El Gobierno firmó un nuevo acuerdo con empresarios y sindicalista de los sectores textiles, indumentaria y calzado para beneficiar a las patronales. Incluye Repro y recorte de los aportes patronales.
Miércoles 5 de abril de 2017
Foto: Ministerio de Producción
El Gobierno firmó ayer un nuevo acuerdo, que favorece a las patronales de los sectores textiles, indumentaria y calzado, con los empresarios y la burocracia sindical que dirigen los sindicatos del sector.
Tras los convenios de Vaca Muerta, de la industria automotriz y la construcción ahora es el turno del sector textil. El pacto promete impulsar el consumo con beneficios de cuotas sin interés para adquirir los productos nacionales, otorgarán reproexpress, beneficios fiscales y presentarán un proyecto de ley para rebajar las cargas patronales de esos sectores y aumentar la formalización laboral.
El acuerdo fue suscripto por los ministros de Producción, Francisco Cabrera, de Hacienda, Nicolás Dujovne, y de Trabajo, Jorge Triaca.
Además firmaron el pacto la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado de la República Argentina (UTICRA); el Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines (SETIA); la Asociación Obrera Textil (AOTRA); la Cámara de la Industria Textil de Luján; la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI); la Federación Argentina de la Industria de la Indumentaria y Afines; la Cámara Argentina de Indumentaria de Bebés y Niños (CAIBYN); la Cámara Textil de Mar del Plata; la Federación Obrera de la Industria del Vestido y Afines (FONIVA); la Federación Argentina de la Industria del Calzado y Afines; la Fundación ProTejer; la Federación de Industrias Textiles Argentinas (FITA).
Los ejes del acuerdo
La industria (esclavista) textil
El ministro de Producción, Francisco Cabrera, destacó que “no hay sectores inviables” dentro de la industria argentina y agregó que "acá falta trabajo y sobran prejuicio y nosotros estamos haciendo lo que hay que hacer para generar empleo”.
La industria textil a lo largo de 2016 cayó 4,3 % según datos del Indec, y se registró en el mismo año 3.345 despidos y 11.720 suspensiones, según estimaciones de Cepa.
Hubo despidos en las empresas Broderie Suizo-Argentina, Felsom, Hilados I y II, TN Planex, Alpargatas, Coteminas, Guilford y Unisol, que comercializa Puma.
Sin embargo, especialistas sostienen que los despidos fueron mayores ya que existe un alto nivel de empleo informal y además como es conocido las grandes marcascomo Soho, Kosiuko, Montagne, Cheeky y Awada (de la esposa de Macri y su familia), entre otras, utilizan mano de obra esclava y trabajo infantil en talleres clandestinos. Si bien no hay datos exactos, se calcula que hay aproximadamente 5.000 talleres clandestinos en la Ciudad de Buenos Aires y 15.000 en el Gran Buenos Aires.
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Ante esta situación, el Gobierno responde con la tibia promesa de presentar un proyecto de ley. Cabrera sostuvo que “de los 400.000 empleados que tiene el sector, 150.000 son informales”, por lo que, a partir de un proyecto de ley, específico para las industrias textiles, de indumentaria y calzado, que en los próximos se enviará al Parlamento se buscará “abaratar el costo laboral”.
Se trata de una reducción de las cargas patronales, solamente para esos sectores, en un porcentaje que no fue especificado, ya que según expresaron los funcionarios, “el proyecto está muy avanzado, pero no terminado”.
La reducción de cargas patronales no es nueva en Argentina, con el mismo verso se aplicaron en la década de los 90 y esos recortes de impuestos no tuvieron impactos significativos sobre el empleo. Durante esa década la informalidad subió 15 puntos porcentuales para llegar al 40 %. Sólo de trata de un nuevo acuerdo que busca compensar la pérdida de rentabilidad de los empresarios, con el apoyo de los traidores dirigentes sindicales, que lejos están de proteger los intereses de los trabajadores.