Trabajadores de la UABJO votaron en asamblea paro de 12 horas y bloqueo en Avenida Universidad como medida de presión a las autoridades que no han pagado las prestaciones de un sector sindicalizado.
Martes 21 de mayo de 2019
Los trabajadores pertenecientes al Sindicato Independiente de Trabajadores de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca realizaron un paro de 12 horas y bloqueo en la Avenida Universidad en respuesta al no pago de distintas prestaciones que, aseguran, ya fueron pagadas a los afiliados del STEUABJO que en meses previos estallaron la huelga por demanda salarial.
El sindicato denunció el no pago de bonos y del programa de calidad y eficiencia de sus 120 afiliados y desde hace 12 años se mantiene cerrada la bolsa de trabajo para este sindicato, lo que quiebra el convenio intersindical que las autoridades firmaron en 1981.
Este paro demuestra la vigencia de las demandas de los trabajadores universitarios que a inicios de año estallaron la huelga en 6 universidades.
Hay una política de recorte a los derechos laborales de los trabajadores y de salarios bajos en todo el gremio universitario, aunado a la negativa de aperturas de plazas y recorte en los insumos necesarios para el desempeño del trabajo en diversas áreas.
A esto se suma la quiebra técnica de más de seis universidades y una política de exclusión de la educación superior de miles de jóvenes con los exámenes de admisión que dejan a miles de jóvenes fuera de la educación y que configuran una política de ataque a la educación pública.
La democracia sindical
El SITUABJO tiene 40 años de existencia y junto al STEUABJO y el STAUO conforman el panorama sindical de la UABJO y un buen ejemplo de como la creación de distintos sindicatos en una sola institución (o empresa) apuntala a fragmentar la fuerza de la base trabajadora, lo que genera espacios que las autoridades pueden aprovechar para golpetear a un sector de trabajadores que, como el SITUABJO, no tengan la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo.
Esto toma mayor relevancia en el marco de la aprobación de la reforma laboral que apuntala hacia un modelo de “democracia sindical” a través de la generación de nuevos sindicatos, fragmentando al pequeño porcentaje de sindicalizados en el país.
No hay democracia obrera que se pueda imponer desde el Estado, es clave que los trabajadores entiendan esto en el marco de una emergencia de nuevos activistas sindicales que a nivel nacional exigen democracia sindical.
Es necesario que vean como principal traba de la democracia a los burócratas sindicales que en todas las industrias, servicios y universidades se ponen al servicio del gobierno en turno para disciplinar al movimiento obrero y evitar la organización y métodos de lucha como el paro y la huelga por nuestros derechos laborales y mejoras salariales. Son ellos quienes impiden a toda costa nuestra organización en aras de la “paz laboral”.
Es por eso que la democracia obrera se construye desde la base, en firme pelea contra la burocracia sindical, por la recuperación de nuestros sindicatos como herramienta de lucha y por plena independencia política de nuestras organizaciones respecto al Estado.
Esto será clave entenderlo en el marco de que hay una gran posibilidad de ver el surgimiento de nuevos sindicato en el gremio universitario que caigan en la trampa de un camino fácil para instaurar la democracia en un nuevo sindicato.
La consecuencia de seguir ese camino puede llevar a la atomización del enorme poder de los trabajadores y negar las mejores lecciones del sindicalismo universitario, que posterior a las grandes huelgas de los 70s hicieron la propuesta de un sindicato único para todo el gremio universitario o de emplazamientos a huelga en un solo día, para estallar de manera coordinada como gremio, golpear como uno solo. Y esto último, como se vio con la huelga del SITUAM, es clave para asumir una perspectiva de lucha con mayores posibilidades de vencer.