Una semana llevan de paro las funcionarias de aseo del la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile. Las razones: una alta carga laboral por falta de personal.

Nancy López Profesora. Agrupación Nuestra Clase
Miércoles 15 de agosto de 2018
Desde el martes pasado las funcionarias de aseo de FACSO en el campus Juan Gómez Millas, iniciaron una paralización de sus funciones, por el incumplimiento que están efectuando las autoridades de los acuerdos tomados durante la última movilización feminista, donde allí se comprometieron a contratar al menos a 7 personas más para las funciones de aseo.
Hace dos años que la Facultad de Ciencias Sociales estrenó su nuevo edificio, y aunque desde un principio mostraron una supuesta preocupación de contratar más personal de aseo, esto sólo quedó en buenas intenciones.
El recién reelecto Roberto Aceituno, Decano de una Facultad donde las y los estudiantes pagan más de 3 millones de pesos anuales en aranceles, se ha mostrado sin disposición a resolver con premura la demanda de las funcionarias.
La única insuficiente respuesta que hay hasta hoy, es la que se dio a conocer ayer a través de la dirigenta de la Asociación de Funcionarios/as, Solange Reyes, quien hizo saber a las trabajadoras que en la reciente reunión con las autoridades se habría discutido la necesidad de realizar un estudio del "metraje" de la Facultad, para desde ahí definir “responsablemente” la cantidad de funcionarios/as a contratar. Aquello, podría demorar incluso más de un mes.
El edificio nuevo, de 7.290 metros cuadrados, deja en evidencia la premura de mayor contratación de personal, por la alta carga laboral que ha significado esta duplicación de trabajo, que pone incluso en riesgo la salud de las propias funcionarias.
Este día viernes, se realizarán asambleas de funcionarios/as así como asambleas estudiantiles de urgencia, según comunicó ayer además de la directiva de funcionarias, también Pía González, Presidenta del Centro de Estudiantes de Ciencias Sociales (CECSo) y militante del Vamos Construyendo.
Cada organización estudiantil, política así como cada estudiante de la Universidad debe verse llamado a solidarizar con esta lucha. Será mucho más fácil para las autoridades imponer su voluntad, y seguir perpetuando el agobio laboral que significa esta recarga de trabajo, si es que las trabajadoras están solas, pero si hacemos de esta demanda una causa común del Campus Juan Gómez Millas, sus estudiantes, trabajadores y trabajadoras, habremos instalado un mucho mejor pie para conquistar sus demandas.
En un Campus donde las condiciones de precarización laboral no son una historia nueva, es necesario que de urgencia y a pesar de las difíciles condiciones que se imponen con el cierre de semestre, los Centros de Estudiantes y las orgánicas estudiantiles principalmente del Campus llamen a asambleas para dar cuenta de esta situación y entregar una activa solidaridad, perspectivando una asamblea de Campus así como instancias de organización entre estudiantes y funcionarios/as.
Organicémonos, porque las trabajadoras paralizadas en FACSo pueden ser ejemplo de lucha para enfrentar la precarización laboral en la Universidad, así como en el propio Campus, donde en Facultades como Filosofía y Humanidades o Bachillerato, dentro de pocos meses se abrirán nuevos edificios que, seguramente, también significarán sobrecarga y agobio laboral para las y los funcionarios que mantienen las Facultades andando.

Nancy López
Profesora. Agrupación Nuestra Clase