El titular de La Fraternidad explicó por radio las razones de la tregua que mantienen los dirigentes sindicales con el gobierno: garantizar la paz social.
Celeste Vazquez @celvazquez1
Domingo 8 de enero de 2017 13:32
Foto archivo La Nación
Omar Maturano, secretario general del sindicato ferroviario La Fraternidad, fue entrevistado el sábado pasado en el programa El fin de la metáfora de Radio 10. Allí fue consultado sobre la inexplicable pasividad que viene sosteniendo la burocracia sindical ante los ataques del gobierno de Mauricio Macri.
“Hace rato que venimos sufriendo despidos, suspensiones, por eso se había promulgado una ley antidespidos que después fue vetada por el presidente y después el acuerdo que hicimos en la mesa tripartita tampoco lo respetaron. Seguimos viendo que sigue habiendo despidos y seguramente en el año en curso que empezó hace poco habrá más despidos y suspensiones”, dijo Maturano.
Sin embargo, a pesar de reconocer la situación de despidos y suspensiones, al ser indagado por el periodista Iván Schargrodsky sobre si la CGT tomará medidas o seguirá siendo prudente, expresó que “prudente seguramente tenemos que ser para llegar a la paz social, pero la paciencia siempre tiene un límite. Cuando se acabe la paciencia seguramente empezará un plan de lucha”. A lo que el periodista respondió: “esto lo vengo escuchando desde la reunificación de la CGT en agosto y estamos en enero”.
Recordemos que a fin del año pasado, luego de un año de gestión del gobierno de Cambiemos, se contabilizaron entre despidos y suspensiones más de 230.000 casos . Según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) se calculan más de 192.000 despidos y 40.000 suspensiones, lo que da un promedio de 526 despidos y 109 suspensiones por día. Seguramente estas cifras hayan sido mayores, ya que sectores que sufrieron muchos despidos, como la construcción y el textil, tienen un alto porcentaje de trabajo en negro.
Además de esto hay que agregar que en lo que va del año hubo despidos en el sector textil, del calzado y de seguros. Razón por la cual la burocracia sindical decidió la combativa y dura medida de estar en “estado de alerta”.
Pero el dirigente sindical siguió firme en su lógica y no tuvo empacho en responder diciendo que tenemos que “guardar una cordura, ser inteligentes. Nosotros somos los que preservamos la paz social, no pasó nada en diciembre por la CGT, sino hubiera pasado porque las condiciones sociales están dadas”. Y agregó que es la central sindical quién “contiene al movimiento obrero, a los trabajadores y ahora está conteniendo a los movimientos sociales”.
Y en esto tiene razón. Sin dudas es la burocracia sindical, antes separadas (ahora reunificadas) de la CGT, pero también de las tres CTA, la responsable de dejar que el gobierno de Macri siga avanzado con su política de ajuste, ya que no ha impulsado una sola medida de lucha que permita que toda la bronca de los trabajadores les ponga un freno. Seguramente entre las razones de su actitud se encuentren los $ 2.700 millones otorgados por el gobierno para las obras sociales.
Pero cuando estaba finalizando la entrevista, ante los cuestionamientos del periodista, quiso posar de combativo y dijo que “con el tema del impuesto a las ganancias no nos vamos a quedar tranquilos, en el mes de marzo alguna protesta vamos a hacer porque creemos que lo que se acordó es insuficiente”.
Parece que ni la inflación, ni los tarifazos, ni los despidos, ni las suspensiones fueron y siguen siendo razones suficientes para concretar el paro tantas veces anunciado o alguna otra medida de lucha que en el marco de un plan serio permita frenar el ajuste y los ataques a los trabajadores y el pueblo.
