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Universidad y coronavirus. #NoHayNormalidad con la crisis en la UBA, a pesar de Barbieri

En declaraciones al Diario Perfil, el Rector aseguró que miles de estudiantes están cursando en camino a “retomar la normalidad” del dictado de clases. La profundización de la crisis sanitaria y económica indica lo contrario. Estudiar, dar clases y trabajar de manera virtual como si nada pasara. Sino, quedas afuera. La juventud precarizada comienza a aparecer en el escenario político, salió a las calles y es una gran parte de las y los estudiantes de la universidad.

Sofía Achigar

Sofía Achigar Periodista | @SofiaAchigar

Ana Florin

Ana Florin Politóloga UBA - Estudiante de Maestría de Análisis Político Integrante del Comité Editorial del suplemento Armas de la Crítica

Martes 26 de mayo de 2020 20:27

Al inicio de la cuarentena, planteamos que en la UBA hay recursos humanos y materiales para poner a disposición de esta crisis. Hicimos propuestas de poner en pie comités por facultad entre estudiantes, docentes y no docentes, con representantes elegidos democráticamente para, por ejemplo, sumar personal de salud a los hospitales públicos ya que los esenciales no alcanzan para afrontar la atención de miles de personas. Llevamos estas propuestas al Consejo Directivo de Filosofía y Letras con nuestros representantes y también lo hicimos en otras facultades.

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Pasado el mes de la cuarentena, el Rectorado impulsó una serie de convenios como en la facultad de Medicina para sumar voluntarios en atención telefónica. Sí, a médicos o futuros médicos para realizar una tarea que podría cubrirse desde cualquier otro tipo de profesión, o sin tenerla, en vez de incorporarlos al sistema de salud público siendo un reclamo que plantean los profesionales del área desde el inicio de la pandemia. La última novedad es el convenio entre la Facultad de Económicas y AySA, para esas famosas pasantías que impulsa la UBA hace años, que ya sabemos implica trabajo precario para les que participan. Éstas, están muy lejos de empezar por una incorporación como trabajadores a los profesionales de la facultad, con salario y para aportar a tomar medidas urgentes que garanticen el acceso al agua potable en los barrios más humildes como ocurre en la Villa 31 hace meses, mientras Malena Galmarini, su titular, se jacta de que es “una de las mejores empresas del rubro”. Hace días vimos cómo se pasaban la pelota entre el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y AySA frente al crimen social de Ramona Medina, la militante de La Garganta Poderosa que había denunciado esta situación, y otros habitantes del lugar. Con epicentro en el Barrio 31, los infectados en las villas porteñas ya representan alrededor del 35 % de los que hay en toda la Ciudad.

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Mejor no hablar de ciertas cosas

Presentamos una carta al Rector y el Consejo Superior, exigiendo una actualización del censo de los estudiantes, docentes y trabajadores de la UBA, para poder discutir y tomar las medidas necesarias para evitar perder la regularidad, porque no son las mismas condiciones para todes prepararse para exámenes los próximos meses sin clases de verdad y sin acceso permanente a herramientas como una computadora e internet. Los últimos datos que tiene la universidad son del 2011 (!) ¿Cuántos continúan trabajando? ¿Cuántos se quedaron sin trabajo durante la cuarentena? ¿Cuántas computadoras hay en cada casa para poder leer el material de estudio? ¿Cómo hacen para dar y tomar clases quienes tienen hijos y tienen que cuidarlos?¿Y les que tienen adultos mayores a cargo? ¿Cuántos tienen espacio para estudiar en sus casas? No somos un número más en la inscripción a los campus virtuales, somos una generación donde nuestro futuro está en juego y vamos a pelear por él.

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Ana, residente en un hospital público y estudiante del CBC, hace malabares para estudiar y trabajar y tiene que contratar un profesor particular porque tiene que cumplir con ejercicios para ser evaluada, sin explicación ya que se trata solo de “acompañamiento virtual”. Miranda, estudiante de Sociología, tiene una jornada laboral de nueve horas en un call center desde la casa, con un teléfono que nunca para de sonar. Evelin, estudiante de Derecho, tiene más de tres trabajos limpiando casas particulares, no llega a fin de mes y le negaron el IFE por ser paraguaya. Sol trabaja y es madre, y mantener la cursada para Psicología se volvió una odisea. Estos son solo algunos ejemplos de la realidad que viven miles de estudiantes de la Universidad. ¿Cuántos más son les que están en situaciones similares?

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Algo huele mal

Venimos alertando del problema de las clases virtuales como un intento de elitización que limita el acceso de quienes pueden efectivamente mantener la cursada, y la precarización para docentes y no docentes en la UBA. Este pronóstico se reafirma día tras día mientras nos cuentan nuestros compañeros de cursada que cobraron 30 % menos del salario, que se quedaron sin laburo porque son monotributistas y una larga lista de etcéteras. Mientras a miles de personas se les negó el IFE, a los gerentes de empresas como Techint, Clarín, la Sociedad Rural Argentina el gobierno de Fernández les giró millones de pesos para pagar los sueldos de sus gerentes. En este contexto, el Rectorado quiere mostrar a toda costa "números altos" en la participación estudiantil de manera virtual, sí, como si fuésemos un número para mostrar a la UBA competitiva frente al mundo (y las empresas).

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Los Centros de Estudiantes ¿dónde están?

En los dos meses que vamos de cuarentena, más de 3,7 millones de personas vieron cambiar sus vidas: despidos, suspensiones, rebajas salariales. Esto cambió los planes de muches, incluso de quienes conservamos nuestros trabajos, o tenemos la posibilidad de hacerlo desde nuestras casas, pero no somos indiferentes al compañere de al lado. La unidad nacional de los partidos que gobiernan el país, la Caba y las provincias, sean radicales, peronistas, kirchneristas o del pro, adentro de la UBA significa que los centros de estudiantes fomenten un clima de normalidad, algo que sucede sin excepción en las 13 facultades. Esta perspectiva con la que conducen los centros y federaciones, es construida hace años, funcionando como contención de la bronca estudiantil frente a la ausencia de procesos de radicalización política en la juventud. Incluso, haciendo campaña como las agrupaciones del gobierno nacional, por el pago de la fraudulenta deuda externa. Actúan para que nada de la bronca frente a esta realidad, sea expresada por los canales de organización estudiantil. Frente a esto, se vuelve necesario una Izquierda fuerte para dar estas peleas, junto a todes les estudiantes que compartan la necesidad de enfrentar el intentento de profundizar una educación superior cada vez más para unes pocos, uniéndonos con los sectores de la juventud que levantan la cabeza y hacen frente a los ataques a sus condiciones de vida al igual que les trabajadores y sectores populares.

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Una juventud que comienza a rebelarse, ¿te sumas?

Mientras tanto, miles de pibes y pibas en todo el país comienzan a organizarse contra sus trabajos precarios, por el pago de IFE y exigiendo que sea del $30 mil porque diez mil no alcanza. A los que tienen sindicatos, éstos le dan la espalda. Sus centros de estudiantes, también. Por eso, ponen en pie sus organizaciones, como la Red de Jóvenes Precarizadxs e Informales, la Asamblea Nacional de Trabajadores de Reparto (ANTR), arman grupos de WhatsApp de cada local de comidas rápidas, restaurantes, call center, y empiezan a llamar a nuevos compañeres como elles, a que se sumen, porque su futuro está en juego y no van a permitir que los pasen por arriba.

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En los últimos días, les chiques de la Red organizaron sus propias asambleas, convocan a movilizar el viernes 29 a las 10 hs en el Obelisco respetando el distanciamiento social, y se proponen confluir con la movilización y paro de los trabajadores de aplicaciones que también saldrán a la calle ese día, como elles votaron, porque unidos somos más fuertes. Entre les protagonistas de esa convocatoria, están muchos estudiantes de la UBA y distintas universidades del país. Selma Saeg, estudiante del CBC para Económicas y militante de la Juventud del PTS en el FIT, nos contó que “yo laburo en un call center, cobro menos de $25 mil. Pero esa bronca que tengo, que tenemos muchas, la transformamos en organización, peleando con compañeres de distintos trabajos, y también porque en mi facultad y muchas otras hay pibas como yo que están en la misma. Y hay muchos otros que no, que aun la zafan, pero tienen sentido de la solidaridad, y se suman a construir el Observatorio Anti Despidos que impulsa este medio como ocurre entre estudiantes de Sociología, o a defender a mis compañeros de Burger King como ocurre con las abogadas recién recibidas, para poner sus conocimientos al servicio de los reclamos de la juventud precarizada”. Y agregó: “El #NoHayNormalidad cuando el camino a la deserción aumenta, cuando la pobreza llega al 40 %, cuando hay que pelear por nuestro futuro, tiene que llegarle a todes nuestros compañeres de cursada, amigos de la facu. Tenemos que ser miles les que enfrentemos esta política expulsiva en la educación pública”.

En el camino de pelear porque los Centros levanten las banderas de esta juventud y se propongan sellar una alianza poderosa junto a les trabajadores, es que nos plantamos junto a la Red y todos los sectores que empiezan a rebelarse. Esto recién empieza, aún hay que sumar más fuerzas, y vos sos indispensable para eso.

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📢📢📢Nos conectamos más de 1100 compas en todo el país. 📲 Estamos tejiendo una Red entre muchos laburantes de distintos sectores. 🕸️🕸️ Nos comprometimos a volver a las calles (con distanciamiento social😷), otra no nos queda si lxs pibes de comida rápida cobramos 0 pesos😡. Si nos despiden en lxs Call Center por WhatsApp📞. Si lxs que pedaleamos nos mata la precarización🚲. Y si lxs que pedimos cobrar la IFE no se nos entrega por ser inmigrantes o porque ya lo cobró otrx familiar😒. Lxs empresarixs aprovechan la cuarentena para quitarnos nuestros derechos, los gobiernos miran para otro lado y las conducciones sindicales, bueno ya sabemos arreglan todo🙄🙄 Nosotrxs nos levantamos todxs juntxs, porque no lo vamos a permitir👫👫👫

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