Durante la conferencia matutina de este miércoles, López Obrador señaló que, tras las elecciones venezolanas del pasado 28 de julio, "no hay pruebas [de fraude] en el caso de Venezuela, nosotros sí teníamos pruebas".
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Miércoles 31 de julio
La conferencia de este miércoles el presidente López Obrador señaló que, luego de las controvertidas elecciones del pasado 28 de julio, en las que presuntamente resultó ganador Nicolás Maduro, quien se reelige nuevamente como presidente, "no tengo elementos, no hay pruebas, en el caso de Venezuela, nosotros sí teníamos pruebas". Esto en referencia a las acusaciones de fraude electoral por parte de la oposición venezolana.
López Obrador aún no salió a reconocer el triunfo de Maduro, añadiendo que la secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, no participará en la reunión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que sesionará para discutir las elecciones venezolanas. Acusó a esta organización de injerencismo (como ya lo ha hecho antes, como fue el golpe de Estado de 2019 de Bolivia).
No vamos a participar porque no estamos de acuerdo con la actitud de parcialidad de la OEA. Antes de conocer resultados, el director de la OEA, Almagro, ya había reconocido a uno de los candidatos, sin pruebas de nada, entonces ¿para qué vamos a una reunión así?
Las elecciones le dieron el triunfo a Maduro con el 51% de los votos según el Consejo Nacional Electoral (CNE), órgano que coordina las elecciones en el país sudamericano. Por otra parte, la oposición de derecha, de la mano de su candidato oficial, Edmundo González, quien a su vez representa a la golpista sistemática, María Corina Machado, sostienen que su candidatura obtuvo el 70% de los votos, con lo cual se sostienen para afirmar que hubo fraude electoral.
López Obrador sostiene que no hay aún elementos para afirmar que se trató de tal escenario. Afirmó que "para empezar, oficialmente se habló de que había tenido Calderón y el PAN una ventaja del 0.5 %, creo que 240 mil votos. Entonces pedimos que se contaran los votos y se negaron, y además dimos a conocer muchas pruebas de fraude".
Sin embargo, incluso si el resultado fuera "legítimo" (en términos técnicos), dos cosas son indiscutibles: por un lado, el desgaste del chavismo, pues de ser ciertos los números del CNE, quiere decir que casi la mitad de la población venezolana está en desacuerdo con el gobierno de Maduro. Por otra parte, como han señalado nuestros compañeros de la Liga de Trabajadores por el Socialismo, organización que en Venezuela impulsa La Izquierda Diario, las elecciones estuvieron repletas de cuestionamientos.
Por ejemplo, señalan que desde meses antes se venían proscribiendo candidaturas no sólo de derecha, sino sobre todo y en particular de la izquierda opositoras al chavismo. El gobierno de Maduro ha degenerado en un gobierno cada vez más autoritario y con planes cada vez más neoliberales que nada tienen que envidiarle al gobierno de ultraderecha de Milei en Argentina.
Como señalan nuestros compañeros en Venezuela, "los planes económicos de María Corina y Edmundo González, no son muy diferentes a los de Maduro, en cuanto a privilegiar las ganancias empresariales, de los grandes comerciantes y los intereses de los ricos, por encima de cualquier otro interés o derecho de los trabajadores y el pueblo, ¡y eso no se aplica sin represión!".
Por esta razón es que nuestros compañeros de la LTS impulsaron la campaña "la clase trabajadora no tiene candidato", con la cual intentaron impulsar un polo independiente y de izquierda anticapitalista contra el gobierno de Maduro.
Si bien apoyamos el legítimo descontento de las masas venezolanas (expresado en los cacerolazos y manifestaciones espontáneas en barrios históricamente controlados por el chavismo) y rechazamos la represión del chavismo, señalamos la importancia de la publicación de las actas electorales sin por ello respaldar la candidatura de González y su titiritera Machado.
La respuesta a la crisis venezolana debe ser independiente de ambas variantes capitalistas (una "nacionalista" y "bolivariana" en el poder que favorece a quienes respaldan su gobierno, otra neoliberal y entreguista abiertamente al imperialismo) y con protagonismo de la clase obrera, profundamente golpeada y desmantelada luego de años de respaldar al chavismo que logró cooptar dirigentes y organizaciones. ¡Ninguna confianza en la derecha de María Corina ni con el chavismo! ¡Basta de represión!