Doce notas a propósito del aniversario luctuoso del revolucionario anarquista Práxedis G. Guerrero.
I. En las primeras horas del 30 de diciembre de 1910, muere en combate a la edad de 28 años el anarquista Práxedis G. Guerrero, en el municipio fronterizo de Janos, Chihuahua. La bala fue disparada por el japonés Kitamura que puso fin a la vida de un hombre que asumió y luchó por la causa de una clase social a la que la suya (la burguesía) explotaba y oprimía.
30 años atrás, pero en octubre, en Tres Castillos, Chihuahua, moría en combate el líder apache Victorio a manos del rarámuri Mauricio Corredor, previa emboscada dirigida por el coronel Joaquín Terrazas. Victorio fue un mestizo de nombre Pedro Cedillo que, raptado de niño, fue criado como Chiricahua. Ambas historias personales dan cuenta de dos aspectos interesantes: Primero, que el nacimiento en una clase o raza no garantiza la muy probable permanencia a ella, sea por elección o por destino y segundo, que el enemigo suele valerse de otros para hacer el trabajo sucio.
II. Para 1907 se desata la primera gran crisis financiera del sistema capitalista en su fase imperialista, misma que se extiende e impacta por todo el mundo. En México, los créditos bancarios a los terratenientes de una burguesía nacional son suspendidos drásticamente. Las dificultades político- económicas dejaban sentir sus consecuencias no sólo de las clases sociales bajas sino en todos las clases sociales.
Era público y manifiesto el malestar en entre la burguesía nacional (de hecho uno de ellos, Camilo Arriaga, jugaría un papel central en la difusión de las idea anarquistas y del surgimiento del Partido Liberal Mexicano PLM).
Los capitales extranjeros, sobre todo norteamericanos, iban desplazando y concentrando ferrocarriles, minas, industrias y tierras. Ante esto, Porfirio Díaz intentó equilibrar la voracidad yanqui, respaldando las no menos voraces inversiones de capitalistas ingleses y otros europeos. Esto, en parte, puede explicar por qué las conspiraciones revolucionarias de los magonistas, hasta la articulación del maderismo, fueron toleradas a lo largo del lado fronterizo del imperio norteamericano.
III. De julio de 1906 (fecha en que se lanza el primer programa del PLM) a junio de 1908, el ala radical del PLM va asumiendo una línea abiertamente anarquista (en este lapso se dan las emblemáticas huelga de Cananea y Río Blanco).
Librado Rivera, Ricardo y Enrique Flores Magón, a los que se suma un joven Praxedis G. Guerrero, destituyen de la Junta organizadora a los socialistas Antonio I. Villarreal y Manuel Sarabia y se lanzan a un primer intento de insurrección que sería descubierto por un espía de Porfirio Díaz en la ciudad de Casas Grandes, Chihuahua.
Por medio de una redada en junio de 1908, 20 anarquistas fueron detenidos junto con papelería comprometedora que daría al traste con otras revueltas en otros estados de la República. A pesar de lo anterior, unas semanas después de la redada, 50 militantes del PLM en Casas Grandes se volverían a levantar en armas e intentarían tomar, fracasando, la frontera de Palomas.
IV. La decisión de ocultar el inicio de la revuelta y dejar de lado a los socialistas del PLM aquel año de 1908 era una ruptura política con una línea propia de la Segunda Internacional Socialista (postulados que el mismo Lenin y los bolcheviques combatirían del otro lado del globo hasta la fundación de la Tercera Internacional).
Los Radicales del PLM se deslindaban del colaboracionismo de clase (en este caso, el pretendido entre el PLM y los sectores inconformes de la burguesía, el naciente maderismo), una ruptura con el progresismo y con un parlamentarismo inerte en el contexto mexicano.
V. Esta ruptura, la cobrarían los moderados del PLM a los radicales a los que detendrían aliándose con los maderistas (Ricardo Flores Magón, en respuesta, acusaría en “Regeneración” a Madero de traidor).
Este choque entre moderados y radicales del PLM, ya en suelo mexicano, ocurrió cuando en febrero de 1911 Francisco I. Madero cruza desde EEUU hacia México por primera vez desde su exilio e intenta tomar sin éxito el poblado de Zaragoza en el Valle de Ciudad Juárez, por lo que termina pidiendo ayuda y refuerzos a los radicales anarquistas del PLM dirigidos por Prisciliano G. Silva, de El Paso, Texas.
Días antes, éstos habían tomado el Municipio fronterizo de Guadalupe, Chihuahua, en donde ondearon su Bandera Roja con la consigna "Tierra y Libertad" de la misma manera que lo harían tras las tomas de Mexicali, Baja California y de Casas Grandes, Chihuahua.
Los moderados del PLM llegarían igualmente a ayudar a Madero al mando de Lázaro Gutiérrez de Lara, quien respaldaría a Madero para arrestar a Prisciliano G. Silva por no reconocerlo como presidente provisional (los radicales PLM se sumaban a la revolución de 1910 pero sin subordinarse a una dirección burguesa). Estos hechos marcarían el inicio del ascenso de Madero y el inicio de la caída del ala radical del PLM que hasta ese momento encabezaban, como los más consecuentes durante los pasados 10 años, la lucha contra la dictadura Porfirista.
VI. Al inicio de la Revolución de 1910, los anarquistas eran la segunda fuerza insurgente del estado de Chihuahua, atrás sólo de los orozquistas, aunque estos no igualaban las victorias del PLM. Orozco mantenía comunicación y coordinación con el PLM, cuya dirección se ubicaba al otro lado de la frontera. No pocos orozquistas venían del PLM y se nutrían ideológicamente de éste, pero es claro que ambos grupos actuaron con una dirección y programa diferente.
En enero de 1911, Orozco contaba con 700 hombres en armas al oeste del estado y el PLM con 300 al noroeste. Los orozquistas, como lo muestra el historiador Víctor Orozco en su libro Tierra de Libres, eran rancheros, pequeños propietarios de tierra sobre todo distrito Guerrero y sus alrededores. Eran, en términos marxistas, una pequeña burguesía confrontada a la voracidad de la oligarquía chihuahuense.
Es probable que la base social de los anarquistas del PLM en el noroeste del Chihuahua (al norte del área de influencia de los orozquistas), en lo que hoy es la ciudad de Casas Grandes y sus alrededores, abarcara igualmente a rancheros pequeños propietarios, pero que estuviera igual o más conectada con trabajadores asalariados de aserraderos, de jornaleros asalariados en rancherías o como peones de las Haciendas como las de San Diego y del Carmen. Es sabido que estos trabajadores solían migrar por temporadas para trabajar a las minas de Arizona y Nuevo México, donde el propio Práxedis G. Guerrero trabajó como minero en Morenci.
El aserradero más grande del mundo estaba ubicado en Casas Grandes, y como dato curioso, su dueño, el banquero británico Lord Fred Pearson murió en 1915 mientras se trasladaba a Inglaterra en viaje de negocios. Viajaba en el RMS Lusitania, transatlántico hundido por el submarino alemán U-20.
Aunque habría que demostrarlo más firmemente, podemos decir que la base social del PLM en el noroeste de Chihuahua serían nutrida más un proletariado rural. Para diciembre de 1910, los radicales del PLM se levantan en Casas Grandes y toman la plaza. Si el distrito Guerrero fue la capital de un orozquismo, compuesto por una clase media resentida, el municipio de Casas Grandes, tomada en un segundo intento por los anarquistas encabezados por Práxedis G. Guerrero, sería la capital de los trabajadores anarquista del PLM en Chihuahua. De aquí saldrían las fuerzas del PLM que avanzarían a las ciudades fronterizas, como desde Distrito Guerrero las fuerzas orozquistas avanzarían para tomar Ciudad Juárez muy a pesar de Madero.
VII. A finales del 1910 y principios de 1911, los anarquistas del PLM mantendrían importantes batallas entre la zona norte de Chihuahua (De Palomas a Janos) y el norte de Sonora. Práxedis G. Guerrero saldría al frente de los radicales del PLM desde Casas Grandes rumbo a Janos, donde moriría un 30 de Diciembre, de un disparo a la cabeza, durante la batalla.
Aunque el PLM siguió organizado y combatiendo, es muy probable que no pocos anarquistas terminaran sumándose a las tropas de Pascual Orozco en su avance a Ciudad Juárez contribuyendo, con su experiencia en no pocos años de lucha, a la toma de Ciudad Juárez, el 11 de mayo de 1911, y a la consecuente caída del dictador Porfirio Díaz.
Si el joven Práxedis G. Guerrero no hubiera muerto en Janos, Chihuahua, es probable que los anarquistas del PLM hubieran llegado a Ciudad Juárez como una fuerza de combate organizada en clave radical y, sin duda, el rumbo de la revolución hubiera sido otro. Pero esto no fue así, una bala certera a la cabeza lo silenció cuando arengaba a sus hombres y repelía un ataque desde una azotea.
VIII. James D. Cockcroft en su libro Precursores intelectuales de la Revolución Mexicana (que utilizamos como una fuente primaria de estas notas), asegura, citando a R. Almada, que Casas Grandes fue tomada por Práxedis G. Guerrero; pero algunas fuentes, sobre todo oficiales, niegan este hecho, y aseguran que Guerrero se fue, sin tomar Casas Grandes, rumbo a Janos con apenas una treintena de hombres.
Los anteriores levantamientos del PLM en Casas Grandes nos hace suponer que los anarquistas tenían una fuerte base de apoyo en esta región y que fue precisamente esta la razón por la que Práxedis decidió iniciar aquí su levantamiento.
IX. El maderismo llegó al poder tras la toma de Ciudad Juárez. Muchos exmilitantes del PLM, sobre todo los moderados, terminarían en el maderismo, otros en el villismo, etc. Los intransigentes dirigentes radicales del PLM, Ricardo Flores Magón y Librado Rivera, serían detenidos en EE.UU. e irían a prisión en 1914 a causa de sus ideas ácratas. Ricardo sería asesinado poco antes de ser liberado, Librado, enfermo de tétanos, muere en México, no sin visitar la cárcel otras tantas ocasiones. Nunca renunciaron a su ideario.
X. En 1932, un ex militante del PLM llegaría a Gobernador del Estado de Chihuahua. El general Rodrigo M. Quevedo, originario de Casas Grandes, Chihuahua, que se inició en la lucha revolucionaria al lado de Práxedis G. Guerrero. Dos meses después de la muerte de Práxedis, Quevedo se hizo al maderismo, luego al orozquismo que combatiría al maderismo. Pasó por el villismo y terminó siendo cercano a Plutarco Elías Calles y un cuadro del PRI hasta su muerte. Tuvo un meteórico ascenso en las fuerzas armadas.
Ya siendo Gobernador en 1935 y como General de División, Rodrigo M. Quevedo ordenó al Presidente Municipal de Janos que abriera una investigación para localización los restos del Práxedis G. Guerrero, habiéndose logrado localizarlos, a decir de los vecinos. Estos restos exhumados fueron remitidos a la capital del estado, en donde les rindieron grandes honores y fueron reinhumados en dicha capital.
A Práxedis G. Guerrero se le declaro en tal ocasión “Benemérito del Estado de Chihuahua” por la Legislatura Local (de acuerdo con el Decreto No. 132, publicado en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Chihuahua No. 45, del 9 de noviembre de 1935) y a su paso por Casas Grandes y Nuevo Casas Grandes el cortejo fúnebre de Práxedis G Guerrero fue recibido y velado con guardias militares y honores cívicos en ambos municipios. Ambas acciones que el revolucionario anarquista sin duda hubiera rechazado y repudiado, pero no deja de llamar la atención del recibimiento que se le dio en la zona.
XI. Una anécdota que escuché en Casas Grandes da cuenta de una visita al estado de Chihuahua del General Lázaro Cárdenas, durante la cual donó un cuadro de Práxedis G Guerrero a una escuela Primaria de la Ciudad de Chihuahua. En su discurso a los niños, el General se referiría a Guerrero como el verdadero ideólogo de la Revolución Mexicana.
XII. En el marco del centenario de la Revolución Mexicana y de la muerte del revolucionario guanajuatense del PLM, el Congreso del Estado de Chihuahua mando inscribir, con letras de oro, su nombre en los Muros de Honor de su Salón de Sesiones. Sin duda que si Práxedis G. Guerrero viviera, y tuviera los medios, dinamitaría el mismísimo Congreso del Estado que se apropia sin pudor del nombre de un anarquista revolucionario que, a diferencia del destino del Chiricahua Victorio, renunció por motu propio al oro de su acaudalada familia para levantar la bandera roja del magonismo. Guerrero volaría su propio nombre escrito en letras de oro de esas paredes, de la misma forma en que voló las vías del tren poco antes de la toma de Casas Grandes en su intento por derrumbar el capitalismo.
Ver:
- Práxedis G. Guerrero, texto de Ricardo Flores Magón a un año de su muerte.
- Precursores intelectuales de la Revolución Mexicana, por James D. Cockcroft.
- Tierra de libres, por Víctor Orozco.
- Práxedis G. Guerrero. Transcripción: Carlos Méndez Villa /ArchivoHistórico/ICHICULT
Imagen Portada: Tumba de Práxedis G Guerrero en Ciudad de Chihuahua.
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