La futura secretaria de Gobernación declaró que no es recomendable bajar los sueldos a jueces y magistrados.
Jueves 26 de julio de 2018
En entrevista con Animal Político, Olga Sánchez Cordero asegura que no es recomendable elaborar la reforma constitucional para reducir los sueldos del Poder Judicial porque “un juzgador es un actor fundamental en la paz social del país”.
Sánchez Cordero, quien fuera la primer notaria en el DF, primer magistrada del Tribunal Superior de Justicia local, así como la única mujer en la Corte en 1995, se podría convertir en la primera mujer en ocupar el cargo de titular de la Secretaría de Gobernación (Segob).
La ex magistrada defendió con argumentos poco convincentes los exorbitantes ingresos de los magistrados del poder judicial quienes ganan hasta 4 millones de pesos anuales incluyendo sus primas vacacionales y demás bonos. Los defensores públicos ganan 80 mil mensuales, según explicó la ex magistrada de la SCJN, "para llevar juicios bien, donde no haya corrupción donde no les estén pidiendo a sus defendidos para las copias, para la torta, no les piden porque ellos cuidan sus puestos".
Además defendió un porcentaje del Presupuesto de Egresos fijo en los estados para el Poder Judicial e inamovilidad en sus cargos para no estar sujetos “al contentillo” del gobernador o el Legislativo.
Todo esto suena a más de lo mismo del régimen del PRI que se proponen reemplazar y contradice lo expuesto por AMLO en múltiples declaraciones públicas en torno a dicho recorte salarial y a su discurso de “austeridad republicana” generando la primera decepción entre los convencidos seguidores del tabasqueño quienes reaccionaron en redes sociales con molestia ante tales declaraciones.
Desde el Movimiento de Trabajadores Socialistas consideramos de toda vigencia la exigencia de que todo funcionario gane lo mismo que una maestra porque los funcionarios como Olga Sánchez Cordero están tan acostumbrados a los millonarios privilegios económicos establecidos por el gobierno federal, que no quieren ver reducidas sus jugosas entradas de dinero. Y de ahí a la tentación de prestarse a actos de corrupción no hay mucha distancia de por medio.
En México los jueces y magistrados ganan los salarios más altos a nivel mundial, incluso por arriba de lo que ganan sus homólogos en las grandes potencias imperialistas, en contraste con los minúsculos ingresos de los trabajadores promedio que son de miseria y se encuentran entre los más bajos del mundo. Así de grande es el contraste.
Y es que defender los privilegios de la cúspide del poder judicial es defender a un enorme aparato parásitario que consume miles de millones de pesos mientras la necesidad de comer, y de tener un trabajo digno para comer, emana de las calles.
El Morena aún no asume el poder y ya muestra algunas contradicciones con su discurso de campaña. Los trabajadores, campesinos e indígenas, el pueblo pobre, deben estar al pendiente para “recordarle” al gobierno de AMLO que votaron por él por su propuesta de “acabar con la corrupción”, cuya fuente principal está en los grandes sueldos de quienes están acostumbrados a dictaminar en favor de los de arriba.
