“Es mejor cancelar que celebrar y estar de luto después”, dijeron desde el organismo. Los casos en todo el mundo están subiendo a mucha velocidad, consecuencia no de reuniones familiares sino de la distribución desigual de vacunas y de no haber liberado las patentes.
Martes 21 de diciembre de 2021 18:27
El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió cancelar los festejos de navidad y año nuevo en todos los países del mundo.
Prendiendo las alarmas sobre la velocidad en la que vienen aumentando los casos en distintos países a partir de la aparición de la variente Ómicron, Ghebreyesus puso el énfasis en los festejos de año nuevo.
Sin embargo, miles de millones de personas se amontonan a diario en los transportes públicos de las grandes ciudades, yendo a trabajar. O mismo en los lugares de trabajo, donde como lo vimos en nuestro país en los peores momentos de la pandemia, no se garantizaron protocolos de ningún tipo para evitar la propagación del virus.
Además, si tenemos que hablar ahora de la variante Ómicron, hay que dejar bien en claro quiénes son responsables de que haya aparecido: los Gobiernos que se negaron a liberar las patentes de las vacunas. No casualmente, Ómicron surgió en el continente africano, donde los niveles de vacunación son los más bajos del mundo. Mientras los países ricos ya tienen a una parte importante de su población vacunada con tres dosis, en esos países de bajos recursos solo una pequeña porción de la población llegó a la primera inyección.
Eso no solo es un problema por la desigualdad que implica, sino porque globalmente le da sobrevida a una pandemia que viene causando estragos hace más de dos años, no solo a nivel sanitario sino también económica y socialmente. En todo este tiempo, la prioridad fue el negocio millonario de un puñado de laboratorios.
