Siguiendo los pasos de la primera caravana, sucesivas olas de migrantes centroamericanos huyen de la violencia y la miseria en sus países con la esperanza de una mejor vida en Estados Unidos.
Domingo 11 de noviembre de 2018 12:26
Este domingo, un grupo de aproximadamente 200 personas partió de San Salvador, capital de El Salvador, con dirección a la ciudad de Sonsonate, para de ahí dirigirse a la frontera con Guatemala, dando los primeros pasos de una larga travesía hacia Estados Unidos.
Se trata de hombres, mujeres y niños que, ante la falta de posibilidades para poder subsistir en su país, la violencia y amenazas de que son víctimas, principalmente por parte de las bandas maras, han decidido emprender este peligroso viaje en busca de una vida mejor.
La Mara Salvatrucha (MS-13), organización de pandillas fundada por un ex militar estadounidense, y cuya violencia contra el pueblo pobre y trabajador está entre las causas del éxodo salvadoreño –y centroamericano-, tiene su origen en Los Ángeles, California, producto de la descomposición y la inseguridad generada en los barrios de inmigrantes que huyeron de la guerra civil en El Salvador, en la que intervino Estados Unidos política, económica y militarmente.
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Hacia el gigante del norte
Luego del 13 de octubre, cuando miles de hondureños constituyeron la primera caravana migrante y abandonaron su país rumbo a Estados Unidos, nuevas oleadas de migrantes centroamericanos han seguido sus pasos, enfrentando las políticas de represión, contención, detenciones y deportación de los gobiernos de Guatemala, Honduras y México, subordinados al gobierno de Donald Trump y su política xenófoba y racista.
Según Excélsior, esta nueva caravana salvadoreña sería la cuarta en salir de aquel país, con el propósito de unirse a los migrantes centroamericanos que se encuentran en México.
Desde hace una semana, cuando llegó el primer contingente centroamericano a la ciudad de Tijuana, Baja California, en la frontera con Estados Unidos, los migrantes se han ido concentrando en este punto, sumando ya alrededor de 3 mil, a la espera del arribo de los que vienen atrás para decidir los pasos a seguir.
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Se calcula que unos 15 mil centroamericanos migrantes se encuentran en México, ya sea concentrados en la frontera o transitando por el territorio nacional.
Desde Estados Unidos, Donald Trump mantiene militarizada la frontera y ha establecido nuevas reglas para negar asilo a quienes ingresen a su territorio de manera ilegal, amenazando con detener, procesar y deportar a quienes incumplan la norma, mientras criminaliza y alienta la xenofobia contra los migrantes.
Frente al odio imperialista, la subordinación de los gobiernos de México y Centroamérica a los designios de Trump y la campaña xenófoba contra las caravanas centroamericanas, es indispensable la más amplia solidaridad internacionalista a través de las fronteras para exigir libre tránsito y plenos derechos políticos y sociales para todas y todos los migrantes.