Ediciones IPS relanza el libro en momentos en que un aroma sesentaiochista recorre las calles de Francia. ¿Por qué leerlo hoy? Lecciones para un presente de lucha.
Jueves 19 de abril de 2018 10:27
En el mes de Mayo se cumplen 50 años de aquellas jornadas que paralizaron Francia contra los ataques del gobierno de De Gaulle. El movimiento lo iniciaron los estudiantes universitarios que enfrentaron la “reforma Fouchet”, una ley regresiva en materia de educación. Luego el movimiento se extendió a la clase trabajadora, forjando esa poderosa alianza que hizo temblar los cimientos del régimen social capitalista francés. Se trata, aunque muchos quisieron borrarlo de la memoria colectiva, de la huelga más prolongada y numerosa —movilizó a más de 10 millones de trabajadores— de toda la historia de la Europa occidental. Primaron las ocupaciones de fábricas y facultades con programas radicalizados que agitaban por el poder a los consejos obreros y los comités de huelga, multitudinariamente llevados adelante en las fábricas y las universidades. La juventud, que en 1968 estaba influida por acontecimientos mundiales como la guerra de Vietnam, la cercana revolución en Cuba y los procesos de “descolonización” del imperialismo francés en Argelia, se pronunciaba por el fin de la universidad cuestionando el carácter elitista y funcional al sistema capitalista de esta institución, peleando por la unidad obrero-estudiantil y por derechos plenos para los inmigrantes, algo que hoy, es todo un símbolo en la Francia de Macrón militarizada, con la “excusa” del “combate al terrorismo islámico”.
Por esos días de mayo del 68, se respiraba una atmósfera de lucha. En las fábricas, la solidaridad era con los estudiantes. En las universidades, la solidaridad era con los obreros. Las fuerzas represivas del Estado mostraban su transparente rostro de perros guardianes del capital reprimiendo violentamente a los manifestantes. Las consignas más conocidas que podían leerse por entonces en las paredes y en las calles, lo grafican a la perfección: "¡Seamos realistas, pidamos lo imposible!", "¡La imaginación al poder!", "¡Prohibido prohibir!", "¡Disfrutar sin obstáculos!". Pero también: "¡Obreros y estudiantes, unidos venceremos!" y "¡Debajo de los adoquines, está la playa!".
Este libro que en su nueva edición prologa Emmanuel Barot (Profesor de Filosofía en la Universidad de Toulouse II - Le Mirail y militante de la Corriente Comunista Revolucionaria en el Nuevo Partido Anticapitalista), reúne documentos, relatos, reflexiones, proclamas, volantes y testimonios donde prima la visión de que quienes protagonizaron el Mayo francés. Además Jean-Baptiste Thomas revisó y actualizó con nuevo material bibliográfico su trabajo, “Esto no es más que el comienzo, continuemos el combate” que abre el libro, publicado por primera vez hace 10 años.
A propósito de las lecciones que en el presente es posible rescatar de esta gesta, Barot, dice: “La burguesía siempre se apropia de lo que puede. Esto no le impide al Mayo Francés estar en el centro de la continuidad de la historia de la emancipación y del movimiento revolucionario. Pero sus límites son, sobre todo, una ocasión excepcional para volver sobre los interrogantes sobre el proyecto de sociedad y de estrategia revolucionaria hoy: es decir, la cuestión de los fines por los que luchamos, y de los medios que nos damos para esos fines”.
La multitud de trabajadores y jóvenes no peleaban simplemente por mejores condiciones en sus vidas, sus trabajos y lugares de estudio sino también por hacer estallar por los aires el sistema capitalista donde un puñado de parásitos vive a costa del resto de la humanidad. Donde se buscó ir por una sociedad donde no exista la explotación y la opresión, donde los verdaderos motores de la lucha fueron sus deseos por la libertad real, acabando con una sociedad que sólo le deparaba más miseria a las grandes mayorías.
Los 50 años del Mayo Francés se adelantaron en Francia
Los estudiantes universitarios y secundarios, otra vez en alianza con los trabajadores ferroviarios y docentes en lucha, se encuentran defendiendo las conquistas del Mayo. También tomaron Tolbiac, las facultades de Nantes, Rennes, Limoges, Burdeos, Cannes, Lyon, Grenoble, Estrasburgo, mientras que Nanterre, que hace 50 años fue uno de los epicentros del movimiento, tiene un funcionamiento parcial luego de haber intentado ser ocupada por los estudiantes y recibir una brutal represión de las fuerzas del orden. Las tomas tienen como motivo protestar contra la “Ley Vidal”, que supone restringir en ingreso a la universidad. Por estos días, los estudiantes ocuparon la Sorbonne y fueron brutalmente reprimidos por las mismas fuerzas represivas que hace 50 años desalojaron a sus pares de la misma universidad.
Pero el hartazgo es generalizado con el gobierno de Macrón, por eso han sumado el apoyo a los trabajadores ferroviarios que hacen asambleas y también están en huelga contra el gobierno. De hecho, han sido los propios trabajadores los que por estos días se han acoplado a las tomas de las facultades para aunar fuerzas con los estudiantes en casos de desalojos policiales. Se encuentran dispuestos a enfrentarlo y poner (como hoy sucede) al gobierno en la defensiva.
A su vez, en los últimos meses en Catalunya salieron millones a las calles exigiendo su autodeterminación contra el policíaco régimen del 78 que terminó encarcelando al presidente. Cruzando el Atlántico, en Brasil, el descontento se hace sentir hacia el gobierno golpista de Temer, contra el asesinato de Marielle Franco y la prisión a Lula. En Argentina las jornadas de diciembre en el Congreso Nacional contra el tratamiento de la reforma previsional demostraron que hay fuerzas para enfrentar al gobierno, así como las masivas marchas del movimiento de mujeres por el derecho al aborto legal seguro y gratuito, a las que este martes se sumaron las trabajadoras despedidas del Hospital Posadas y los Mineros de Río Turbio del sur del país. Esta masiva presencia de la juventud en las calles, peleando junto al movimiento obrero, plantea la necesidad de retomar la experiencia del Mayo, con la posibilidad de que el movimiento estudiantil emerja como sujeto político y motorice es alianza, en una nueva configuración de la situación política a nivel mundial.
En un mundo como el actual, donde el capitalismo profundizó su miseria y su barbarie, donde los 8 empresarios acumulan la riqueza con la que tienen que sobrevivir 3600 millones de personas, se vuelve más imperioso que nunca para las nuevas generaciones de jóvenes que saben que vivirán peor que sus padres y salen a luchar contra ello, retomar las lecciones del Mayo francés que el neoliberalismo con todo su aparato ideológico y cultural, quiso y quiere ocultar, borrando del horizonte la perspectiva revolucionaria. Lejos de los partidos de la burguesía así como de la “izquierda” reformista que en la actualidad promueven como único horizonte una perspectiva “ciudadana” en los marcos del régimen burgués, la poderosa alianza del Mayo Francés estuvo protagonizada por trabajadores y estudiantes, es decir, basada en la lucha de clases. Por eso este libro debe ser leído como un legado para pensar cuáles fueron los aciertos y los errores: qué límites imponen las distintas burocracias políticas y sindicales para el movimiento de masas, qué implica la necesidad de construir un partido revolucionario anclado en la clase trabajadora, entre otras, para volver a pensar en tomar, hoy, el cielo por asalto.
En un presente de lucha, urge avizorar un futuro victorioso para todos los explotados y oprimidos, y para recrear un imaginario revolucionario, es que los invitamos a leer la nueva edición de este libro, en su versión revisada y aumentada.
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Mayo del 68: Cuando obreros y estudiantes desafiaron al poder se presentará junto a otras publicaciones como Revolución, de próxima aparición, un libro que compila textos de Marx y Engels y que prologó Christian Castillo, en el stand propio de Ediciones IPS (con el cual contamos por segundo año consecutivo) en la 44° Feria del Libro de Buenos Aires del 26 de abril al 14 de mayo. Pabellón Amarillo, stand 2123 así como también en distintos colegios y universidades del país a lo largo del mes de Mayo.
Lucía Battista Lo Bianco
Es Profesora en Letras por la Universidad de Buenos Aires y actualmente investiga sobre temas de literatura Latinoamericana. Es militante del PTS.