Después de que la semana pasada los trabajadores y trabajadoras de Aena se concentraran en Madrid ante la sede de la empresa en reclamo de unas condiciones laborales adecuadas, esta semana han sido los bomberos de Aena con sus propias reivindicaciones en materia de seguridad y derechos los que han llevado a cabo la concentración.
Miércoles 22 de mayo de 2019
En 2017 Jose Luis Vargas, presidente de Aena, dejaba el cargo de un portazo habiendo liderado durante 1750 días el proceso de desmantelamiento de Aena y haciendo un nuevo ejercicio de expolio de un servicio público a todos los ciudadanos.
Desde CGT se denuncia que aunque la gestión de Aena sigue siendo pública, los fondos buitres se llevan los millones por cientos a sus sedes en paraísos fiscales, descapitalizando la empresa a través de un reparto de dividendos del 80% de los beneficios. Maniobras que ponen en riego nuestro modelo aeroportuario, y todo ello consentido desde Moncloa.
Este desfalco, como lo definen desde CGT, trae consigo la pérdidas de condiciones laborales, la destrucción de empleo fijo y el aumento de la temporalidad en una empresa pública. Tras la crisis en la que se sumió la empresa, ahora que comienzan a aumentar los beneficios, la plantilla exige recuperar las condiciones previas a la privatización.
El primer paso para CGT es recuperar la masa salarial perdida. Mientras que en ADP en Francia (casa matriz del grupo) el gasto en personal para la plantilla, unas 6.300 personas que atendieron a 105, 3 millones de pasajeros, fue de 556 millones de euros, en Aena para 7.629 empleados el gasto fue muy inferior 376,9 millones, cuando se atendió a más del doble de pasajeros, un total de 263,7.
En este punto, los bomberos por su parte denuncian el constante cambio de procedimientos, evaluaciones continuas, sueldos congelados y todo a cambio de nada. Tras la privatización de Aena en algunos aeropuertos solo hay un bombero por turno, en otros solo dos y en ambos casos con una formación inadecuada para actuar en tales circunstancias.
Al grito de “os da igual la seguridad”, se dirigen por un lado a Begoña Gosalvez, directora de Organización y Recursos Humanos de Aena, pidiendo su dimisión y por otra a José Luis Ábalos, ministro de Fomento (PSOE), advirtiéndole de una hoja de ruta de movilizaciones de la que no van a salir puesto que las condiciones son insostenibles.
José Luis Ábalos @abalosmeco se tiene que enterar que la movilización de los bomberos y de los trabajadores de #Aena va en serio, que vamos a hacer una hoja de ruta, porque todo ya es insostenible el bombero único en @Aena hay que erradicarlo como ejemplo de todas las categorias pic.twitter.com/JD9tMrhrFr
— CGT Aena ENAIRE (@CGTAena) 21 de mayo de 2019
Todo esto además agravado por la más que evidente sospecha de maniobras sucias entre Aena y las direcciones de CCOO, UGT, y USO, para llevar adelante la negociación del convenio, dejando afuera al resto de representación sindical.
No deben de hacernos perder el foco de la movilización hay demostrar a @aena y @ENAIRE que vamos en serio. Han sido muchos años de pérdida de derechos, muchos años de pérdida de empleo, de ver cómo se está
desprofesionalizado a todas las categorías#EL20MayoYoVoy#piovera #Azul pic.twitter.com/uUL8qC6z1O— CGT Aena ENAIRE (@CGTAena) 19 de mayo de 2019
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La hoja de ruta que plantean desde los bomberos es el camino a seguir. La movilización de la clase trabajadora es la única herramienta capaz de parar esta sangría de precarización y expolio que tan solo sirve para llenar los bolsillos de los fondos buitre.
Movilización en las calles, empresas, barrios, ese es el camino. Un plan de lucha decidido en asambleas de trabajadores, democráticas, con representantes electos, sujetos a la voluntad de la asamblea.
Por su parte, la casta sindical seguirá con sus cantos de sirena ofreciendo afiliaciones a cambio de paz social “envenenada”, lo que nos lleva irremediablemente a pérdida de derechos.