Compartimos a continuación una reflexión escrita por una compañera de trabajo de Luis Alberto Reyes, trabajador fallecido el pasado 25 de octubre en Zoppas Industries de San Luis Potosí. En su memoria y para ponerle un alto a las condiciones de trabajo inseguras.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Viernes 29 de octubre de 2021
Imagina que te quedas tiempo extra porque tu jornada laboral no alcanza para mantener a tus hijos, imagina que estás trabajando, "echándole ganas", "poniéndote la camiseta" de la empresa para que la producción salga.
Ahora imagina que cansado, tienes que mover una máquina que pesa entre media y una tonelada, imagina hacerlo presionado, en condiciones inseguras y se te cae encima, que sientes dolor.
Lo primero que se te viene a la mente es “¿Quién cuidará de mi familia?, tengo que salir de esta, yo puedo”, pero el cuerpo se va apagando poco a poco, no hay una respuesta rápida, la ayuda tarda en llegar, te atienden en servicio médico, pero ni toda la voluntad del mundo puede con tal negligencia, el corazón se detiene. Un compañero muere, el trabajo para enriquecer a otros se cobra otra vida más.
¿Cuándo vamos a entender que este sistema es muerte? ¿Cuántas personas tienen que morir para que nos demos cuenta que a ellos nunca les importamos? La producción nunca paró porque la búsqueda de ganancias no para, la vida sí.
Él era un líder, los compañeros somos testigos de que lo dejaban solo, de cómo lo presionaban.
Los trabajadores de Zoppas estamos molestos, nosotros sabemos la nula importancia que le dan a nuestra seguridad, los accidentes están a la orden del día, cada uno podría reportar al menos una condición insegura. Nosotros las reportamos y no hay respuesta, el sindicato es uno de los peores que he visto. Vamos a trabajar porque no hay de otra.
En el caso de tu muerte cambiaron la escena, te echaron la culpa, pero te juro compañero, que no vamos a quedarnos callados. Por tus hijos, por tu familia. Por todos.
En el caso de tu muerte cambiaron la escena, te echaron la culpa, pero te juro compañero, que no vamos a quedarnos callados. Por tus hijos, por tu familia. Por todos.
