En Bahía Blanca una trabajadora de la salud fue discriminada y no la dejaron pasar a realizar las compras al hipermercado Makro por trabajar en el Hospital Municipal y relacionarla con los nuevos contagios que se dieron en dicho establecimiento.
Domingo 21 de junio de 2020 17:09
Un episodio repudiable de discriminación tuvo que vivir Estefanía Hardoy, instrumentadora quirúrgica del Hospital Municipal, por el mayorista Makro. Le negaron la entrada por considerarla una persona de potencial riesgo que podría expandir el virus ya que en los últimos días surgieron nuevos casos de Covid-19 positivo en los trabajadores de salud de dicho hospital.
La trabajadora tuvo que enfrentarse a una serie de preguntas que estaban relacionadas con los casos de Covid-19 positivos que habían emergido en el Hospital Municipal y en la Cooperativa Obrera. Estefanía dió testimonio de lo sucedido en diferentes medios de comunicación. "El protocolo de ellos me parece fantástico, el requerimiento del tapabocas, hacer la fila para no apretarnos y la distancia prudencial. El cuestionario parece desafortunado. Apuntaban a saber si era familiar de alguien que trabaje en el Hiper de la Cooperativa o en el Hospital Municipal. Siendo profesional de la salud, nosotros cumplimos protocolos y si circulo, es porque no necesito estar aislada" sostuvo.
Este hecho causó mucha indignación y el Hospital Municipal sacó un repudio solidarizándose con la trabajadora, repudiando al mayorista Makro y llamando a la reflexión sobre la situación del coronavirus en la ciudad: “Realizamos un profundo llamado a la reflexión respecto de este tipo de conductas pues en los momentos difíciles, como el que estamos atravesando, resulta imprescindible profundizar los lazos de responsabilidad social y solidaridad colectiva.”
“La Dirección del Hospital Municipal hace saber a la comunidad de Bahía Blanca su preocupación y profundo rechazo a la discriminación sufrida por Estefanía Hardoy -quien cumple funciones como instrumentadora quirúrgica en la institución- en el supermercado mayorista Makro, donde no se le permitió ingresar al establecimiento por pertenecer al personal de salud de nuestro nosocomio.
El Hospital, a través de sus autoridades, desea expresar públicamente su solidaridad con la trabajadora con quien ya se ha contactado poniendo a su disposición la asistencia legal a los efectos pertinentes.
Realizamos un profundo llamado a la reflexión respecto de este tipo de conductas pues en los momentos difíciles, como el que estamos atravesando, resulta imprescindible profundizar los lazos de responsabilidad social y solidaridad colectiva.
Director General Dr. Gustavo Carestia.
Directores Asociados Dra. Marta del Valle, Dr. Gustavo Piñero, Cr. Leonardo Villegas.
Sub Director Lic. Facundo Arnaudo.”
Desde el municipio el secretario de Gobierno Adrián Jouglard dijo que analizarán tomar acciones legales contra Makro y declaró que fue una acción de discriminación basada en la ignorancia de quién determinó esa norma y que no aporta absolutamente en nada al control de la enfermedad ya que es estigmatizante.
Fueron los enfermeros y trabajadores de la salud en general que durante los primeros meses eran aplaudidos y vistos como héroes de esta pandemia, pero después a la hora de hacer su vida cotidiana son estigmatizados. Esto no es casualidad ni tampoco como dice el secretario municipal Jouglard mera ignorancia sino que tiene que ver tiene que ver con la campaña que desde el gobierno nacional y las autoridades municipales vienen desarrollando que pretende cargar la responsabilidad de los contagios a lxs trabajadores
Hace unos días el Intendente Gay sostuvo que “preocupa la actitud de la gente que cree que todo ya pasó” o entre intendentes discuten si cierran sus “fronteras” para que no pasen trabajadores de un municipio a otro en vez de garantizar controles de prevención entre las ciudades. Con esta lógica, Alberto Fernández apeló a todos las personas a que “por favor prestemos atención a lo que estamos haciendo porque algo no estamos haciendo bien...”. Incluso el ministro de Salud Ginéz González García admitió que se descuidaron y que deberían haber empezado antes con los rastreos. Es decir, se pone de manifiesto que en estos días que lleva la cuarentena no pudieron garantizar no solo los testeos sino tampoco el equipamiento de los hospitales para reforzar el sistema de salud y, ante un posible colapso sanitario se busca responsabilizar a la población.
Para esta campaña se valen de los medios de comunicación afines que como sucedió tras conocerselos casos de Covid-19 en la Coopeperativa obrera publicaron títulos amarillistas como “El carnicero con coronavirus reconoció haber estado en un asado con amigos” para luego desarrollar que las autoridades sanitarias locales afirmaban que ese no habría sido el foco de contagio sino que fue a través de un transportista que llevaba carne. Estas formas de presentar las noticias intensifica y reproduce la idea de que la responsabilidad de los contagios recae exclusivamente en los trabajadores y no en las empresas que nunca dejaron de funcionar.
Sin embargo, los principales focos de contagio que hubo en la ciudad fueron los casos del parque eólico de Mayor Buratovich, y del geriátrico clandestino, donde hubo desidia tanto empresarial como estatal a la hora de aplicar y controlar los protocolos particulares de prevención de contagios por Covid-19.
Esta operación ideológica de responsabilizar a la sociedad civil por el peligro del colapso sanitario de mínima es perversa. Es sabido que la desidia del sistema de salud no es de ahora, sino que es responsabilidad de todos los gobiernos. Medidas como el proyecto del Frente de Izquierda sobre un impuesto a las grandes fortunas son completamente necesarias en un contexto de crisis económica y sanitaria. Un impuesto que alcanzaría a las 15 mil personas mas ricas del país y recaudaría mas de 15.000 millones de dólares y debería ser utilizado exclusivamente para dar respuesta inmediata a las necesidades sanitarias y sociales. Ante esta emergencia en la que nos encontramos no se puede destinar ni un peso más para el pago de la deuda odiosa y externa y es profundamente necesario la nacionalización de un sistema único de salud en manos del Estado y controlado por trabajadores y trabajadoras.
Ante la falta de medidas del gobierno, la desidia de las patronales y la estigmatización de los medios de comunicación, trabajadores de salud, empleados de comercio y consumidores debemos formar comisiones de seguridad e higiene en cada lugar de trabajo para exigir la realización de test masivos, como medida urgente para identificar de manera científica la circulación del virus.