Las frases no son nada sin las palabras y ellas son como aire sin las letras. Estas últimas solo existen cuando se reflejan en lo que vemos, lo que tocamos, lo que olemos, sino se esfuman en el aliento.
Viernes 12 de julio de 2019 12:55
Foto: Michal Macku
Liturgia interna en el espejo del alma humana
Por única vez, observa el sonido y escucha los cuadros
Ampulosos estruendos sueltan las voces de los que se jactan ser del pueblo y exprimirlo es su mayor virtud
Nunca miente el inconciente
Traiciona al pasmoso robot que pretendidamente intentamos creernos ser
Ligustrinas rojas en las medianeras de los estados rebeldes de tu imaginación
Rompen fronteras los brazos unidos de todos los que emplean monolíticamente, el gesto corporal constante, relativo al trabajo que les tocan desarrollar cada día
Ásperos suburbios de mugre impregnada en las alcantarillas urbanas, o en la cara de los viejos que viven de bajo del puente
No comen miles de niños para colmar las enormes barrigas de un puñado de holgazanes ricos de dinero, miserables de espíritu
Asesinan negros, mujeres y adolescentes villeros, aplastan noche a noche a millones de mineros, matan docentes, testigos claves, obligan sin un arma en la cabeza a revolver basuras para poder comer
Hoy despertaste siendo cómplice de este escenario de miserias colectivas y preferiste observarlo por el televisor, algunos conservan la salud sólo por su escasa memoria