La Federación Agrícola agrupa 3 sindicatos de Angol, con unos 200 afiliados del Fundo El Almendro, El Encanto y Vívero Buenos Aires. Su presidente, Marcelo Salazar, denuncia la precarización laboral que viven trabajadores y trabajadoras que se evidenciaron en una nueva tragedia para familias obreras de Malleco.
Miércoles 13 de enero de 2016
Marcelo Salazar nos comenta respecto a la muerte de 9 trabajadores temporeros en la ruta Angol-Los Sauces el pasado 9 de enero, que hay varios aspectos que evidencian la precarización laboral que vive el sector: en primer lugar, estos trabajadores no tenían aún firmado el contrato de trabajo; en segundo lugar, entre los fallecidos había menores de edad, cuestión que no está permitida sin permiso de los padres; y en tercer lugar, el presumible estado de ebriedad del chofer del furgón, lo que pone en evidencia la falta de control por parte de la empresa en cuanto al transporte de sus trabajadores.
La situación de precarización y desprotección de las y los trabajadores temporeros en Malleco es grave, teniendo en cuenta que es uno de los sectores que más trabajo da en la provincia. Según datos de la Fundación Sol el 26% de las y los obreros asalariados que se desempeñan en la actividad agrícola no cuentan con un contrato laboral que les garantice protección a ellos y a sus familias en caso de accidentes laborales, enfermedades, etc.
Marcelo Salazar nos comenta que solo en la empresa donde él trabaja hay unos 700 a 800 trabajadores en temporada alta, y que solo en ese sector hay tres empresas con un número similar de trabajadores. Entre las situaciones precarias que vive el sector, Marcelo nos comenta que los contratos son a plazo fijo, donde se estipula que la o el trabajador realizan una tarea por 3 meses, y luego se renueva por tres meses más con otra tarea. Esto implica, entonces, que no hay continuidad en el contrato y eso no les da derecho por ejemplo a vacaciones, cuestión que las empresas pueden legalmente hacer, dado que no hay estatuto agrícola.
Por otra parte, existe un grave problema con las fiscalizaciones, las que son escasas dada la falta de personal en la Inspección del Trabajo. Marcelo Salazar señala que además hasta hace 2 años existía temor de parte de las y los trabajadores de hacer una denuncia, debido que al hacerla inmediatamente la empresa sabía que se había hecho o quién lo había denunciado, y que si bien, hoy la situación cambió, aún la fiscalización es insuficiente.
Además, el presidente de la federación Agrícola nos comenta que ante las denuncias de sus trabajadores, las empresas los amenazan con que “los van a llevar a la quiebra”, sembrando el temor a los despidos, o bien, que tras las fiscalizaciones las empresas pagan las multas y siguen con las mismas prácticas y abusos laborales.
Es decir, el accidente con la trágica muerte de trabajadores, la gran mayoría jóvenes, pone en evidencia que las prácticas abusivas de las empresas del rubro, muchas de ellas holdings y empresas locales, siguen intactas, y que las fiscalizaciones no cambian la situación de fondo de precarización.