En el marco de la proyección del Documental “El Heladero de Carmelo” el pasado viernes en Colonia sobre el asesinato de Aldo “Chiquito” Perrini durante la dictadura, conversamos con Nino Piero Perrini, hijo de Chiquito, quien nos dejó algunas reflexiones en base a su experiencia de lucha contra la impunidad y por el juicio y castigo, que es un ejemplo de constancia y firmeza.
Lunes 14 de noviembre de 2016
Nino: “Nosotros logramos que algunos de los responsables del asesinato de mi padre, los que figuran en el expediente como que estuvieron en el interrogatorio, fueran enjuiciados. Aunque algunos, dos de ellos, murieran en el proceso. Ahora hay que seguir más que nada por los demás también, no? Porque yo siento que mi padre ya está descansando en paz, pero quedan muchos que faltan, hay que recuperar los desaparecidos. Lo que me da haber logrado la lucha mía, que la empecé solo pero que después se sumó mucha gente, fue poder demostrar que se puede, y más con todas las trabas que me pusieron, con todos los paredones con los que me choqué, porque la verdad es que yo pensé que con un gobierno de izquierda iba a ser mucho más fácil, más cuando vimos a Barneix que estuvo en actividad durante el gobierno de Tabaré Vázquez, como se muestra en el documental. Ahí sí vi que esto iba a ser muy difícil. Llegué a pensar en algún momento que nunca iba a encontrar justicia, pero nunca bajé los brazos, siempre seguí, y eso fue el premio por no haber bajado los brazos y dar el ejemplo a los demás de que no hay que bajar los brazos nunca, por más que te encuentres con muchas piedras en el camino hay que seguir, seguir y seguir”.
Recordemos que el General Pedro Barneix, acusado de haber participado en las sesiones de tortura de Chiquito y haberle causado la muerte, fue uno de los militares designados por Tabaré Vázquez en su primer gobierno para, supuestamente, realizar una investigación interna en el Ejército sobre el destino de los desaparecidos.
Chiquito sigue presente en Carmelo. El pasado 26 de febrero de este año se colocó una placa en el piso de la Heladería Perrini en su memoria, y su familia y amigos lo recuerdan y recordarán siempre.
