarios que superan la cifra de 15 millones de pesos mensuales. La “comisión de expertos” defiende los intereses de esos empresarios del transporte “público”.
Aparte, evadir el Metro ya es un símbolo del inicio del período más convulsivo de los últimos 3 años, cuya razón de ser era mostrar la rabia y las ganas de cambiar todo, en términos “democráticos” (cambiar la constitución principalmente). El enfrentamiento de las y los secundarios es una batalla contra sus autoridades en los colegios, contra los municipios que reprimen y no se hacen cargo, contra el ministerio de educación y el gobierno.
Obviamente también se enfrentan a la derecha que los criminaliza y que sostiene el negocio de la educación (porque tienen plata invertida en universidades y colegios). Estos han sido los primeros en salir a combatir a profesores y estudiantes por reclamar lo justo y necesario, demostrando una vez más que no tienen ninguna intención de “aprobar” lo que el gobierno les pida para cumplir con sus reclamos. ¿Entonces…?
El gobierno juega un partido que sabe que perderá. Dicen que tienen que negociar con la derecha pero ésta viene ganando con bastante ventaja. Esto además de sacarles lágrimas a boricistas ilusionados pero ingenuos, muchos militantes que se dicen comunistas o socialistas, genera que la derecha se sienta confiada y “democráticamente” legitimada para pasar ataques. La “izquierda” hace años ya debiese haber aprendido que con la derecha no se dialoga. Tienen todo para ganar en un régimen que heredamos de la dictadura militar. Salvo la masividad en las calles y el potencial de control de toda la economía.
La promesa que hace Cataldo sueña añeja, no hay porqué creerle al ministro. Ponen sus esfuerzos en hacer lobby parlamentario en vez de desarrollar la organización y movilización de los “movimientos sociales” que decían representar. Una izquierda consecuente se la tiene que jugar por construir espacios de reflexión, discusión y acción para conquistar las demandas que se proponen.
Las evasiones masivas y las movilizaciones de trabajadoras/es de la educación son ejemplos de un método necesario, la protesta social, pero hace falta organización en asambleas, coordinadoras y unidad para fortalecer el único camino que hará posible cambiarlo todo y poner nuestras prioridades primero. La unidad de estudiantes secundaries y universitarias/es con trabajadores está planteado y se hace urgente, si conquista la independencia política del gobierno de Boric y se une para enfrentar a la derecha y a los empresarios, puede abrirse una esperanza de cambios.
Este es el camino que seguimos desde VENCER y la lista “Por una FECH desde abajo: ¡con la izquierda consecuente, avanzar sin transar!”, y que les invitamos a seguir, para que desde el movimiento estudiantil volvamos a hacer historia y nos organicemos con las y los trabajadores para conquistar nuestras demandas.
Yuri Peña
Licenciado en Historia. Estudiante de pedagogía en la U de Chile. Militante de VENCER y del Partido de Trabajadores Revolucionarios