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Red Internacional
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Semana Política. Ofensiva empresarial y dura batalla de los trabajadores

Editoriales de diarios de los países imperialistas y pronunciamientos de los empresarios locales, coincidieron en una redoblada ofensiva en defensa de sus privilegios. El Gobierno sigue cediendo paso a paso, a la vez que se muestra intransigente con los trabajadores quienes llevan adelante una dura batalla, como los del Registro Civil.

Lunes 26 de octubre de 2015

La redoblada ofensiva

La defensa de sus privilegios es la marca de los empresarios desde que asumió el gobierno de Bachelet, al sentirlos amenazados con las promesas de reformas, aunque fueran moderadas, aunque el giro de los últimos meses demostrara que las licúan más y más.

Esta semana redoblaron su ofensiva, golpeando desde distintos flancos.
Los diarios y expertos de los países imperialistas es uno de estos flancos. Desde Wall Street, el JP Morgan, refiriéndose al inicio del “proceso constituyente”, advierte que “el gran riesgo de esta propuesta es que puede tener un efecto muy importante sobre la confianza y la credibilidad y esto, al final de cuentas, va a seguir deteniendo las decisiones de inversión en el país”. Se sumó al coro el semanario The Economist escribiendo que “cuanto más tiempo la desaceleración dura, más fuerte es el argumento de la oposición. Chile se enfrenta a un riesgo real de perder su camino, y de que la historia pueda atribuir la mayor parte de la culpa a Bachelet". El diario The Guardian señaló el freno a las reformas por los escándalos de corrupción y agregó que “algunos observadores afirman que las medidas para contener el descontento social son cada vez más severas. El sociólogo Marcos Roitman cita las manifestaciones de estudiantes y mapuches en el sur de Chile. También destaca la muerte de un minero durante una manifestación exigiendo mejoras salariales”.

Coincidió con la fuerte ofensiva de los empresarios locales. En la cena anual de la SOFOFA, los empresarios demostraron su descontento por la ausencia de Bachelet, aunque al día siguiente fue a visitarlos, y volvieron a manifestar su rechazo a la reforma laboral y al proceso constituyente. En la cena anual de ASIMET, su presidente Juan Carlos Martínez se preguntó “¿cómo de un modelo político y económico eficaz, con cifras en los últimos 30 años que muestran un crecimiento extraordinario de la economía y del empleo, con altos incrementos en las remuneraciones y un espectacular descenso de la pobreza, pasamos a un modelo de radicalización fundacional que obcecadamente quiere cambiar todo y que nos tiene en una profunda incertidumbre?”. También advirtió sobre “el clima perfecto y un terreno fértil para sembrar en la sociedad chilena un sentimiento anti empresa que no será fácil de revertir”.

No son solo declaraciones. Los empresarios vienen despidiendo trabajadores. El caso más paradigmático es el de la minería, con 18.000 despidos. Pero la tasa de cesantía ya comenzó a subir. En Santiago, se elevó al 7,1%.

El Gobierno cede

Ante la ofensiva empresarial, el Gobierno cede paso a paso. Busca tranquilizar a los empresarios. El vocero Marcelo Díaz dijo que les dará “todas las garantías” a los empresarios y la UDI ante el proceso constituyente. El Ministro de Hacienda Rodrigo Valdés agregó que se respetará la protección a la propiedad privada tal como está hoy en la Constitución de Pinochet.

Tampoco son solo palabras. Para la designación del nuevo Fiscal Nacional, se nombró a Jorge Abbott, mano derecha del actual a cargo Sabas Chahuán, que busca cambiar de eje, desde las investigaciones de los casos de las “boletas ideológicamente falsas” a la persecución de la delincuencia, y respecto a los casos de corrupción pidiendo “prudencia” a los fiscales a cargo. Además, el inicio del proceso constituyente empezó por arriba, con reuniones con los empresarios, la derecha, los expresidentes, la Corte Suprema. La reforma laboral, da un paso adelante y dos pasos atrás, permitiendo el re-emplazo interno vía multifuncionalidad, restringiendo el derecho a huelga para las PYMES, introduciendo la adaptabilidad, rechazando la negociación por rama. Ante los emplazamientos de los dueños de camiones, les responden reforzando las fuerzas de represión en La Araucanía.
Contrasta con la respuesta ante los trabajadores.

La dura batalla de los trabajadores del Registro Civil

El origen fue la ruptura de la mesa de diálogo por parte del Gobierno a través de la Dirección de Presupuesto (Dipres).

La intransigencia del Gobierno es manifiesta: sumarios, descuentos salariales, amenazas de aplicación de la Ley de Seguridad del Estado, re-emplazos anti-sindicales, chantaje económico declarando que la desaceleración impide satisfacer las demandas, operaciones contra la dirigencia sindical como la difusión de que la presidenta de la asociación de funcionarios Nelly Díaz ganaría un sueldo de 1.400.000 pesos cuando recibiría $600.000, dar paso a la intervención de la Contraloría General de la República para producir despidos. Una verdadera “operación castigo” contra los trabajadores.

Los trabajadores presentaron una dura batalla ante esta “operación castigo”. Con 25 días de paro. Movilizaciones. Y el anunció de reforzar la huelga terminando con los turnos éticos.

La demanda por un bono, se transformó en esta dura batalla. Es la marca de la situación política. Puede intensificarse. Se aproxima la negociación del reajuste del sector público. Lo que pretenderían sea una negociación administrativa, puede devenir en otra prueba de fuerzas con los trabajadores.

La política del Gobierno es el ataque, mediante un ajuste parcial, con despidos (Codelco declarando estar en “economía de guerra”), rechazo a las demandas salariales, rebaja de los bonos de fin de conflicto, justificándose en que la desaceleración económica impediría responder a las demandas de los trabajadores.

Se apoyan en la complicidad de las dirigencias cupulares de la CUT que se limitan al lobby parlamentario, y de los sindicatos nacionales, como la ANEF que se limitó a declaraciones de apoyo a los trabajadores del Registro Civil.

La ofensiva empresarial y de la derecha contra el Gobierno, y del Gobierno contra los trabajadores, van de la mano. Los trabajadores necesitan una respuesta que esté a la altura. Una campaña contra los despidos y los ataques anti-sindicales, está planteada. La negociación del reajuste del sector público, puede ser la prueba de fuerzas para frenarla.

Las fuerzas del movimiento estudiantil, siguen siendo un potencial aliado. Aunque desmovilizadas por sus dirigencias tras el embate de lucha del primer semestre, los resultados de la primera vuelta en las elecciones de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, mostró el triunfo de la lista de la UNE y el FEL, la más de izquierda que se presentaba en esas elecciones, desplazando al segundo lugar al gremialismo y al tercero a la centroizquierda del NAU (de Revolución Democrática). En las elecciones de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, se presentaron 9 listas, 8 de izquierda, y el bloque conducción se dividió (aunque pareciera ser más por razones electorales), reflejando un desgaste de las organizaciones dirigentes que surgieron tras el 2011, por izquierda.

Este año ese potencial se demostró en acto en las calles, con la unidad en la lucha del paro de los profesores y la movilización estudiantil. Esta fuerza está intacta. Y es lo que, más que las reformas mismas, preocupa a los empresarios y su casta de funcionarios y parlamentarios en compra-venta.