Un momento de definiciones se vive a la interna del gobierno de Sebastián Piñera. De la mano de su Ministro del Interior y Seguridad Pública, Andrés Chadwick y, en el marco de un gobierno debilitado, buscarán negociar sus reformas en el año clave sin poder desmarcarse de casos como el asesinato del comunero Camilo Catrillanca y la acusación contra su Ministro de Justicia por defender a personeros judicializados por corrupción.
Domingo 31 de marzo de 2019
En una entrevista cedida al Mercurio, Piñera y Chadwick dieron a conocer sus impresiones en el año entrante. Un año clave que sin dudas pondrá a prueba las debilidades y fortalezas de un gobierno salpicado por muertos, corrupción institucional y movilizaciones de miles que hoy imprimieron un 50% de desaprobación para el Presidente en la última CADEM.
En el encuentro, Chadwick se mostró confiado -con recelo- ante el año político. Crispaciones internas, (des) encuentros con personeros de la Nueva Mayoría – y próximamente con el Frente Amplio- y una ajetreada agenda personal marcan las últimas semanas en La Moneda para Piñera.
Incluso ha sostenido reuniones individuales y privadas con representantes de Chile Vamos y la oposición. Como queriendo romper con la tendencia del “segundo año maldito”.
Y es que al momento de planificar e imponer su programa el gobierno ha mantenido la formula del “dialogo apaleado”, es decir, conversaciones bajo represión, donde se mantuvieron -y profundizaron- medidas anti hegemónicas que solo expresan salidas a pala ciegas ante su crisis.
Medidas
Una medida como la modificación a la ley de migraciones dialogó con un sentido común xenófobo. Al querer “ordenar la casa” solo entregó expulsiones -incluso algunas irregulares como en Antofagasta-, queriendo reconocer el “trabajo extranjero” para entregar empleo precario.
El impopular “control preventivo” que solo trae a colación la detención por sospecha, tal cual en dictadura ha mostrado la cara más verdadera de un gobierno que buscando detener las diversas oleadas de movilizaciones busca regimentar el único sector que ha podido ponerlo en jaque: la juventud.
Con esto, proyectos como “aula segura”, la ley que puso al estudiante al nivel del delincuente común, el Estatuto Laboral Juvenil, la aprobación del salario mínimo y el presupuesto han sido pensados en esta esfera.
“Ajusto, reprimo y rejunto a los míos”, esa pareciera ser la política actual. Ante una reconocida minoría parlamentaria, es el gobierno quien tiene que tomar la iniciativa y dialogar con las “oposiciones responsables”.
Es la razón de esta entrevista, darle una oportunidad de defensa. Y a pesar de esto, desmarcarse le cuesta. Chadwick sigue lamentándose de un asesinato. Uno que por cierto generó un repudio nacional y del cual sigue siendo el principal rostro cuestionado.
Demandas como su salida -por cierto insuficiente ante una policía corrupta completa- son pan de cada día. Si bien Piñera respaldó la gestión de los ministros, sin hacer cambios en el gabinete no se puede desechar la idea de recambios con el transcurso del año.
Escenario difícil
Un escenario que acompleja al gobierno y debe fortalecer la oposición desde los movimientos y las oposiciones consecuentes, que no buscar “dialogar” con la derecha ni con el falso progresismo. Hoy la amabilidad del gobierno pone en jaque a sectores del Frente Amplio, los mismos quienes han decidido dialogar con el.
En vista que el Partido Comunista no quiera “dialogar” - aunque si trabaje en conjunto en materia laboral y de salio mínimo mediante la CUT- alguien tendrá que sostener por izquierda al régimen.
“Si vendrá el Frente amplio y para nosotros es muy positivo que eso ocurra” manifestó el Ministro. Con esto se esperan reuniones que profundizará además las diferencias al interior del neo reformismo chileno.
Sebastián Castro
Periodista Audiovisual