Los sindicatos franceses y la juventud protagonizan hoy la novena jornada de manifestaciones contra la reforma laboral del Gobierno socialista de Hollande.
Martes 14 de junio de 2016
Foto: EFE/Ian Langsdon
Esta nueva jornada de lucha nacional, que tiene lugar en plena Eurocopa, parece ser la más masiva desde que empezó el movimiento hace tres meses para derrotar la reforma laboral de Hollande.
Desde que en marzo comenzó el movimiento de lucha contra la reforma laboral, centenares de protestas y manifestaciones se han desarrollado en toda Francia. Este martes, sin embargo, es la primera vez que la Confederación General del Trabajo (CGT), se propuso llevar a París a trabajadores y estudiantes de todo el país.
Uno de los cortejos más celebrados ha sido el de los "dockers" de Le Havre,, los portuarios que se trasladaron 200 km para participar de la manifestación de París.
El secretario general de la CGT y líder sindical de la protesta, Philippe Martínez, ha afirmado estos últimos días que la movilización será "enorme", superior a la del 31 de marzo, la más masiva contra la reforma laboral hasta ahora, cuando salieron a la calle 1,2 millones de personas, según los sindicatos, y 390.000, según la policía.
Más de 700 autobuses contratados por los sindicatos fueron fletados por las centrales para transportar hasta París a miles de activistas y militantes sindicales a la manifestación que empezó a las 13.15 locales en la plaza de Italia y que atravesaba la ciudad en dirección hacia el oeste hasta Los Inválidos.
La policía ha prohibido a 130 personas su participación en la marcha acusándolos de "actos violentos" en manifestaciones anteriores. Una represión creciente del gobierno y la policía que se hace sentir sobre los manifestantes, con detenciones masivas, juicios y gases lacrimógenos.
Manif Paris loi Travail: pic.twitter.com/VaFOMYEhO0
— Luc Peillon (@l_peillon) 14 de junio de 2016
En paralelo a las manifestaciones, se mantienen hoy un día más los paros en los ferrocarriles, uno de los sectores más combativos. Los trabajadores ferroviarios se encuentran muy presionados por el Gobierno, que mantiene su amenaza de obligar a los huelguistas a trabajar con la policía "si es necesario" como declaró recientemente una ministra de gobierno.
Hoy se suprimieron además trenes de alta velocidad (TGV), un 40 % de los otros convoyes de largo recorrido, y un 30 % de los regionales y de los cercanías en París.
Otros sectores participan también hoy en las huelgas, en particular los taxis (en París hubo concentraciones en algunos puntos estratégicos de la ciudad), en guarderías o en la recogida y el tratamiento de basuras.
La torre Eiffel y el Palacio de Versalles cerraron sus puertas por las huelgas contra el proyecto de ley de la ministra de Trabajo, Myriam El Khomri, que ayer inició su tramitación en el plenario del Senado, donde la derecha -que es mayoritaria en esa cámara- va a modificarlo sustancialmente.
Igualmente había una convocatoria de paro de un sindicato de los controladores aéreos. En paralelo, Air France vivía hoy la cuarta jornada consecutiva de huelga de sus pilotos.
Aunque la cercanía de las vacaciones no beneficia el calendario de luchas obreras, la CGT ha convocado otras dos jornadas de protesta los próximos días 23 y 28 de junio. "Qué más hay que hacer para que el Gobierno escuche?", se preguntaba este martes Martínez en una entrevista radiofónica.
En este escenario, la tramitación de la reforma laboral -que debe volver en julio a la Asamblea Nacional, donde se adoptará la versión definitiva- se enfrenta a varios momentos claves en las próximas semanas.
En primer lugar, el día 17 habrá una reunión entre Martinez y la ministra de Trabajo Myriam el Khomri, autora del proyecto de reforma. Aunque se descarta un acercamiento de relevancia, todo indica que el secretario general de la CGT ya no insiste en la retirada del proyecto, sino que estaría dispuesto a discutir la supresión del aspecto más polémico del texto para los sindicatos –y un principio central para el gobierno y la patronal-: el artículo 2 que da prioridad a los acuerdos de empresa sobre los convenios colectivos. Martinez pretende además entrevistarse con el presidente François Hollande y negociar al menos con el primer ministro, Manuel Valls.
El segundo momento clave es la propia tramitación del proyecto en el pleno del Senado, que comenzó el lunes. La derecha, que tiene bajo su control la Cámara alta, ha endurecido el proyecto de ley al máximo, proponiendo incluso eliminar el principio del límite de 35 horas en el horario laboral semanal.
El texto, con estas modificaciones hacia la derecha, volverá a la Asamblea Nacional a fines de junio o principios de julio para su aprobación definitiva. Otro momento clave en el que el primer ministro, Valls, deberá decidir si nuevamente aprueba la ley por decreto -evitando su debate y votación en la Cámara baja-. Las decenas de diputados socialistas críticos que rechazan la reforma indican que esta será posiblemente la opción que siga el Ejecutivo.
De ser así, la ley quedaría finalmente aprobada el mes que viene mediante un nuevo decretazo del gobierno. Pero la lucha de clases todavía no ha dicho la última palabra.