Un mexicano poseedor de activos financieros puede llegar a acumular lo que un trabajador obtendría en 32 mil años de trabajo diario. A pesar de poseer una inmensa riqueza, en México hay más hambre que en Iraq, pero también cada vez tiene más multimillonarios, de acuerdo con un informe de la CEPAL publicado en días recientes. Este informe confirma una idea nada nueva para el marxismo: el capitalismo genera desigualdad.
Martes 27 de junio de 2017
En un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) titulado “La distribución y desigualdad de los activos financieros y no financieros en México” firmado por Miguel del Castillo Negrete, de la Unidad de Desarrollo Social de la Cepal, sugiere que la desigualdad se ha acrecentado en el capitalismo mexicano durante los últimos años.
La riqueza la calcula como el nuevo stock de bienes físicos y financieros no endeudados que se producen en una economía. México es el décimo país más poblado y por su tamaño es también uno de los países que más riqueza produce. Según el informe, si la riqueza producida durante el año 2014 se dividiera equitativamente entre la población, cada mexicano tendría un promedio de 640,000 pesos en activos físicos y financieros.
Sin embargo, muy poca gente de los 130 millones de mexicanos que somos puede acumular esa riqueza incluso alguna vez en su vida. Para el 2014 el 1% de los más ricos acapararon 26 billones de pesos, un tercio de la riqueza total producida en México, y el resto viajamos en metro, rentamos, no tenemos cuenta de ahorros y trabajamos para estar al día.
20 mil mexicanos concentran 22% de la riqueza nacional
El informe sugiere que la desigualdad es más notoria entre las clases altas que poseen activos financieros. En México 200 mil personas tenían inversiones en la Bolsa Mexicana de Valores al 2014, y de ellos tan sólo el 10% más rico concentraba 16 billones de pesos en activos financieros, lo que representa el 80% del total de activos financieros y es una cifra equivalente al 22% de la riqueza nacional.
Esto significa que, haciendo un hipotético reparto equitativo, hay 20 mil personas en México que en el 2014 tuvieron una riqueza de 800 millones de pesos cada uno fruto de la propiedad sobre activos financieros.
En el 2014 el salario mínimo era de 67 pesos. Esto significa que para que un trabajador con el salario mínimo pudiera acumular 800 millones de pesos tendría que trabajar casi 12 millones de días de forma ininterrumpida (32,713 años) y ahorrando todo para acumular lo que alguno del 10% más rico gana con sus inversiones financieras.
El problema no es el modelo, es el sistema
El problema de la desigualdad no es el modelo económico y sus accesorios secundarios. El problema es el sistema capitalista fundado en la apropiación y la acumulación privada del trabajo de la sociedad. Es por eso que las medidas que propone la CEPAL (y muchos otros organismos económicos nacionales e internacionales) son evidentemente abstractas y con engañoso contenido ideológico al servicio de los capitalistas: “reformar el modelo”, “buscar la justicia social”, “apoyar a los que más lo necesitan”.
Esto es insuficiente cuando sus propias cifras muestran que la dinámica de la apropiación privada impulsa la concentración infinita en manos de muy pocos. El problema es el sistema.