La Comuna de Oaxaca de 2006 fue una de las luchas más importantes del país, en esta resistencia heroica participó un gran sector de la población, entre ellos se encontraban niños que combatían a la policía o se organizaban en sus escuelas.
Miércoles 24 de agosto de 2016
El día de 23 de agosto del 2016, en su noticiero vespertino de MVS, el conductor Alejandro Cacho trasmitió testimonios de niños que han participado en las movilizaciones populares del 2006 y las de días recientes. El conductor se compadecía de ellos, denunciaba su participación en tales actividades, que expresaran su solidaridad con el movimiento o su decidida intención de enfrentar a los policías. Les confieso que me enoje e indigne.
De mi experiencia en estos años, muchos de esos niños son habitantes de las calles de Oaxaca. Esos niños quienes venden cigarros o chicles en la calle. De esos se compadecía el conductor de radio, pero no de su pobreza sino de su politización. No solamente esos niños han participado en las movilizaciones en Oaxaca: niños trabajadores en tiendas de autoservicio, niños banda, niños chacas, niños campesinos, niños de barrio, hijos de maestros.
Les confieso yo fui uno de esos niños, me tocó vivir el 2006 y participé de ese momento político y hasta el día de hoy. Fue una experiencia que marcó mi vida para siempre. Entendí en esos días que mi vida, aunque corta tenía más sentido. Que solamente yo podía ser y construirme en relación con las otras personas. Viví en esos meses del 2006 y los años siguientes sucesos que me enseñaron más que en cualquier escuela.
Años antes mi mente infantil se preguntaba constantemente ¿por qué me sentía más feliz con mis amigos del pueblo? Eran niños de escasos recursos, ninguno de ellos estudio la universidad y mucho menos tiene un trabajo estable. Casi ninguno tiene seguro social y menos de la mitad estudiaron el bachillerato.
Esta situación que viví: el contraste entre la gente de dinero de la ciudad y los pobres de la periferia. Siendo niño me causaba muchos conflictos, tal vez porque era más sensible que otros o por ser observador. Pero cuando sucedió la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca y el levantamiento magisterial lo pude entender. No era mi culpa, tampoco de mis amigos. Era simple y sencillamente culpa del capitalismo y se acentuaba por la condición colonial en que vivía y vive la población de Oaxaca.
Por esos años resolví dentro de mí, que mientras viviera haría algo. Posiblemente no mucho, pero de lo que mis débiles y sencillas fuerzas pudieran. Que mi condición de joven no podía ser indiferente. Precisamente la forma de hablar del conductor de MVS me trajo a recordar todo aquello.
El pensamiento del conductor, si bien motivado por su condición de “comunicador parcial”, expresaba una actitud de muchas personas cuando hablo con ellas sobre el conflicto en Oaxaca. Siempre con un tono que compadece. Entiendo que nos compadecen porque hay un sector amplio de Oaxaca que lucha por cambiar su condición de vida y no son solamente los maestros. En Oaxaca hay muchos más procesos de lucha que los maestros. Y al igual que el señor Cacho nos compadecen.
No es necesario que nos compadezcan, no es necesario tampoco que se movilicen por quienes ya están luchando. Háganlo por ustedes, luchen y organícense por sus familias, amigos, universidad, trabajo. No es necesario que nos compadezcan, en todo caso, compadezcan a quienes ya se dejaron aplastar, por esos viejos en cuerpos de jóvenes que solamente esperan inmóviles la llegada de la muerte. No a los niños que luchan.