A una semana de la represión los trabajadores volvieron a reclamar contra los 600 despidos. El diputado Nicolás del Caño (PTS-FIT) se hizo presente para acercar su solidaridad. Es necesario un plan de lucha y paro general activo.
Sábado 8 de septiembre de 2018
Al cumplirse una semana de la represión y de no haber tenido aún ninguna respuesta sobre los más de 600 despidos en el Ministerio de Agroindustria, especialmente de los trabajadores de agricultura nacional a nivel nacional, se realizó una jornada de lucha en las puertas del Ministerio y un corte de la avenida Paseo Colón, con importantes delegaciones de estudiantes y trabajadores que acercaron su solidaridad.
Entre ellos, estudiantes universitarios en lucha por el recorte presupuestario a las 57 universidades públicas del país, la representación de sectores de ATE Provincia, como la Junta Interna de Desarrollo Social, la Junta Interna de Agroindustria de Provincia de Buenos Aires y de la delegación La Plata del Ministerio de Trabajo nacional, que luego se dirigieron a la acción en el Ministerio de Trabajo.
También se hicieron presentes distintos referentes políticos de la izquierda. Durante la jornada se realizó una radio abierta, manteniéndose el corte sobre la avenida Paseo Colón de la Ciudad de Buenos Aires, a la espera de que algún funcionario dé alguna respuesta y los reciba.
Pero los trabajadores informaron que ningún funcionario otorgó una fecha certera de reunión para escuchar el reclamo de la reincorporación de los trabajadores despedidos del Ministerio.
En el lugar, los trabajadores del organismo resolvieron seguir la permanencia pacífica en el ministerio, hasta el día lunes en el que se espera la llegada de los despedidos de las distintas delegaciones de las provincias. De esta forma, se preparan para intervenir con fuerza en el paro nacional convocado por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) el día 12 de septiembre.
El diputado nacional por el Frente de Izquierda y los Trabajadores, Nicolás del Caño, se hizo presente para acercar su solidaridad, y señaló que "el único camino que tenemos es unificar cada una de las luchas."
"Todos los días hay decenas de movilizaciones y protestas, como la que ustedes están llevando adelante, porque los trabajadores se han puesto de pie, no se van a su casa, están dando una gran pelea y una resistencia."
"Pero la CGT convocó a un paro otra vez para dentro de un siglo, porque el 25 de septiembre es un siglo. con el ajuste que está habiendo y con la pelea que están dando ustedes. Y lo hacen para descomprimir, no lo hacen para desarrollar toda la bronca y toda la fuerza y toda la bronca de la clase trabajadora".
"Por eso nosotros estamos insistiendo, vamos a impulsar con todo la jornada del 12 que también convocan los trabajadores del Astillero Río Santiago (...) creemos que es necesario un paro activo nacional que sea parte de un verdadero plan de lucha hasta derrotar a Macri, al FMI y a los gobernadores", sentenció el diputado.
Tan sólo en los primeros siete meses de 2018 se registraron 12.532 casos de despidos en el empleo público, de los cuales 7.652 corresponden al ámbito gubernamental y 4.880 a despidos en empresas de capital estatal, de acuerdo al Centro de Economía Política Argentina (CEPA)
En comparación con igual período del año 2017, esto representa un incremento de 543 % respecto a la cantidad de despidos en el sector.
También en el sector privado avanzan los despidos y suspensiones. Según datos aportados por el CEPA, solamente entre diciembre de 2017 y julio de 2018, tuvieron lugar al menos 31.191 despidos y 4.949 suspensiones.
En la conocida heladería Freddo, empresa ligada al el ex vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, peligran 300 puestos de trabajo ante la amenaza de cierre.
La actividad económica se desplomó en junio 6,7 %, según el Indec y se encamina a la recesión. El freno de la economía comenzó a reflejarse en los despidos y suspensiones. De conjunto, el empleo registrado tuvo una pérdida de 24.000 empleos en el primer semestre.
Por ello, es urgente un paro activo ya, sin dilaciones, para enfrentar el severo plan de ajuste del gobierno de Macri pactado con el FMI, que busca destruir las condiciones de vida y las conquistas de la clase trabajadora en Argentina.