Daniel Ortega pretende sostener un falso discurso de “defensa de la soberanía” y opositor ante cualquier injerencia. Sin embargo, lo que realmente busca Ortega y la patronal proimperialista es una salida pactada que obtenga el “visto bueno” de organismos internacionales como la OEA para una salida favorable a los intereses de las grandes trasnacionales y contraria al pueblo trabajador.
La Izquierda Diario México @LaIzqDiarioMX
Miércoles 8 de agosto de 2018 14:49
La Organización de Estados Americanos (OEA) ha aprobado este jueves la creación de "un grupo de trabajo" para Nicaragua, como parte de la última resolución aprobada este jueves en una sesión extraordinaria del Consejo Permanente del organismo, con sede en Washington.
Los representantes de la OEA han declarado que la principal misión de dicha comisión será la de apoyar el diálogo nacional –suspendido desde hace un mes y signado por la escalada represiva de Ortega–, además de contribuir a la "búsqueda de soluciones pacíficas y sostenibles" para resolver la crisis, la más sangrienta desde los años 80 del siglo pasado.
Dicha resolución incluyó el respaldo de ocho países (EE.UU., Canadá, México, Colombia, Chile, Perú, Brasil y Argentina) que habían impulsado la creación de una "comisión especial"; pero decidieron cambiar la denominación para lograr un mayor respaldo a la iniciativa, que había sido rechazada por Daniel Ortega.
El documento añade dentro de los objetivos, que se hará "incluso por medio de consultas por el Gobierno de Nicaragua", una frase que no había sido incluida en la propuesta original. Además, del compromiso de entregar mensualmente al Consejo Permanente un informe sobre "sus gestiones y progresos" sobre Nicaragua. Los miembros del "grupo de trabajo" serán designados a más tardar el 10 de agosto, según la resolución.
Contra toda injerencia imperialista y el gobierno de Ortega, un programa de lucha independiente
Frente al enorme hartazgo y la represión orquestada por el gobierno de Ortega y su bonapartismo reaccionario, el estancamiento del “diálogo nacional” y su principal propuesta de adelantar elecciones, el escenario que se perfila a favor de los intereses patronales y proimperialistas es la vía de desvío del descontento y desactivar las protestas.
Este escenario se ve recrudecido por la “presión” de Estados Unidos desde la OEA o la ONU, para establecer una “salida pactada” a la crisis, puesto que el imperialismo estadounidense busca toda resolución que beneficie futuros reacomodos políticos y económicos, manteniendo su dominio en toda la región del istmo centroamericano y de América Latina como su enorme patio trasero.
Esta salida “ordenada” es la que levantan distintos medios de prensa tanto en Nicaragua como a nivel internacional; una salida que lleva a que la crisis la paguen los trabajadores y los sectores populares que han sido brutalmente reprimidos, dejando como saldo más de 400 muertes.
Los jóvenes que encabezan las protestas, junto a los trabajadores, los campesinos, y los pueblos originarios, no pueden permitir que los poderosos empeñen su futuro. Es fundamental mantener la movilización en las calles, para enfrentar toda medida regresiva que ataque las conquistas del pueblo trabajador, los campesinos, las mujeres y la juventud, levantando un plan de lucha independiente a la dirección de la Alianza Cívica para la Justicia y la Democracia y la patronal que representa el Consejo Superior Empresarial Privado (COSEP).
El camino para enfrentar los planes neoliberales que buscan imponer los de arriba, pasa por construir la unidad y la movilización conjunta de trabajadores, jóvenes y el conjunto del pueblo pobre, contra el gobierno de Ortega y la patronal, con independencia política de la derecha conservadora y proimperialista, desconfiando de las trampas y los “diálogos” con los que pretenden contener el descontento.
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