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Red Internacional
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Movimiento Obrero. Nuestras tareas en el movimiento de la clase trabajadora

Entrevistamos a Claudio Dellecarbonara (dirigente clasista del Subte), Lorena Gentile (obrera de Kraft y referente del clasismo en la Alimentación) y Raúl Godoy (obrero de Zanon y diputado del PTS-FIT) sobre la situación de la clase trabajadora a un año del gobierno de Macri, las tareas de la izquierda clasista y los preparativos de la marcha del 20 de diciembre a 15 años de la rebelión del 2001.

Martes 13 de diciembre de 2016 11:32

Las organizaciones sindicales combativas y del Frente de Izquierda, entre otras fuerzas, concentrarán el martes 20. ¿Como está la situación de los trabajadores tras un año de gobierno de Macri?

Claudio: La situación es difícil. En el extremo están las muertes en el trabajo, como la que sufrimos en el subte con el compañero Matías, para las patronales la vida obrera no vale nada. Y el gobierno encima quiere leyes de ART que reduzcan aún más los costos patronales. Están en una cruzada por la productividad y se preparan para destruir convenios colectivos, mientras mantienen en completo desamparo a los que están por fuera de los convenios y hay decenas de miles de nuevos desocupados en los últimos meses. Lo más peligroso de todo es que quieren institucionalizar la división de la clase trabajadora. De un lado dan paliativos a los compañeros de las movimientos sociales que no alcanza a sus necesidades y a cambio de “paz social”. Del otro, posiblemente el gobierno vaya a vetar la mejora que significa para el sector de trabajadores que alcanzan la canasta familia con la suba del mínimo no imponible. En los dos extremos actúan las burocracias, sean sindicales o piqueteras, dándole tregua a un gobierno que ha atacado el salario y el empleo, e impidiendo una lucha nacional unificada, un paro activo y un plan de lucha por las demandas de todos. El 20 reuniremos fuerzas en un acto contra la tregua.

Raúl: Como señaló Claudio en su discurso del acto del Frente de Izquierda en Atlanta, las organizaciones combativas en los sindicatos y en los movimientos sociales, tenemos que oponer a esa tregua no solo la exigencia a las centrales y sindicatos de un plan de lucha unificado, si no también un programa para la unidad de clase. Nosotros en Zanon conquistamos la primera comisión interna con la bandera de unidad de efectivos y contratados, reclamando igual salario y condiciones de trabajo para todos. Luego nacimos al control obrero con la crisis capitalista del 2001, cuando las patronales se fugaban y dejaban un tendal de familias en la calle. Así fue que desarrollamos la idea de ocupar y producir que hoy es conocida mundialmente y continuaron otros trabajadores ante el cierre de empresas, como los gráficos de la ex Donnelley. Pero nuestra pelea por la unidad fue más allá, pusimos en pie la coordinadora del Alto Valle con trabajadores de distintos sectores (estatales, docentes) a través de delegados y agrupaciones y con los movimientos de desocupados reclamando el trabajo para todos.

Hoy tenemos que retomar ese camino de la unidad de ocupados y desocupados, desde las comisiones internas, los cuerpos de delegados o los sindicatos que haya conquistado el clasismo, para enfrentar decididamente los despidos, sin distinción que sean efectivos o tercerizados que son a los que primero atacan y organizar comisiones de los desempleados, tenderles una mano para pelear juntos con los que están bajo convenio y sindicalizados. Tenemos que unir lo que las patronales y la burocracia sindical divide. Claudio y nuestros compañeros del subte lo están haciendo con los tercerizados despedidos por Metrovías, también en Kraft y el ferrocarril, y estamos proponiendo una campaña en el Neumático donde las empresas tienen muchos tercerizados. La unidad de efectivos, contratados, tercerizados y desocupados son esenciales, estratégicos para las agrupaciones clasistas que el PTS impulsa junto a compañeros independientes en mas de 60 gremios de todo el país.

Lorena:
La división que nos quieren imponer a la clase obrera, como dijo Claudio en Atlanta, se da también incluyendo a las mujeres y los inmigrantes como trabajadores de segunda y tercera categoría. En este sentido hay dos ejemplos recientes que son un poco de aire fresco. En la textil Elemento, en una industria en jaque por los despidos y de las más explotadoras, el compañero Toro, inmigrante, ganó las elecciones a delegados con el apoyo de todos sus compañeras y compañeros. El otro gran ejemplo es en la ex Stani, Mondelez Victoria, que la compañera Teresa fue una de las principales referentes de la lista que le ganó la comisión interna a la burocracia de Daer con la bandera de iguales derechos para las mujeres. Tenemos una tradición de lucha en este sentido, como cuando impulsamos como interna un paro en Kraft contra el acoso sexual de que era víctima una compañera, así como este año los paros en Pepsico las jornadas del Ni Una Menos. Nuestras agrupaciones son para unir y conquistar derechos para los sectores más explotado y contra la doble opresión a las mujeres trabajadoras, por ello impulsamos comisiones de mujeres en las fábricas y todos los lugares de trabajo. En el gremio de la alimentación esta bandera es fundamental.

¿Y cómo disputar el movimiento obrero a la burocracia?

Raúl: entiendo que tenemos una gran responsabilidad en lanzar una verdadera política de masas desde la izquierda. La lucha es a dos bandas: impulsar una lucha masiva que derrote a los ajustadores y abra otra situación, cambiando la relación de fuerzas. La clase obrera tiene que empezar a aparecer ante millones como la única que puede dar una salida opuesta a la de los capitalistas, en defensa de los intereses del pueblo trabajador y la nación oprimida. Hay que señalar el horizonte de que tendremos que disputar el poder para una salida alternativa . Al mismo tiempo es necesario seguir peleando por desplazar a la casta burocrática enquistada en los sindicatos, sin lo cual es imposible liberar todas las fuerzas y energías de los trabajadores para cambiar la situación en que nos encontramos. Este es un punto que la izquierda debe debatir porque se hace reduccionismo: están los que se bandean para un lado o para el otro. Están los que se la pasan pidiendo que la burocracia de la CGT y las CTA haga un paro, pero que sin conquistar posiciones independientes que puedan mostrar un ejemplo a seguir, eso es como un lamento. Y están los que, tengan o no posiciones conquistadas, opinan que con las fuerzas reunidas hoy por el clasismo se puede hacer en serio un plan de lucha contra el ajuste de Macri y los gobernadores que pese en la vida nacional. Los compañeros de IS suelen ubicarse en la primera posición, y los compañeros de PO en la segunda. Es un debate en el FIT y hay que clarificarlo. Por ejemplo, recientemente tuvimos el paro de petroleros de Neuquén y Río Negro por 1700 despidos. ¿Qué actitud tenemos? Si decimos “nada con la burocracia” que la de petroleros es de las más corruptas del país, nos aislamos del frente único con miles de compañeros que paralizaron los pozos por varias horas en una de las palancas de la economía. Pero si quedamos ahí, solo apoyar, vamos detrás de la burocracia que hizo una medida ante la bronca de la base y quiere ponerle un freno a los despidos, porque si son masivos los perjudica a ellos que viven de sus aportes sindicales y de las obras sociales. La burocracia de Pereyra dejo pasar la flexibilización del convenio que el gobierno muestra como ensayo. Nuestra orientación de frente único de masas responde a los dos problemas: por un lado exigir un paro con un plan de lucha nacional y además participar de las acciones que unifiquen a todos los trabajadores para enfrentar a los empresarios y el gobierno, única manera de real de pararles la mano; pero al mismo tiempo desenmascarar a los burócratas que se niegan a esas medidas y eso permita fortalecer la lucha antiburocrática ganando mas delegados, comisiones internas y sindicatos que dirija la izquierda. Esto debe estar claro en la militancia de nuestras agrupaciones clasistas. Hemos conquistado una pequeña minoría en la representación de la clase obrera y es irreal que podemos avanzar sin una línea de masas política para disputar la adhesión de las grandes mayorías de trabajadores.

Lorena: Claro, la burocracia sigue manejando la mayoría de los sindicatos. Para que el clasismo gane sindicatos no es fácil, tiene que cambiar mucho la situación. Se dan excepciones como el SUTNA, que era una burocracia débil comparada con las patotas armadas tipo las de Pignanelli en el Smata y había entregado muchas conquistas sentidas por los trabajadores, y que encima antes de las elecciones acuerdan un convenio en Pirelli que significó un ataque al salario y generó un repudio masivo. La izquierda supimos aprovecharlo con una lista unificada de la que fuimos parte. Pero nuestra fuerza esta en los delegados y comisiones internas, principalmente, porque son la representación más directa de la base, de las líneas de producción. Incluso a veces se pueden perder. En Kraft perdimos la interna. Para derrotar a quienes habíamos encabezados las peleas contra la multinacional y por los derechos obreros en los últimos años se armó un rejunte en un sector de la “izquierda” como el PCR, que integra la cúpula de la CTA y ahora firmó la paz social con otros movimientos sociales con sectores referenciados en la burocracia Verde de Daer. Por eso nuestra perspectiva, y esto es un aprendizaje importante, es que los puestos sindicales hay que defenderlos con todo pero que lo más importante de todo no son los cargos, sino que es la formación de militancia obrera, de agrupaciones militantes en las fábricas y los sindicatos. Esto no es solo para las elecciones de gremio donde si no tenés fiscales te hacen fraude, te roban directamente. Es para la lucha de todos los días, para ser una alternativa de poder real ante la patronal y los burócratas. Te pongo el ejemplo, los paros se disputan en las asambleas de los comedores, en las líneas persona a persona con el convencimiento, en los que aguantan la presión de la empresa y los aprietes de los capataces. Si no tenés agrupaciones militantes y es todo acuerdos por arriba, solo de dirigentes, olvidate de disputar que avance el clasismo en los sindicatos o en una sola fábrica. Por eso es tan importante que avancemos en definir el programa y la unificación del movimiento de agrupaciones clasistas, con militancia real, que empezamos a tener en 60 gremios el PTS con compañeras y compañeros independientes. Y ojo esta militancia no es sindical, empieza a ser política. Se empieza a identificar con la izquierda y es la gran ayuda de la formación del FIT. Ahora es más fácil explicarles una salida política a los compañeros y compañeras

Claudio: Otra de las cuestiones que siempre discutimos en las agrupaciones que impulsamos es para qué queremos recuperar las organizaciones obreras. Recién hablábamos de la importancia de que sirvan para unir las filas obreras. Bueno, otra cuestión importante es la pelea por la democracia sindical. Si ganamos un sindicato no puede seguir funcionando de la manera que los utiliza la burocracia. Los estatutos sindicales, siempre recuerdo esa frase de los compañeros ceramistas, son moldes para fabricar burócratas. Y justamente ellos no se quedaron en la denuncia y luego de un proceso de discusión y asambleas, reformaron los estatutos. La asamblea es soberana, los dirigentes cobran como un trabajador y luego de un cargo vuelven a su puesto de trabajo, son revocables. Raúl ha llevado adelante esa práctica como dirigente del sindicato ceramista. Más aún, cuando cumplió su primer mandato como diputado por el Frente de Izquierda, cobrando el sueldo de un docente, volvió a ocupar su puesto en la cerámica. También es fundamental la libertad de tendencias, y la representación proporcional de las minorías en los sindicatos “recuperados”. Lo del SOECN un ejemplo importantísimo. Porque por un lado es una forma de combatir en concreto las bases de las burocracia, que son las prebendas y privilegios. Por otro, porque también es una forma de combatir el peligro de burocratización a las que empujan esas leyes, el Estado y la práctica del sindicalismo peronista. Los clasistas tenemos que proponernos “revolucionar los sindicatos”. En el subte hemos dado esa pelea, contra la negativa de la mayoría de la conducción de la AGTSyP, y nuestros compañeros telefónicos también vienen dando una pelea el FOETRA (ver páginas).

En estos momentos estamos dando duras peleas en distintos gremios, estamos orgullosos de nuestra tradición combativa. Porque además la recesión económica, los planes anti-obreros de Macri y la incertidumbre tras el triunfo de Trump prometen momentos más convulsivos. Y tenemos que prepararnos para esas peleas que vendrán. En estos días ya lo estamos haciendo por el bono de fin de año en la Alimentación, contra los despidos en el neumático y otros gremios contra las muertes obreras que son un flagelo que nos tiene que rebelar: todos los días los “accidentes laborales” se cobran la vida de trabajadores y dejan “rotos” a otros miles. Por eso estas semanas tenemos una agenda de movilización importante. Pero además tenemos una agenda de movilización importante. El 15 marcharemos como parte de la campaña en defensa de Zanon, MadyGraf y las gestiones obreras. El 20 estaremos, como decíamos antes, en la movilización a 15 años del 2001 junto a otras corrientes, donde abrirá el acto Raúl Godoy, obrero de Zanon, dirigente obrero del PTS y diputado del Frente de Izquierda. La bandera del acto será “Abajo el ajuste de Macri, los gobernadores y las patronales. Basta de tregua”.