Los méritos que la juventud trabajadora hace todos los días sólo se retribuye con más precarización y problemas de salud.
Domingo 10 de julio de 2016
Hace rato me crucé de casualidad de nuevo con la propaganda de Chevrolet en la que todos hacen mérito para comprarse un auto, fue inevitable acordarme de mis compañeros de la fábrica.
Nos dicen que en la cultura del trabajo hay que hacer mérito para poder superarnos, pero el miedo a perder el trabajo y quedarse en la calle hacen que el mérito que hacen muchos en la fábrica sea ir a laburar totalmente enfermos, golpeados y hasta accidentados. Son las 5:40 am todos nos juntamos en la puerta a fumar el último pucho antes de arrancar y ahí lo vemos venir a GP con cara de destruido:-“hoy me levanté mal”, nos dice, “anoche no pude dormir por los vómitos”. Claro ya todos sabemos que el tiene cálculos en la vesícula y se tiene que operar urgente. “Ahora vengo”, nos dice y se va a vomitar atrás del auto para que no lo vea ningún líder así no saben que está enfermo. Porque él y todos sabemos que para conseguir la efectivización hay que hacer mérito, hay que pasar al menos una noche a la semana en el hospital con suero y darse el alta solo a las cinco de la mañana para ir a laburar y así, cuando pase el tiempo y la enfermedad empeore, a lo mejor lo efectivizan y se podrá hacer operar.
Pasan los días. Cuando voy a prender las maquinas como todos los días se acerca JM a saludarme y noto que esta rengo. –“Qué te paso hermano?”. “No sabes -me dice-, el domingo a la madrugada choqué en la moto, me di la cabeza contra el semáforo y me desperté en el hospital. Estuve todo el domingo internado, pero esta madrugada me tuve que ir para venir a laburar porque están echando contratados”. Me muestra la rodilla y la hinchazón no dejaba distinguir entre muslo rodilla y pantorrilla. “Por favor no le digas al líder”, me dice antes de irse al fondo de la línea a poner botellas para que no lo vean. Él también sabe que para quedar en planta hay que hacer mérito. Todos sabemos que para alcanzar el mérito de mantener el laburo, no nos tenemos que enfermar, no tenemos que tener ningún problema familiar, no tenemos que tener ningún accidente, no tenemos que estar cansados, y no nos tenemos que quejar por cobrar tan poco. Será acaso esa la felicidad de la que habla Macri y los gobernadores?
No estamos felices, estamos precarizados. Hacemos méritos todos los días, echamos a rodar la rueda del mundo con nuestras manos pero los réditos se los llevan otros, amasando fortunas incalculables a costa de nuestras vidas.