Genocidio sin tregua. Nueva masacre de Israel: 27 muertos y 100 heridos en una escuela que albergaba cientos de refugiados.

Según la agencia de noticias WAFA, la escuela albergaba a cientos de personas desplazadas por los bombardeos en el norte de la Franja. El ataque también ha dejado al menos 100 heridos, muchos de los cuales fueron trasladados a hospitales cercanos que todavía quedan en pie.

En el mismo momento, el portavoz del Ministerio de Sanidad gazatí, Ashraf al Qudra, ha informado que se han producido nuevos ataques contra el Hospital Indonesio, donde permanecen todavía alrededor de 200 pacientes que no fueron evacuados. Esto, mientras el ejército israelí detiene al director del hospital Al Shifa, doctor Mohammed Abu Salmiya por "presuntos vínculos con Hamas".

Israel comete una masacre en una escuela que alberga a refugiados en Jabalia, en la Franja de Gaza. pic.twitter.com/HFABwEiGbn

— Palestina Hoy (@HoyPalestina) November 23, 2023

Cinismo: Entre la “pausa humanitaria” y la “solidaridad internacional”

Ya es de público conocimiento que el Estado de Israel no es reconocido por su humanismo sino más bien todo lo contrario, por su férrea política militarista y de apartheid contra el pueblo palestino. Pero también han montado una gran campaña mediática para justificar estos crímenes. Entre ellas la “legítima defensa” que levantan los sionistas, en donde Israel tendría derecho a responder militarmente, a los ataques de Hamas de principios de octubre, aunque eso implique desplazar a 1,6 millones de personas, y asesinar a decenas de miles, realizando un verdadero genocidio.

En el marco de esta campaña para justificar la barbarie que avanza al calor de la campaña militar de Israel, de forma grotesca, el primer ministro de Suecia, Ulf Kristersson, estuvo a punto de decir que Israel “tiene derecho al genocidio”, en un presunto lapsus y por el que fue abucheado al instante por la audiencia pro sionista.

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Por lo que la solidaridad internacional no pasa por el cinismo de los embajadores, sus organismos y Estados, que en público repudian ciertos “excesos” y en privado fomentan la guerra, por los negocios que ésta implica.

Las amplias movilizaciones en todo el mundo, con millones mostrando su solidaridad con el pueblo palestino (que tiene ya miles de víctimas fatales), que denuncian la avanzada genocida, tienen la importancia de que comienzan a generar crisis en algunos de los principales imperialismos que apoyan a rajatabla al Estado de Israel, como el caso de Estados Unidos con un Joe Biden que ver mermar su popularidad interna o la crisis que provocó en el Partido Laborista de Gran Bretaña.

El desarrollo y continuidad de las masivas movilizaciones son el punta pie inicial para poder pensar cómo la clase trabajadora y el pueblo pobre de los países árabes, aliados con el pueblo palestino y apoyados por un fuerte movimiento democrático en los países centrales, pueden conquistar una Palestina libre, obrera y socialista donde convivan en paz árabes y judíos.