Mientras que el hijo de Carlos Larraín atropelló, mató y dejó abandonado a un hombre el año pasado, está libre; mientras violentistas como el agricultor antimapuche, Tremer, a quien se le encontró un arsenal de armas en su casa también está libre; al joven luchador y simpatizante de la causa mapuche, Emilio Berkhoff, le fue ratificada la condena de cinco años de cárcel por porte ilegal de armas y municiones, luego de que la Corte de Apelaciones de Concepción rechazara la solicitud de la defensa de anular el juicio.
Sábado 20 de junio de 2015
La defensa, encabezada por el abogado Jaime Pacheco, había solicitado un nuevo juicio dado que Berkhoff fue condenado con pruebas no rendidas por el Ministerio Público, durante el juicio en Cañete realizado en marzo de este año. Además, la defensa sostenía que la condena se basa en prejuicios, estereotipos y preconceptos sustentados en las ideas políticas de Emilio Berkhoff, denunciando la gravedad de esta situación, ya que el Sistema de Justicia Penal debiese juzgar los actos, no las ideas o pensamientos políticos que una persona pueda tener.
Nuevamente la Justicia demuestra su doble cara: mientras hace la vista gorda con los poderosos, aplica “todo el peso de la ley” a luchadores sociales, buscando criminalizar la protesta social, amedrentando a quienes solidarizan con la causa del pueblo mapuche.
