Conozca sobre el programa de un billón de dólares para armas nucleares de EEUU inspirado en las “lecciones” del imperialismo sobre Hiroshima.
Viernes 27 de mayo de 2016
El objetivo principal de Obama en su visita a Hiroshima era aparecer hablando del desarme nuclear. A su llegada a Hiroshima, citado por Associated Press, el presidente norteamericano dijo que el mundo tiene la responsabilidad compartida de plantearse cómo evitar la repetición de ese sufrimiento. "La bomba de Hiroshima ha demostrado que la humanidad tiene medios para su autodestrucción", agregó.
La cuestión es que la mayoría de esos medios de autodestrucción los tiene el propio Estado norteamericano (y sus aliados) en sus arsenales. A su vez, Barack Obama, tiene el mérito de haber lanzado el mayor plan de modernización del arsenal nuclear de Estados Unidos desde la era de Ronald Reagan, con la inversión en este campo de aproximadamente un billón de dólares en las próximas tres décadas.
La clave de la modernización nuclear estadounidense decidida por Obama, no es más que la continuidad de la doctrina norteamericana desde, justamente, Hiroshima. Esta doctrina desde luego, no se basa en el problema del número de víctimas, por supuesto. La cuestión fue que en la primera bomba atómica lanzada en tiempo de guerra, solo explotó el 1,7% de material nuclear.
Es así que desde entonces, Estados Unidos ha buscado armas atómicas cada vez más precisas y eficientes.
Por ejemplo, tan cerca como en noviembre de 2015, un cazabombardero F-15 que hasta ese momento no tenía capacidad de utilizar armas nucleares, lanzó una bomba atómica de precisión (pequeños artefactos guiados por laser y GPS) en el desierto de Nevada. El diario The New York Times la calificó como “la primera bomba atómica con guía de precisión”.