El ministro de Educación de Macri, tras un camuflado discurso de mejorar la calidad, declaró una guerra a la que llamó “campaña del desierto con educación”. La primera batalla ya encontró resistencia.

Nathalia González Seligra Dirigente docente - Suteba La Matanza
Martes 18 de octubre de 2016
Esteban Bullrich no hace mucho dijo que su cruzada educativa era algo así como una especie de “Campaña del Desierto” sin espadas y con educación. Así buscó expresar su vocación de fomentar una supuesta “calidad educativa” de acuerdo a los parámetros, nada menos, del Banco Mundial.
La primera batalla se da hoy, mediante el Operativo Aprender 2016. Pero las y los docentes, en un extendido y firme rechazo junto a estudiantes y familias de la comunidad educativa, protagonizan un masivo paro.
En la educación pública no pasarán
A principios de septiembre en la sede del sindicato docente Suteba de La Matanza, se llevó a cabo la primer jornada de debate acerca del operativo Aprender, donde más de 300 docentes cuestionaron y rechazaron este programa y la política educativa de Macri.
Luego se replicó este debate en las seccionales de Suteba de La Plata, Ensenada, Bahía Blanca, Escobar y Quilmes.
Estas jornadas fueron el germen de una campaña que se extendió durante un mes y medio, donde fue creciendo el rechazo al Aprender 2016 por entender que se trata de un ataque a la educación pública y en particular se busca culpabilizar a los docentes.
Pero Macri tiene dónde apoyarse. Por ejemplo, en los embates que ya habían dado Cristina Fernández, Scioli y el kirchnerismo contra los docentes y la educación pública. Se recordará aquella apertura de las sesiones ordinarias del Congreso Nacional de 2014, donde Cristina acusó a los docentes de abusar de sus derechos a diferencia de un trabajador de fábrica a quien si hace huelga lo despiden sin más.
Con estas conclusiones y experiencia, durante el mes de septiembre se realizaron jornadas de debate en las escuelas, donde cada delegado en pelea con los directivos e inspectores impusieron asambleas, plenarias, jornadas donde se fue sumando a los padres, madres y estudiantes a la pelea por defender la educación pública y enfrentar este ataque. Es por eso que el Gobierno, a través de la página web del Ministerio de Educación de la Provincia de Buenos Aires, comenzó a convocar desesperadamente a estudiantes y jubilados para que apliquen las evaluaciones donde los docentes se negaron a hacerlo
Un resultado cantado
De antemano la evaluación externa tiene un resultado que es de público conocimiento: los culpables del deterioro educativo son los trabajadores de la educación. Así ya lo viene agitando el diario Clarín, vocero del Gobierno y del Banco Mundial. Ya lo anticipó su editorialista Ricardo Roa, quien dijo luego de un masivo paro docente en defensa de la escuela pública que “es muy fácil hacerle un paro al Estado. No hay ninguna consecuencia”. Este llamado a mayor punición a los trabajadores que luchan no es un ataque aislado.
La educación pública está en crisis producto del ataque sistemático que han llevado adelante los gobiernos en las últimas décadas. Ese ataque ha sido resistido por la lucha de los trabajadores de la educación junto a los estudiantes, los trabajadores y la comunidad educativa.
Los gobiernos de la década kirchnerista fueron continuadores y profundizaron la diferencia entre una educación para ricos y otra para pobres. Sobre esta base el gobierno de Macri quiere avanzar, como hizo en su gestión en la Ciudad de Buenos Aires, priorizando la educación privada sobre la pública (asignando mayores partidas presupuestarias) y atacando conquistas de los docentes como la estabilidad laboral tras el discurso de la evaluación educativa siguiendo los lineamientos que lleva adelante, por ejemplo, Enrique Peña Nieto en México.
La conducción kirchnerista no pasó la prueba
Una vez más los dirigentes kirchneristas de Suteba y Ctera dejan pasar este ataque. La central nacional docente convocó a un paro el 27 de septiembre. Ese día sus dirigentes, con encendidos discursos, amenazaron con tomar medidas de lucha y hasta hablaron de una marcha federal contra el ataque de Macri y el Operativo Aprender. Pero ese paro no sólo no tuvo continuidad con otras medidas (como ya es costumbre) sino que ni siquiera han convocado asambleas o jornadas gremiales para que los docentes pudieran organizar el rechazo a este programa.
¿Será que no quieren oír el extendido reclamo de la base docente y la exigencia de paro y plan de lucha?
Los sectores combativos rechazan con paro
Más allá de las conducciones burocráticas de los sindicatos docentes, los trabajadores se organizan para enfrentar al Gobierno de Macri y su ministro Bulrrich. En las seccionales de Suteba opositoras a Baradel se votó la semana pasada parar hoy para organizar el rechazo. Es así que en los distritos habrá movilizaciones para visibilizar este reclamo y se realizarán decenas de actividades en las escuelas de rechazo enfrentando a las maniobras del Gobierno que ha convocado a “jornadas” como un modo de garantizar asistencia de los docentes.
Los docentes de izquierda y combativos no van a dejar pasar este ataque y se mantendrán organizados, previendo que el Gobierno ha puesto fechas alternativas para realizar la evaluación.
La conducción kirchnerista de Yasky y Baradel deben convocar a asambleas y plenarios de delegados para organizar el rechazo extendido y transformar esta pelea en un knock out a los intentos de Macri.