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Red Internacional
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Corazón ortiba. Operativo porteño confiscó las empanadas que un hombre desocupado vendía el 1 de Mayo

Sucedió en Parque Centenario. Un hombre sin empleo ruega que no le saquen las cosas, pero la inspección de Horacio Rodríguez Larreta no se detiene ante el drama de quienes nada tienen.

Martes 2 de mayo de 2023 20:30

Imagen: un vendedor ambulante pide que por favor no le confisquen la mercadería que salió a vender porque está desocupado

Imagen: un vendedor ambulante pide que por favor no le confisquen la mercadería que salió a vender porque está desocupado

“Te estoy diciendo que es la primera vez, me quedé sin laburo hace quince días loco”, “las cosas no son mías, no te las podés llevar”, dice Pablo Romero ante la inspectora del Gobierno de la Ciudad y un grupo de efectivos policiales. En el video que se hizo viral, se lo ve aferrarse al carro que no era suyo y que también le querían quitar. Ya le habían sacado empanadas.

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Este lunes 1° de Mayo, Día internacional de los Trabajadores y las Trabajadoras, Pablo tuvo que salir a ganarse el pan como pudo, con empanadas para vender en Parque Centenario. Así fue que se topó con la inspección de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) y agentes de Policía de la Ciudad, que llegaron hasta el lugar para desalojarlo e incautarle toda la mercadería.

@laizquierdadiario La Policía de la Ciudad le hizo una contravención a un vendedor ambulante por vender empanadas en la calle y le quiso secuestrar el carro. Gracias a la gente que se opuso no pudieron llevárselo. #PoliciaDeLaCiudad #VentaAmbulante #ParqueCentenario #CiudadDeBuenosAires #Larreta ♬ sonido original - La Izquierda Diario

“¡No me pueden sacar! Es la primera vez que vendo. Me quedé sin laburo hace 15 días y tengo dos pibes, loco. Ya me sacaste todo, ya me arruinaste”. “Las cosas no son mías”, suplica Pablo.

Alrededor un grupo de personas se solidariza con él y piden que no lo toquen, que no le saquen las cosas. “¡El carro dejáselo! Ya bastante se van a robar todo esto y ahora también se van a robar eso. ¡Dejáselo loco!”, se escucha gritar a un hombre indignado.

Sin la ayuda de la gente, la policía de la Ciudad me dejaba sin nada. Me sacaron las empanadas y la bebida, todo. Me querían sacar el carro, la heladerita y la mesa, pero por suerte la gente del parque logró que no me roben todo. Me emociona el apoyo que recibo. Esa buena onda es lo que me ayudó a levantarme hoy y recuperar las ganas de laburar", dijo Pablo, según publicó Revista Cítrica.

"Ayer viví un momento de mierda que no se lo deseo a nadie. Esto le debe pasar a mucha gente en la calle, no soy el único que vive este atropello y esta falta de sensibilidad del Estado. En definitiva no soy más que un laburante que quiere llevar un mango a su familia. No entiendo por qué me trataron así", continuó.

Mientras cocinan el ajuste por arriba: sin piedad con los y las de abajo

Es común la embestida y la violencia institucional contra vendedores y vendedoras ambulantes, que salen a la calle a conseguir el plato de comida para sus familias en medio de una enorme crisis económica. Pablo ahora sufre el desempleo, pero no es necesario estar desocupado para verse en la obligación de acudir a una changa. Los trabajos que se consiguen son cada vez más precarios y mal pagos. No alcanza con un solo ingreso. Entonces a veces es necesario salir a changuear a la par que se sostiene algún otro trabajo.

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"Yo hace varios años que estoy sin laburo formal. Me echaron de una empresa donde trabajé bastante y no pude remontar. En pandemia empecé con un servicio de mensajería. Tenía una motito y trabajaba para mis conocidos. Hace 15 días tuve que vender esa moto porque el poco laburo que tenía no me alcanzaba para pagar el seguro y mis deudas de servicios básicos como la luz y el gas. Me quedé sin mi herramienta de laburo y empecé a cocinar. Esa es mi historia. Esto empezó como una necesidad concreta de trabajo, de tener el mango todos días y poder tener para comer, porque lo que no vendo lo terminamos comiendo en casa" (Revista Cítrica).

No extraña que el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta quiera “limpiar” las calles de la capital federal de aquellas escenas que no le gustan. Recientemente generó indignación un llamado a licitación para hacer un relevamiento de la contaminación visual de la ciudad. Allí se detallaba que había que relevar a las personas en situación de calle y a quienes cartonean, al igual que la basura, los autos abandonados o los restos de poda, como parte de aquello que “contamina”. La venta ambulante de empanadas claramente no es una postal deseable desde el punto de vista de Larreta.

La miseria creciente en todo el país, en las provincias gobernadas por gobernadores de todos los signos políticos, obliga a cada vez más personas a salir a patear y rebuscárselas como pueden. La inflación no afloja, castigando muy duro los bolsillos populares. Mientras, el Frente de Todos y la oposición de derecha, solo piensan en cómo hacer para pagarle la deuda externa ilegítima e ilegal al Fondo Monetario Internacional. La insensible falta de empatía que se expresa en pequeño, en un operativo municipal, es un ejemplo de la política de conjunto que se cocina en las alturas, con la complicidad de todas las fuerzas políticas - salvo la izquierda - contra las condiciones de vida y los derechos de los y las de abajo.