"Se incluirán nuevas enfermedades a las coberturas Auge/GES [...] uno o más cánceres que hoy día no están cubiertos en el Régimen de Garantías; y el segundo, la enfermedad de Alzheimer ” Refirió el Ministro Salud - Sergio Mañalich - durante esta semana; sin embargo, hay preocupación de expertos y asesores económicos del AUGE, debido al financiamiento de esta expansión de la cobertura ¿Qué debates genera esta iniciativa del gobierno de Piñera?
Lunes 24 de junio de 2019
Un poco de Números y estadística
El problema de cobertura de enfermedades en Chile y en el mundo es “un temazo”, porque hay que partir de varios análisis, datos, fórmulas y cálculos para que además, y en última instancia, sean el manejo burocrático y las maniobras políticas las que legislen sobre qué o cómo implementar tales coberturas y planes en salud.
Antes del Sí - a cualquier medida ministerial en salud - pasamos por toda una secuencia de instancias - comisiones, estudios, asesoramiento con profesionales y economistas - para llegar a anuncios tales como los de Mañalich (que por cierto, es el mismo anuncio realizado el año pasado por el minsal - [Ver https://www.laizquierdadiario.cl/Nuevas-enfermedades-podrian-entrar-al-plan-AUGE-este-2019].
Pero aterricemos un poco y abordemos la promesa: más número de enfermedades al GES ¿Se puede? Claro y está escrito que cada 3 años se reevaluen las intervenciones realizadas por las Garantías Explícitas en Salud (GES).
Recordemos que el GES inicial solo abordaba 25 enfermedades y durante los años siguientes, es que se han ido incorporando nuevas, llegando al número de 80 enfermedades actualmente vigente, de ahí que no es descabellado pensar en este incremento anunciado por el gobierno.
¿Qué enfermedades están evaluando? Se estudia integrar otros cánceres (mas no todos como lo exige la propuesta de ley del cáncer), cuidados paliativos no oncológicos, Alzheimer y Depresión Adolescente (entre los 10 y 14 años).
¿Qué magnitudes intenta abarcar esta propuesta? revisemos un algunos datos:
Se ha llegado al consenso de que las Enfermedades cardiovasculares (31%), Neoplasias Malignas (15%), Enfermedades Infecciosas y Parasitarias (12%) son las tres principales causas de muerte a nivel mundial por ingreso hospitalario, número que se concentra además en países de bajos ingresos [1].
Por otro lado, en Chile la mortalidad solo por cáncer es del 21%, siendo los principales tipos de neoplasias en Hombres el Pulmón, la Próstata, el Colon y el Recto; mientras que en Mujeres predomina cáncer de Mama, Colon, Recto y Pulmón [1].
No vamos a entrar nuevamente en Salud Mental y Laboral, ya algo hemos esbozado al respecto en otras notas [Ver:https://www.laizquierdadiario.cl/Sobrecarga-laboral-y-el-deterioro-de-la-salud-mental-en-el-trabajo ], pero para recordar: En Chile hablábamos de un 36% de Licencia Médica por enfermedad profesional relacionada con salud mental, siendo la misma OMS la que destaca el impacto productivo que tenían estas en el PIB país [3].
Otro dato importante es la carga económica individual que trae cada enfermedad: costo agregados que no son reflejado en los indicadores mortalidad. Como no todo es GES, parte del gasto en salud (Gasto Directo), en algunas enfermedades crónicas y la mayoría de los cánceres como también en las enfermedades laborales y de salud mental, tiende a recaer en trabajadores y trabajadoras. Se estima así que sobre el 35% [2] del gasto en salud sale del bolsillo de los mismos usuarios y familiares.
Esta inversión o gasto individual descrita en el informe entregado a principios de años por la OMS (Organización Mundial de la Salud), destaca además que el Gasto en Salud por parte del Estado, tiende a varias en torno al 10% del Producto Interno Bruto (PIB) en los países en general [2] (En Chile esa cifra estuvo en 8.1% durante el 2017 y no contamos con una cifra actualizada pero se estima que sería menor al 8.9 que es el promedio OCDE).
Sin embargo son deficitarios los balances, cuentas y registros estrictos de los gastos en salud más allá de la inversión general, como también deficitario es la descripción y la distribución del gasto público en salud en las políticas preventivas y el impacto epidemiológico de las diferentes intervenciones realizadas [4]
Pero volvamos a la raíz del problema
Quiero que pensemos el PIB como la suma de los ingresos (o sueldos) en una casa cualquiera. Pensemos ahora que las personas que habitan esa casa cualquiera aportan un determinado monto a este sueldo total. De este sueldo se saca un porcentaje para invertir en salud: El Gasto en Salud.
Al ejemplo anterior sustituye lo siguiente: La casa por el país y las personas por los salarios, alquileres, impuestos (IVA, rentas que recibe el Estado), beneficios que recibe los propietarios de la empresa y depreciación.
En una casa (como en un país), sin embargo no todos aportan del mismo modo y los sueldos no siempre crecen proporcionalmente a los gastos médicos o de salud de las personas dentro de la casa ¿Cuál es el problema que enfrentamos? que el crecimiento del PIB (el sueldo de la casa) es menor al crecimiento en gasto de salud [2]. Un fenómeno que más allá de variaciones según países desarrollados o no es tendencia a nivel global y es que: Gastamos más en salud de lo que crece productivamente la economía de la diversas naciones (ver gráfico 1)
Gráfico 1: Oficina de Información Económica en Salud, Departamento de Economía de la Salud, MINSAL.
No solo esto del crecimiento pobre del PIB es lo trascendente, sino que también cuánto de ese PIB se invierte en salud y en educación (como factor protector de salud). Esto vuelve realmente crítico todo lo comentado arriba ya que está estudiado y a Chile particularmente se le han dado avisos desde los organismos internacionales [4] en los que es parte; que su inversión (o gasto público) en salud es deficiente (como también lo es en educación) y esto sostenido crónicamente, se traduce materialmente en más enfermedad (y más gasto en salud), más pobreza y menos educación. En conclusión, un verdadero círculo vicioso de enfermedad pobreza y baja escolaridad.
Me gustaría mencionarles dos recomendaciones básicas que se hacen a la salud de las naciones en general y que van a expresar la contradicción de las visiones que tenemos en salud en Chile y en otros lugares del mundo también:
“desarrollar hábitos y estilos de vida saludables que favorezcan la reducción de los factores de riesgo asociados a la carga de enfermedad de la población” [...] “ particularmente en lo relativo a tabaco, alcohol, obesidad infantil, actividad física y conducta sexual segura en adolescentes y jóvenes” [1]
“Combatir la obesidad y la alimentación poco saludable en Chile” [4]
¿Por qué coloco estas dos citas? Porque son dos medidas de promoción y prevención primaria (antes de que surja la enfermedad) que Chile no sólo no ha tomado, sino que, actualmente ha buscado “minar” a través de políticas educacionales nefastas como lo son la disminución de las horas de educación física o historia, lo que es totalmente contradictoria a la necesidad de una mejor salud sin caer en la enfermedad misma.
Quiero antes determinar mencionar algo, y es el enfoque que se da a las soluciones en salud pública, enfoque que como ya dijimos en notas pasadas es “desarticulado” - invadido por una política neoliberal pro-empresarial que favorece una visión mercantil de la salud en desmedro de una visión de derecho universal y garantizada por el estado [5]. Parte de la solución a los problemas de la salud de los trabajadores es mirar con otros ojos la forma de entender esa salud, que no puede seguir mirándose a través de la óptica del bien de consumo, pues faltarán años y años para llegar a un PIB tal que la inversión se comparable y necesaria para cubrir toda la demanda en salud actual [sean estos cánceres, enfermedades somáticas o de salud mental]. Por el contrario, la salud debe garantizarse con acceso irrestricto y según la necesidad ¿Pero esta cobertura irrestricta no generará más costo o gasto que es el límite que enemos como ya habíamos evaluado en el PIB? La respuest es si y no.
Indudablemente chile con una cobertura universal debiese aumentar el gasto en salud y con ello el porcentaje del PIB que actualmente mantiene en ese 8% (Francia y otros países utilizan sobre el 25% del PIB en salud) [4]
Pero por otro lado, ese costo debiese ir disminuyendo si se intenta desenredar la verdadera tragedia sanitaria que significa la orientación errada en salud que se promueve hoy en día, a saber, una salud enfocada en la enfermedad y no en los sujetos y sujetas sanas.
Este artículo no pretende agotar el debate pero hacen surgir preguntas que podemos seguir desarrollando, como por ejemplo ¿Qué sistema de salud necesitan las y los trabajadores en Chile y el mundo? y correlativamente ¿Cómo lograrlo?¿Sistema de salud basado en el principio de salud como derecho humano o Sistema de salud como bien de mercado? En Chile predomina lo segundo, una salud fragmentada, mercantilizada y expuesta a una cobertura limitada y que varia en función del mercado, modelo inverso al pensar la salud como principio en si a defender.
Aquí quiero terminar simplemente reforzando algo: la salud (al igual que la educación) se estructura en relación a un campo ideológico, y las formas sociales que adopta - la de sus instituciones, prácticas y programas - son el reflejo de esa matriz ideológica fundamental, que en Chile se define como Neoliberal. Un ideología empresarial, del desarrollo de la sociedad en función del desarrollo de los mercados. De ahí que la lucha por una salud digna, con ampliación de garantías no es una demanda simple, no es la petición de una enfermedad o tratamiento más. Cuando hablamos de más seguridad social, de más salud estamos exigiendo algo mucho más profundo, creo yo, exigimos las y los trabajadores un cambio radical esa matriz, de ese núcleo ideológico que nutre todas las instituciones y políticas del estado: exigimos el estado obrero, una salud para las y los trabajadores.
[1] Minsal. Plan Nacional del Cancer. 2018 - 2028.
[2] Organización Mundial de la Salud “Los países están gastando más en salud, pero las personas siguen pagando demasiado de sus bolsillos” Febrero 2019.
[Link]:https://www.who.int/es/news-room/detail/20-02-2019-countries-are-spending-more-on-health-but-people-are-still-paying-too-much-out-of-their-own-pockets
[3] Salud Mental en el Lugar de Trabajo. Organización Mundial de la Salud. Octubre 2017.
[Link] https://www.who.int/mental_health/advocacy/en/spanish_final.pdf
[4] Estudio de la OCDE Sobre Salud Pública: Chile hacia un futuro más sano. Evaluación y Recomendaciones.
[5] Sobrecarga laboral y el deterioro de la salud mental en el trabajo
[LINK]https://www.laizquierdadiario.cl/Sobrecarga-laboral-y-el-deterioro-de-la-salud-mental-en-el-trabajo
[Foto de Portada] Cuadro: Gonzalo Cienfuegos
Andrés Vargas
Médico General en APS Redactor La Izquierda Diario Chile