El gobierno planea la pavimentación de 13 km de ruta en el oeste cordobés, afectando profundamente uno de los últimos reductos del bosque nativo en la provincia.
Martes 8 de noviembre de 2022 11:51
En pocos días se llevará a cabo la audiencia pública por la pavimentación de 13 km de la Ruta Provincial S-400 entre La Higuera y Rumi Huasi, obra impulsada por el gobierno de Córdoba en el oeste provincial. Si estos nombres no resultan familiares es porque la primera de estas comunas cuenta con 411 habitantes, mientras que la segunda solamente con 75. Como ya resulta costumbre en la provincia, esta pavimentación arrasaría bosques amparados por la ley provincial de ordenamiento territorial de bosques nativos como zona roja, de máxima importancia para su protección.
Este aspecto, sin embargo, apenas es abordado en el estudio de impacto ambiental, que en sus escasas 33 páginas, solamente señala sobre este punto que “El bosque autóctono se verá afectado por el proyecto. Se contempla la implementación de un plan de forestación dentro de la zona buffer del sector intervenido, al finalizar el proyecto vial.”
El inventario forestal que acompaña la documentación, más allá de ciertos errores técnicos en la terminología, menciona la extracción de 1289 árboles de especies nativas, en excelente estado fitosanitoario y la mayoría con alturas entre 6 y 12 m. A esto tiene que agregarse la destrucción de los estratos arbustivos y los impactos de la ruta sobre la fauna.
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Un segundo aspecto notable es el monto de la inversión, presupuestada en julio en 1304 millones de pesos. Para comparar, una escuela Proa totalmente equipada e inaugurada recientemente por el gobierno representa una inversión casi cinco veces menor, de 280 millones de pesos. El objetivo de esta pavimentación, según admite el propio estudio de impacto ambiental, sería “solucionar los inconvenientes que tiene el tránsito pesado de la región, consecuente de la producción regional minera y comercial entre localidades y parajes”.
La abultada inversión no parece coincidir con el potencial uso que se le daría a la ruta. O cabe preguntarse, como en otros casos, cuál es la prioridad del gobierno al momento de plantear estas obras de infraestructura y cual es la “utilidad pública” que justifica este tipo de obras, más allá de las necesidades de un privado.
Más curiosa es la afirmación de que la pavimentación tiene un impacto positivo por el solo hecho de realizarse: “La construcción de la obra implicará un impacto positivo en los aspectos socio-económicos, debido a la contratación de personal para la realización de dicha obra. Además, generará empleo indirecto, ya que se supone aumentará la actividad comercial y turística de la región”.
¿Se supone? Curiosa manera de respaldar un proyecto en un informe oficial.
Este nuevo avance sobre el bosque nativo y sobre la forma de vida de las comunidades rurales ya atravesó todos los pasos legales de aprobación, bastando solamente la audiencia pública no vinculante que se realizará este jueves 10 de noviembre. La información disponible para esta audiencia junto a las instrucciones para inscribirse pueden encontrarse en este enlace.