La autora, nieta recuperada por las Abuelas de Plaza de Mayo, y Chicha Mariani, fundadora de esa organización, responden a una campaña reaccionaria de algunos medios de comunicación.

María Victoria Moyano Nieta restituida por Abuelas de Plaza de Mayo - Referente del CeProDH
Martes 3 de mayo de 2016
Desde que asumió Mauricio Macri hemos tenido que enfrentar un discurso teñido de falsedades, incluso cuestionaron la legitimidad de los nietos recuperados.
Primero, desde una nota editorial del diario La Nación del 23 de noviembre de 2015, instaron a la libertad de los genocidas y reeditaron la teoría de los dos demonios para, en definitiva, reclamar impunidad.
Dos meses después, el ministro de Cultura del actual Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Darío Lopérfido, sostuvo que “en Argentina no hubo 30 mil desaparecidos” y agregó que esa cifra “se arregló en una mesa cerrada” para “conseguir subsidios”. Algo sobre lo que tuvieron que dar explicaciones ante el más amplio repudio de organismos de derechos humanos, intelectuales, artistas y periodistas.
Y casi dos meses después, el miércoles 13 de enero de 2016, Juan Ricardo Mussa, Presidente de la ONG Paso por Paso Argentina, presentó una denuncia penal en consonancia de las declaraciones de Lopérfido, donde afirma que “por derecho propio y en nombres de todos los Argentinos” se presenta para solicitar que se investigue la posible comisión de los delitos de defraudación por supuestas restituciones de identidades falsas de nietos recuperados que habrían tenido la finalidad de obtener los subsidios y reparaciones económicas del Estado.
En varios portales la noticia fue titulada “Por nietos truchos: Denuncian delitos de acción pública”.
Esa denuncia fue presentada ante el Juzgado Federal N° 3 de La Plata, a cargo del juez Ernesto Kreplak, con intervención de la fiscal Ana Russo. Y sobre esto me quiero detener.
En la denuncia el abogado Enrique Piragini solicitó que “todos y cada uno de los nietos recuperados vuelvan a realizar estudios genéticos” habida cuenta de que en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) se habrían detectado irregularidades.
Piragini llega al punto de solicitar que “se exhume el cadáver de la nieta recuperada que apareciera ‘suicidada’” en La Plata y que se allanen las sedes de Abuelas y Madres de Plaza de Mayo y del BNDG y “se secuestren los legajos de cada uno de esos nietos recuperados”. Entre los denunciados se encontraban Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto.
Todos los portales que a lo largo y a lo ancho del país publicaron esta denuncia no continuaron informando el derrotero de semejante causa judicial. Lo cierto es que, tanto la denuncia como las medidas solicitadas fueron desestimadas por la fiscal y por el Juez y finalmente archivada la causa, lo que incluso no fue apelado por el abogado que pretendía actuar en nombre “de todos los argentinos”, porque semejante disparate no contaba con una sola prueba, y quedó claro que la única finalidad era la operación política y mediática.
Dos reflexiones
De aquí se abren dos reflexiones, la primera es que es evidente que la política del “republicano” gobierno actual es, a través de diferentes operaciones (cada dos meses) buscar la impunidad de todo los genocidas: militares, eclesiásticos, civiles, empresarios amigos beneficiados con la dictadura como la familia presidencial, y tantas otras que hoy ven representados sus intereses en el actual gobierno, así como la reconciliación con las Fuerzas Armadas.
La segunda es que no podemos permitir que estos medios de comunicación reproduzcan información de manera completamente irresponsable, operadores que pretenden instalar desde el gobierno, entre otras posiciones, que los 30.000 no son “tantos” o que los nietos somos truchos y desprestigiar ante la opinión pública a las víctimas del terrorismo de Estado, atentando contra una verdad histórica.
Estas operaciones buscan imponer que a 40 años tenemos que aceptar y naturalizar no saber el destino de nuestros padres, compañeros y hermanos. Porque es claro que hasta acá, a los nietos y nietas nos encontraron nuestras abuelas, familiares y compañeros, pero también la sociedad que denunció y denuncia sin parar, que pese a tanta impunidad ningún gobierno pudo frenar.
Inmediatamente luego de saber que la denuncia contra los nietos restituidos no tuvo curso e indignada por semejante bajeza, fui a ver a "Chicha" Mariani, que hoy con sus 92 años sigue buscando a su nieta Clara Anahí, incólume luego de 40 años, con la satisfacción de haber encontrado a tantos nietos y nietas, pero con la tristeza de que aún no llega Clara Anahí.
Chicha me dijo estas palabras para que las transmitiera: “Todas las personas que saben datos sobre desaparición y apropiación de niños acerquen lo que saben para ayudar a devolverles su identidad y vida propia. Un país no puede llevar en sus entrañas tamaña violación a los derechos de los niños (hoy jóvenes), que pueden seguir viviendo todo el resto de sus vidas con una identidad cambiada, sin dejarlos ser ellos mismos. Se tiene que pensar que es hora de terminar con la violación de sus derechos que estamos ayudando a ocultar sino lo denunciamos y limpiar la atmósfera denigrante que se va creando alrededor de esta terrible violación”.
Justamente estas son las palabras que viene repitiendo hace 40 años, me pareció la mejor manera de contestar, una vez más, esta operación entre tantas como aquella de las “viejas locas de Plaza de Mayo”.
¿Quiénes son los que denuncian que hay nietos truchos?
Juan Ricardo Mussa el presidente de la ONG Paso por Paso Argentina. Según Infobaires “operador Macrista”, hombre de 67 años que tiene en su historial más de veinte intentos para ser electo en casi todos los puestos legislativos y ejecutivos que existen. Es dueño de una fábrica de lonas para piletas y camiones que le permite perder y presentarse a elecciones sin importarle demasiado las consecuencias. Su mayor perfomance electoral fue en el año 1999, cuando obtuvo casi 4 mil votos: un número que nunca pudo volver a alcanzar.
Enrique Piragini, que lleva a cuestas un abultado número de denuncias, ganó fama días atrás cuando hizo una denuncia por presunto “abandono de persona” en perjuicio de Diego Maradona. Piragini pidió que se investigue si alguien de su entorno incurrió en ese delito en perjuicio del exfutbolista.
El juez de instrucción Marcelo Alvero desestimó la denuncia por “ausencia de delito”. Piragini, asiduo caminante de los Tribunales, suele hacer sus denuncias en nombre de la ONG que preside, denominada “Argentina Recupera Idoneidad en Libertad” (Ariel), más comúnmente conocida como “Ariel somos todos”.
El titular de Ariel se enorgullece al asegurar que, en poco más de un año, hizo “más de cien presentaciones”. Hasta él mismo reconoció ante la prensa que “a veces llaman la atención porque parecen tontas para la gente que no sabe”. Sus denuncias, además, no hacen discriminación de rubro: presentó escritos vinculados con ecología, salud y corrupción.
Blogs donde fue publicada la noticia de la que se reclama desagravio