El slogan de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México y la "transformación" anunciada por López Obrador no llegaron a las mujeres. Informe muestra aumento de violaciones y femicidios.
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Nancy Cázares @nancynan.cazares
Viernes 5 de abril de 2019 09:01
Un informe dio cuenta del incremento en violaciones y en femicidios con relación al 2017 en la Ciudad de México. Las alcaldías con más crímenes son gobernadas por Morena, partido de la "transformación" que no llega para las mujeres.
En conferencia de prensa, esta semana el Observatorio Nacional Ciudadano y el Observatorio Ciudadano de la Ciudad de México presentaron su Reporte de 2018 sobre Incidencia Delictiva.
Además de informar que el número de asesinatos en la Ciudad de México había presentado en 2018 un incremento del 16.9%, destacaron un aumento en la incidencia de femicidios y violaciones sexuales. El aumento fue de 8.6% y 124.2% respectivamente con relación al 2017.
Datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que apenas en 2015 comenzó a llevar un registro de femicidios, revelan que en los primeros dos meses de 2019 se han registrado 147 crímenes (2.6 por día). En 2018 registró en el mismo lapso 131 femicidios, mientras que en 2017 fueron 111. Se tratan de tendencias que, año con año, van siempre a la alza, tal y como señala la periodista Verónica Díaz en el diario Milenio.
Desde 2015 no se había registrado un incremento en la tasa anual de femicidio en la Ciudad de México. Se trata de la entidad número 19 en estos crímenes a nivel nacional.
En 15 de las 16 alcaldías, el delito de violación presentó un incremento en 2018. El femicidio creció en alcaldías como Iztapalapa, Venustiano Carranza, Gustavo A. Madero, Tláhuac y Tlalpan. Cuatro de ellas gobernadas por Morena y una -Venustiano Carranza- por la alianza PAN-PRD.
Tlalpan (6 casos), Tláhuac (3) y Miguel Hidalgo (3), alcaldías gobernadas por Morena, ocupan los tres primeros lugares en femicidios en la Ciudad de México.
A nivel nacional, los estados con mayor número de femicidios son Veracruz, Estado de México, Nuevo León, Sonora y Jalisco, con 21, 16, 11, 10 y 9 casos, respectivamente. Puebla comenzó 2019 con 7 femicidios, un incremento del 133.33% en la incidencia con relación al primer bimestre de 2018, cuando se registraron 3 de estos crímenes en la entidad.
En estas cifras de violencia contra las mujeres, sesgadas aún por las trabas que imponen las autoridades para denunciar estos crímenes, así como por el ocultamiento de las cifras denunciado por distintas organizaciones y colectivos, habría que incluir los despidos y la represión.
Y para las mujeres ¿cuál transformación?
Estas cifras detallan lo que las mujeres salimos a denunciar masivamente el pasado 8 de marzo a nivel nacional y desde hace años con el Ni Una Menos. Que la violencia contra las mujeres, de la cual el femicio es el último eslabón de brutalidad, afecta casi de manera generalizada a niñas y mujeres por todo el país. Que mientras el gobierno de Morena sigue hablando en nombre de nuestros derechos, sigue sin garantizar las medidas mínimas que reclaman las mujeres como una forma de paliar el flagelo de la violencia.
Fue gracias a la lucha de las mujeres, con las madres de víctimas de femicidio y desaparecidas al frente, que se arrebató el reconocimiento de este crimen y que el tema, en lo general, ha pasado a ser parte de la agenda legislativa y del discurso de políticos y partidos en el Congreso.
No es gratuito que una de las primeras medidas de Claudia Sheinbaum como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México fuera presentar un plan de "acciones inmediatas" para combatir la violencia de género y anunciara un gabinete del que destacó la participación de mujeres en su gobierno. Se trata de medidas demagógicas para simular preocupación (y ocupación) por un tema que no parece tan prioritario como la relación de su administración con empresarios como los agrupados en el llamado G9.
Las medidas emprendidas por Sheinbaum -que fueron también en respuesta a la denuncia y movilización contra los secuestros en el metro de la Ciudad-, contemplaron la designación de abogadas para las mujeres en los ministerios públicos; la capacitación de conductores y la capacitación de policías para brindar atención a casos de violencia de género ocurridos en el transporte público.
El slogan de Sheinbaum que anunciaba un "tiempo de mujeres en la Ciudad de México" se quedó en eso. En las primeras semanas de su administración miles de mujeres trabajadoras estatales e irregulares fueron despedidas junto a sus compañeros. Mientras la prensa daba cuenta de más de 12 mil despidos en su primer mes de gobierno, Sheinbaum insistía en negar que hubiera despidos masivos, a los que prefirió llamar "reestructuración".
Y es que las mujeres, además la violencia femicida, enfrentamos las políticas "de austeridad" que lleva adelante el gobierno de Morena, con pleno acuerdo por parte de los demás partidos del Congreso. Fueron ellos quienes aprobaron en pleno, por ejemplo, la militarización del país por medio de la Guardia Nacional. Aprobaron también un presupuesto que, además de destinar más dinero a las fuerzas armadas que al fomento a la cultura, aprueba una serie de recortes que ya amenazó con eliminar estancias infantiles y refugios para mujeres víctimas de la violencia, medidas que, por otro lado, han presentado gran resistencia por parte de las mujeres trabajadoras.
Las medidas implementadas por decreto y sin el presupuesto necesario revelan el nulo interés del gobierno por "prevenir" y mucho menos erradicar la violencia contra las mujeres.
La brecha salarial, que tiene a las trabajadoras mexicanas ganando entre 16% y 34% menos que los hombres, es un eslabón más de las cadenas que oprimen a las mujeres, junto a otros factores que agudizan el grado de vulnerabilidad, como el acceso a la educación, a la salud y a la justicia.
El incremento de las sanciones penales y medidas que "vigilan y castigan", se han demostrado impotentes para inhibir la incidencia de estos crímenes.
La consigna que las mujeres de Pan y Rosas gritamos junto a las madres de Ciudad Juárez desde 2009 sobre la responsabilidad del Estado en el femicidio se vuelve concreta. Es claro que mientras los gobiernos siguen enarbolando políticas que simulen atención a la crisis, la violencia patriarcal sigue arrebatando la vida de 9 de nosotras al día. La denuncia del carácter estructural de la violencia visibiliza además que esas nueve son mujeres de sectores populares, de familias trabajadoras que son las más golpeadas por la "austeridad republicana" de López Obrador.