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Red Internacional
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Tucumán. Nuestras vidas valen más que sus ganancias: un operario del ingenio La Corona murió por una explosión

Es la segunda muerte de un trabajador azucarero en menos de una semana, la cuarta en lo que va de la zafra. Ante la desidia de las patronales, se hace más que necesario impulsar comisiones de seguridad e higiene en cada ingenio.

Viernes 12 de julio 12:00

Entre la bronca y la conmoción, nuevamente es noticia la muerte de un obrero azucarero. Julián Bulacio del ingenio La Corona falleció este jueves como consecuencia de las graves quemaduras producidas por la explosión de un camión cisterna ocurrida la semana pasada. El joven de 24 años era uno de los tres operarios heridos que se encontraba muy cerca del camión que transportaba bioetanol y explotó dentro de la fábrica ubicada en Concepción y administrada por la familia Arano.

Con el fallecimiento de Julián ya se contabilizan dos muertes obreras en menos de una semana. El sábado 6 de julio, Guillermo Valdez, operario del ingenio Santa Bárbara, murió tras caer al vacío mientras realizaba tareas en altura. A este infame “récord” de las cuales las patronales son responsables, se suman las muertes de Julio Ángel Cruz en el ingenio Marapa (el 7 de marzo, tras caer de altura) y Adrián González en un galpón que pertenece al ingenio Concepción (el 16 de abril, tras caer de Altura), ambas fábricas propiedad del grupo Luque.

Las patronales precarizan y festejan, los gobiernos dan rienda suelta

La bronca generalizada entre los trabajadores azucareros contrasta con los festejos de las patronales por el ritmo de la zafra. El último reporte del Instituto de Promoción del Azúcar y Alcohol de Tucumán (IPAAT) señala que en 66 días de zafra se habían producido 232.765 toneladas de azúcar y que ocho ingenios habían destilado 58.131.438 litros del alcohol en 55 días de campaña. El reporte resalta el incremento en las exportaciones de azúcar, que han sobrepasado en un 37 % el total vendido al exterior a lo largo de la campaña 2023. Con estas cifras, se entusiasman por las ganancias de una zafra récord a costa de las vidas obreras.

Las patronales también se entusiasmaron con la aprobación de la Ley Bases, tanto por la posibilidad de mejorar su posición en el negocio del bioetanol como por la reforma laboral que avanza sobre los derechos de los trabajadores. En los últimos años una constante de las patronales fue avanzar con la tercerización y la precarización en los ingenios, lo que se expresa en varios aspectos para los trabajadores, desde el salario hasta las condiciones laborales. Esa precarización llega hasta consecuencias fatales.

Frente a esto, los gobiernos nacional y provincial dan rienda suelta a los empresarios, impulsando políticas como la Ley Bases o mirando para otro lado ante cada muerte obrera.

Organizar la bronca

Las muertes obreras no pueden naturalizarse como algo que inevitablemente sucede en cada zafra. Son responsabilidad de las patronales y su voracidad donde los obreros son solo un número.

La bronca debe transformarse en organización, impulsando comisiones de seguridad e higiene donde los trabajadores puedan tener un control sobre el cumplimiento de protocolos y medidas de seguridad, de la entrega de los elementos, incluso parando las tareas si no están garantizadas las medidas necesarias. Los sindicatos de cada ingenio y la FOTIA tienen que salir de la parálisis y ponerse a la cabeza de esta tarea para que no haya que levantar una nueva muerte obrera.