122 casos de personas que han reportado intoxicaciones, suspensión de clases en recintos educacionales, exceso de hidrocarburos en el aire y la alerta de contaminantes que pueden ser cancerígenos para la población azotan nuevamente a las comunas de Quintero y Puchuncaví. Las alertas sanitarias del gobierno a la medida de los empresarios son insuficientes.
Miércoles 31 de mayo de 2023
Semanas de terror vuelven a vivir niños, adultos mayores, trabajadores y la comunidad completa de Quintero-Puchuncaví producto del exceso de material contaminante en el aire que ha generado una ola de nuevas intoxicaciones masivas.
El exceso de hidrocarburos en el aire y la preocupante alerta que advierte que el contaminante presente en Quintero-Puchuncaví se trata de Benceno, un componente declarado cancerígeno por la Organización Mundial de la Salud, ha tenido como consecuencia el copamiento de los centros de salud producto de las intoxicaciones que han afectado sobre todo a niños y niñas, además de la suspensión de clases en seis escuelas de Quintero y cuatro en Puchuncaví a la fecha.
El gobierno y las autoridades declaran nuevas alertas sanitarias, mayor fiscalización y la supuesta activación de un protocolo de gestión de episodios críticos que de nada han servido a la población que ha salido a manifestarse por los hechos, en palabras del jefe de la Unidad de Riesgos y Desastres de la Municipalidad de Quintero Daniel Torres evidencia: “Los niveles que marcan las estaciones están bien. Sin embargo se sigue viendo personal afectado”. Lo que es una clara muestra de que los supuestos estándares medioambientales que fiscalizan los contaminantes de las empresas están hechos a la medida de su funcionamiento y no a la calidad de vida y salud de la población.
Mientras Daniel Torres agrega: “Quizás lo que están midiendo las estaciones no permite evidenciar este contaminante que está afectando a la población” lo que es aún más preocupante, la ministra del medioambiente Maisa Rojas habla de “tomar medidas proactivas en los meses de invierno” como si las intoxicaciones no fueran pan de cada día para los habitantes de la zona.
La seremi de salud indica que se han realizado fiscalizaciones a más de 30 empresas del cordón, pero ¿bajo qué criterio? ¿la del modelo empresarial impuesto por los gobiernos de turno a la fecha y que el propio gobierno de Boric ha buscado mantener?. Son los recintos escolares los que han tenido que suspender su funcionamiento, mientras los empresarios de las industrias del cordón Concón, Quintero y Puchuncaví no han dejado de ganar ni un solo peso.
Las alertas sanitarias y las medidas del gobierno son insuficientes. Mientras Camila Vallejos habla de “transición ecológica” por el cierre de la fundición de Codelco en Ventanas, mantienen un silencio cómplice frente al resto de industrias del cordón manejadas por privados que de igual forma contaminan a la población, sumado al catastrófico proyecto llevado adelante por la empresa Aguas Pacífico que busca instalar una desalinizadora de agua en pleno Puchuncaví agravando más la situación para una comuna que ya es considerada una Zona de Sacrificio. Ante esta situación las autoridades y el gobierno guardan silencio, mientras que los únicos que han tomado cartas en el asunto han sido los pescadores artesanales de la bahía Narau y las comunidades aledañas que ya llevan tres semanas afuera de las puertas del recinto contra su instalación.
El gobierno que muestra más preocupación por mantener tranquila a la derecha aprobando leyes represivas, y que se deshace en excusas que en nada aportan a resolver el problema de la contaminación y el saqueo que han generado los mismos empresarios, está lejos de dar una salida al problema. Lo mismo los partidos oficialistas y la derecha hipócrita.
Es urgente una salida de las y los trabajadores, las comunidades y la población organizadas para acabar con las zonas de sacrificio, partiendo por que sean las mismas comunidades las que tengan control y decisión sobre los planes y proyectos en el territorio junto a profesionales en materia de medioambiente y calidad de vida independientes de las empresas y las autoridades de turno.