Ex altos mandos de la institución y la ex ministra de justicia Javiera Blanco, quedan en prisión preventiva y firma mensual respectivamente por malversación de millonarios fondos en gastos reservados. Ante la crisis económica por la pandemia y el manejo nefasto del Gobierno, que todos los recursos para represión se destinen a reales necesidades de la población, como la salud, vivienda y educación.
Domingo 10 de octubre de 2021
Un nuevo hecho de fraude se registra al interior de Carabineros y compromete a ex altos mandos: Bruno Villalobos Krum y Gustavo González Jure, generales en retiro que deberán cumplir prisión preventiva mientras se realiza la investigación por malversación de fondos en gastos reservados. Tales fondos en gastos reservados, son destinados anualmente para “seguridad interna y externa y de orden público del país” para fortalecer la institución represiva.
A su vez, Javiera Blanco, exministra subsecretaria de carabineros en el primer Gobierno de Bachelet fue formalizada por tener participación en el caso y condenada irónicamente a firma mensual por los primeros 15 días de cada mes y con arraigo nacional hasta determinar su complicidad.
Son gigantescos presupuestos estatales al año que se destina a la institución, cuestionada por sus fraudes, su rol represivo y por sus innumerables violaciones a los DDHH. En este proceso se reconoce que fueron fondos involucrados desde 2007 a 2011 mientras Blanco mantenía su cargo (sólo un 41% de 400 millones fueron utilizados), y dineros que se destinaban a terceros y que los ex altos mandos utilizaron para enriquecerse (casi 200 mil millones entre ambos).
Por lo demás, dentro de la investigación están siendo formalizados el exfuncionario del SII, Héctor Zúñiga, el coronel en retiro, Iván Whiple, y el ex jefe de Finanzas de Carabineros, Flavio Echeverría.
Que los recursos en represión sean destinados para Salud, Vivienda y Educación
Ante la crisis económica generada por la pandemia y el manejo del Gobierno de Piñera, queda preguntar si es realmente necesario continuar destinando millonarios presupuestos en gastos reservados a las fuerzas represivas, considerando la gran necesidad de fortalecer las condiciones mínimas de millones de trabajadores y familias que se enfrentan a la precariedad de la vida.
Se vuelve urgente que los presupuestos anuales sean destinados preferentemente a mejorar un sistema de salud fuertemente golpeado por la privatización de este derecho y la tercerización, lo demuestra los más de 18 mil funcionarios y funcionarias de la salud que fueron despedidos este mes, junto al cierre de CESFAM en regiones como Arica, o los golpes que las y los TENS y matronas han venido resistiendo; o la clara muestra de unidad y disposición a luchar por sus demandas de las trabajadoras del Hospital de Antofagasta o funcionarios del Hospital Sótero del Río, paralizando contra los despidos y la precarización laboral, siendo un ejemplo a seguir.
Para que no sean las familias trabajadoras quienes paguen la crisis: que todo los recursos para la represión se reinviertan en Salud, Vivienda y Educación. Disolución de Carabineros, basta de recursos a instituciones ladronas y represivas.