Durante la cuarta semana de febrero, Scicluna, llegara a Chile para intentar resolver las acusaciones de encubrimiento contra el Obispo Barros.
Miércoles 7 de febrero de 2018
Durante la semana pasada se dieron a conocer las medidas que tomará el Papa Francisco, para destrabar las acusaciones contra la iglesia, en medio de una crisis importante de deslegitimación, que consisten en enviar a Michael Scicluna, quien ha enviado a retiro espiritual a varios acusados y es reconocido entre sus pares como un experto en el tema.
El día lunes, Juan Carlos Cruz, uno de los denunciantes y víctimas de Karadima, informo que fue contactado por la nunciatura apostólica para ser entrevistado por Scicluna, quien viajaria a chile para recabar datos el 20 y 21 de febrero.
Horas antes la agencia de noticias Associated Press (AP) dio a conocer una carta escrita y enviada por Cruz al Papa Francisco en agosto del 2015, sin embargo en el camino paso por otras personas antes de llegar a su destino.
Fue recibida en primera instancia por Marie Collins (ex integrante de la comisión pontificia para la protección de menores del vaticano), quien se la entregó al cardenal Sean O’Malley, que finalmente la llevó a su destino. Luego de esto hubieron varios intentos de envío realizados, con el documento adjuntó una nota aclarando que quería que fuese considerado como una denuncia o testimonio formal.
Las reacciones fueron diversas, por un lado el propio Cruz dice ver al Papa Francisco “entre la espada y la pared”, debido a todos los datos que han salido a la luz frente a las incansables mentiras de la iglesia. Por otro lado, el abogado de los tres denunciantes de karadima se mostró sorprendido al enterarse de las anteriores declaraciones del "Santo Padre", quien afirmaba no tener pruebas de la implicancia de Barros.
Sin duda con estos nuevos antecedentes, sólo podemos reafirmar nuestra desconfianza en la iglesia, quien niega las cosas que ocurren frente a sus ojos, solo para mantener su imagen y seguir beneficiándose de millones de fieles. Pese a que los demandantes se sienten optimistas del trabajo de Charles Scicluna, nosotros no podemos confiar en los mecanismos de justicia interna de la iglesia, que solo saca de la vida pública a quienes son acusados de abuso, para mandarlos a retiros espirituales mientras casos similares continúan siendo ocultados.
