El Frente Amplio amenazó con romper el acuerdo administrativo que le dará a la DC la presidencia de la Cámara. Las condiciones del FA no cayeron en gracia a la DC, quienes cerraron el diálogo si el FA no cumple lo acordado.
Viernes 25 de enero de 2019
Estas semanas se abrió una crisis en la oposición, luego de que el Frente Amplio amenazara con romper un acuerdo administrativo que le daría a la Democracia Cristiana la presidencia de la Cámara de Diputados. Ilustrativamente el diputado Pablo Vidal (Revolución Democrática) señaló que “En la medida que esa oposición ya no es mayoría y que los acuerdos que se tomen en las comisiones no se respeten en la Sala, entonces quizá ya no tiene sentido tener las presidencias de las comisiones”.
Para reabrir las discusiones con la DC el FA propuso un acuerdo de tres puntos: en abrir un diálogo con el pueblo mapuche desde el Congreso; rechazar el proyecto de “Admisión Justa” y oponerse al proyecto de reforma previsional.
Sin embargo, el presidente de la DC, Fuad Chahín, respondió señalando que las condiciones eran absurdas. De tal manera que desecharon cualquier diálogo con el FA que no partiera de darle cumplimiento al acuerdo administrativo y acusando al Frente Amplio de poco confiable.
Chahín señaló que “Encantados los recibimos o nos reunimos con ellos donde quieran, pero después que cumplan su palabra en la votación del mes de marzo”.
¿Que oposición se necesita?
El Frente Amplio, que viene preparándose para el escenario de elecciones del 2020-2022, definió como una de sus prioridades instalar la idea de que pueden ser una opción de gobernabilidad. Insistirán con el llamado al diálogo con la DC, así lo manifestó el jefe de bancada RD, Miguel Crispi, "ⁿSería un nuevo error de la DC cerrar las puertas al diálogo”.
Sin embargo la respuesta de Chahín es un portazo a la estrategia frenteamplista de conformar una oposición parlamentaria. En este mismo sentido es que la próxima semana mantendrán reuniones con los partidos de la ex Nueva Mayoría para consolidarse como oposición. Sin embargo basta hacer un repaso al año pasado para ver que la oposición no logró frenar ninguna de las iniciativas de Piñera.
El quiebre del acuerdo es una medida del FA que busca presionar a la DC para llegar a un nuevo acuerdo y sostener su estrategia de alianzas parlamentarias con los viejos partidos neoliberales como vía para enfrentar a la derecha. Endurecen el tono para instar a la DC a “cuadrarse” con la oposición. Una DC que ha votado una treintena de iniciativas de gobierno y que ante la situación en Venezuela se cuadra con la política imperialista de Donald Trump junto a la derecha continental de Piñera, Bolsonaro y Macri.
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Según señala Dauno Tótoro, dirigente del Partido de Trabajadores Revolucionarios, en una columna de La izquierda Diario, “¡La Democracia Cristiana no es nuestra aliada! Un partido que se dedicó a gobernar para los empresarios luego de la dictadura militar, y que luego de su debacle electoral, hoy negocian a dos bandos, con la derecha y con la timorata y tímida oposición, viviendo a costa de su rol de “engranaje político” entre ambos sectores en el Parlamento.”
La oposición que necesitamos construir no puede empantanarse en el laberinto parlamentario. Necesitamos la más amplia unidad de trabajadores, en alianza con el movimiento de mujeres y el movimiento estudiantil. Necesitamos forjar una oposición en las calles basada en esta alianza para enfrentar a Piñera, a los empresarios y a este gobierno. Esta alterativa es contraria a la unidad con los viejos partidos que administraron el neoliberalismo como la DC,que cada cierto tiempo dejan ver su verdadero ADN.
